El inglés de McLaren fue el más veloz de los entrenamientos en el primer día de la 18ª fecha del Mundial, por delante de la dupla de la Scuderia. El campeón, muy lejos.
Primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto… Max Verstappen no aparece en el clasificador de los entrenamientos del GP de Singapur, 18ª fecha de Fórmula 1. Séptimo, octavo, noveno… No hay caso, el tricampeón ni figura. Hay que viajar hasta el ¡15° puesto para encontrarlo! ¿Sorprende? Increíblemente no. Y los motivos son dos: el flojo presente de Red Bull y que el urbano de Marina Bay es el Waterloo del neerlandés. En el otro extremo, Lando Norris y su McLaren, quien voló y lideró el entrenamiento. ¿Sorprende? Para nada, si el auto de Woking es el mejor del momento.
Al equipo austríaco les caen definitivamente mal los pianos y los baches, algo que hay de sobra en los 4.940 metros del trazado singapurense. Y si para colmo la cita llega en el momento más bajo del RB20… El año pasado, en una temporada de dominio a piacere de los chasis de Milton Keynes, solo hubo una pista en la que no vencieron en toda la temporada: Singapur. Entonces, no extraña para nada que Max hay sufrido en los entrenamientos, pero tal vez nadie lo imaginaba a ¡1s294 de Norris! “Hemos intentado cosas que no han funcionado hoy, particularmente en la segunda tanda de entrenamientos”, dijo Christian Horner, director de Red Bull. “Tenemos mucho que analizar y mucho a lo que darle la vuelta a lo largo de la noche. Hay una gran diferencia entre nosotros y los que están arriba, sobre todo a una vuelta. Aquí la clasificación es muy importante”, agregó. Aunque parezca increíble, el objetivo de Verstappen será meterse en Q3. “No pinta bien el fin de semana. El balance es muy complicado, trataremos de meternos lo más adelante posible en clasificación y aguantar ahí”, dijo un lacónico Checo Pérez, quien fue octavo.
Mientras Red Bull continúa con su sangría que parece no tener fin (Verstappen lleva siete carreras sin ganar, su peor racha desde 2020), McLaren continúa en lo más alto. En el medio, una mala: la FIA determinó que deberá modificar el alerón que los MCL38 llevaron en Bakú y a los que se les generaba un min-DRS por la flexión del elemento superior del ala trasera. Ese elemento no lo portan los autos papaya en Singapur, porque es una pista de alta carga aerodinámica y llevan un alerón más grande. Pero cuando lo vuelvan a usar, tal vez en Las Vegas, ya no podrán flexionarse tanto como se vio en Azerbaiyán, donde ganó Oscar Piastri. Más allá de ese revés legal (la denuncia llegó desde Red Bull), el equipo de Zak Brown sigue marcando el camino y Norris voló en Marina Bay. Marcó 1m30s727 para lidera el día. Piastri, su duro compañero, quedó lejos: quinto a 747 milésimas.
Norris está ante la enésima posibilidad de lograr un fuerte descuento de puntos con respecto a Verstappen. Los errores del inglés, combinados con los del equipo, llevaron a que en el cénit del rendimiento del MCL38 no pudiera descontar todos los puntos que el panorama le abrió. Llegó a Singapur a 59 puntos de Verstappen, quien aún disfruta del colchón que logró en las primeras diez citas del año. Claro, apenas fue el viernes, el primer día de actividad. Norris deberá evitar mancarse en la clasificación, como le ocurrió en Bakú.
La mayor amenaza para el inglés está en Ferrari. Charles Leclerc fue segundo a 58 milésimas. Estaba para quedar primero, pero en el último sector perdió unas milésimas y quedó detrás de Norris. El monegasco es un gran velocistas y candidato a la pole en un trazado en el que la Rossa ganó el año pasado con Carlos Sainz. Y justamente el español quedo tercero, pero en otra historia: a 629 milésimas.
Pasado el primer día, no parece que Mercedes sea una amenaza para nadie en Singapur. George Russel fue séptimo y rompió su FW15 en el final y Lewis Hamilton, 11º. Los que sorprendieron fueron los Racing Bulls, con Yuki Tsunoda en el cuarto puesto y Daniel Ricciardo, quien podría estar ante su última carrera en F1, sexto.