El neerlandés estuvo en Mónaco hasta último momento para el nacimiento de Lily, junto a su esposa, Kelly Piquet.
Max Verstappen llegó a Miami pasadas las 19 del jueves, ya finalizado el día de atención a la prensa que la Fórmula 1 organiza para cada jornada previa a un Gran Premio. El motivo de la ausencia del tricampeón era más que entendible: se subió a su avión un rato después de ser padre por primera vez. En sus redes sociales, el piloto de Red Bull subió imágenes de Kelly Piquet, su esposa e hija del tricampeón Nelson, y de Lily, la pequeña recién nacida.
Se sabía que Kelly tenía fecha para dar a luz en días muy cercanos al GP de Miami, sexta fecha del Mundial. De hecho, cada actividad que Max realizó en los últimos días, con visitas a la fábrica de Milton Keynes incluida, eran con celular abierto y listo para salir de vuelta a Mónaco, donde reside con su familia. Verstappen pasó las dos semanas entre carreras (después de Arabia Saudita) con su esposa. Finalmente, el jueves nació Lily. Vericuetos del destino, la pequeña Verstappen nació el día en el que se cumplió un nuevo aniversario de la muerte de Ayrton Senna.
“Bienvenida al mundo, dulce Lily. Nuestros corazones están más llenos que nunca; eres nuestro mayor regalo. Te amamos mucho”, escribió Max en su cuenta de Instagram.
