Iban 33 giros del Gran Premio de la Ciudad de México, 20ª fecha de la 74ª temporada de Fórmula 1. En la punta se jugaban las estrategias, con Max Verstappen como líder, pero con una segunda parada en boxes segura y Charles Leclerc tratando de batallar con sus armas en un plan de dos detenciones. Pero repentinamente el foco cambió drásticamente por el tremendo golpe que sufrió Kevin Magnussen, con su Haas.
El durísimo accidente se dio entre las curvas 8 y 9 del circuito Hermanos Rodríguez, el auto se espantó y terminó golpeando duramente las barreras de contención. En las repeticiones se pudo ver claramente que al llegar a la variante y montar las cubiertas derechas sobre el piano, la suspensión trasera izquierda estaba rota, con la cubierta doblada. Así, fue imposible para el danés poder dominar su auto, y terminó con un impacto muy duro.
El expiloto de McLaren y Renault se bajó visiblemente aturdido de su destrozado auto del equipo estadounidense y se fue del otro lado de las barreras. Llamó la atención la tardanza de los auxiliares de pista y el coche médico en llegar al lugar, mientras el Haas tomaba fuego. Finalmente, arribaron con extintores para controlar las llamas, mientras dirección de carrera paraba todo con bandera roja.
Magnussen fue trasladado al hospital del trazado para las primeras atenciones y lo mantuvieron en observación. Las primeras deducciones apuntaban a la rotura de la suspensión posiblemente por la temperatura.