Que Ferrari tiene un mal año, nadie puede dudarlo. El único equipo con presencia perfecta en todas las temporadas de la Fórmula 1, el que más victorias logró, el que cosechó más títulos de pilotos y Constructores y que más hinchas tiene en el mundo, no puede darse el lujo de pasar un año sin estar en la pelea por las coronas. Sin embargo, para encontrar los últimos grandes festejos de la casa de Maranello hay que remontarse a 2007 para encontrar la conquista de Kimi Räikkönen y a 2008 para última celebración como equipos. El ejercicio 2023, que se vive por Star+ (no incluye México) fue para el olvido. El triunfo de Carlos Sainz en Singapur fue apenas un bálsamo, pero no logra apaciguar la tempestad de una temporada flojísima. Y si algo le faltaba al Cavallino para hacer cartón lleno, llegó en Qatar, 18ª fecha: el español no pudo largar.
Cuando faltaban 50 minutos para comenzar la cita de Losail, Ferrari envió un comunicado en el que anunciaron que el auto número 55 no tomaría parte de la carrera por un problema en el sistema de combustible. Los mecánicos detectaron una fuga y no lo pudieron solucionar. El madrileño debía largar desde el 12º lugar tras una floja clasificación.
Frédéric Vasseur, director de Ferrari, explicó: “Llenamos el tanque de combustible y encontramos una fuga. Lo volvimos a cargar y otra vez perdió. Lamentablemente no tuvimos tiempo para repararlo. Una pena porque Carlos venía con una seguidilla de buenos rendimientos”.
La ausencia de Sainz significó un golpe para el objetivo de Ferrari de terminar, al menos, en el segundo lugar entre los Constructores. Solo Charles Leclerc salió a enfrentar la carrera qatarí.