El inglés fue el más veloz en los dos entrenamientos de la 14ª fecha del Mundial, por delante de su compañero Oscar Piastri. La pelea en McLaren toma temperatura.
Por estos días, una serie de preguntas envuelve a la Fórmula 1. ¿Quién será campeón, Oscar Piastri o Lando Norris? ¿Cuándo será McLaren campeón de Constructores? ¿Cuál de los dos McLaren ganará más carreras en lo que resta del año? Y la que más morbo genera: ¿cuándo explotará por el aire la interna en el equipo de Woking? Todos aquellos consumidores del Mundial que peinan canas saben que no existe ningún tipo de chance de que la relación Norris-Piastri termine bien. No hay forma, no se puede. Dos gallos en el mismo gallinero, no termina bien. Ejemplos hay de sobre en la historia de la máxima categoría. No va a ocurrir un Senna-Prost, eso ya fue el súmmum, probablemente. Pero está claro que en el team papaya falta solo la chispa, la pólvora ya está regada por el box. Hay un título en juego, el primero para cualquiera de los dos. Todo está latente y en los entrenamientos del GP de Hungría se raspó el fósforo en el rascador cuando quedaron al borde del choque. ¿Qué habrá pasado puertas adentro?
En Hungaroring, Norris fue el más veloz del día, con 291 milésimas de ventaja sobre Piastri, el líder del Mundial con 16 puntos de ventaja. ¿El resto? En otro planeta. El inglés lideró las dos tandas de ensayos y mandó el mensaje claro: después de ser derrotado en Bélgica por el australiano, quiere ganar en Budapest y meterle dudas al líder justo antes de las vacaciones. Está claro que no es fácil entrarle a Piastri. El puntero del torneo es pétreo, áspero, duro, no demuestra emociones y rápido, muy rápido. Norris, en cambio, es permeable, propenso al error y psicológicamente más endeble. Pero cuando Lando está iluminado, vuela. Esos dos estilos dirimirán el Mundial 2025.
Ahora bien, ¿cuándo explotará todo? En Canadá, Norris chocó insólitamente a Piastri. Fue error del inglés y lo asumió. Su pedido de disculpas instantáneo al equipo y a su compañero mitigó el temblor. ¿Piastri se hubiera disculpado así? Mmm. El australiano sabe que la batalla psicológica la gana por un campo. Después de eso llegó Silverstone, donde una sanción rara para el australiano (frenó antes de la reanudación tras el auto de seguridad) lo dejó detrás de Lando. Oscar estaba hecho una furia y hasta dejó entrever que era una cuestión de nacionalidades, un inglés, en la carrera de Inglaterra y en una categoría nacida y cridada en Inglaterra… Pólvora y más pólvora.
Y sí, en Hungría se raspó el fósforo. Sobre el cierre de la segunda tanda, Piastri marchaba en vuelta lanzada por la pista y se encontró con Norris, quien salía de boxes. La tremenda bloqueada del inglés evitó el golpe que, ahí sí, hubiera provocado el incendio absoluto. Algún grito habrá habido en el campamento de McLaren. Será clave el trabajo de Andrea Stella, el director del equipo, para apaciguar las aguas. Los antecedentes no lo ayudan. Un año atrás, justamente en Hungría, Piastri lograba su primera victoria en F1 después de una novela de órdenes de equipo que chocaban con los berrinches de Norris. Finalmente, el inglés levantó y Oscar ganó. Otra vez Hungría puede marcar un corte en la interna, porque los pupilos de Woking luchan por el título, se vienen las vacaciones y el que se lleve el triunfo de Hungaroring saldrá fortalecido para el parón.
¿Y el resto?
Charles Leclerc volvió a ser el más cercano a los McLaren. El monegasco viene de completar el podio de Bélgica y fue tercero en los ensayos húngaros. Detrás, la sorpresa: los Aston Martin. Lance Stroll fue cuarto y Fernando Alonso, quinto. Muy destacable lo del español, quien no participó de la primera sesión (giró Felipe Drugovich) por los dolores que sufre en su espalda. Con 44 años recién cumplidos, el asturiano sigue dando muestras de su talento.
La decepción fue Max Verstappen. Un dato: ¡perdió con Yuki Tsunoda! El japonés fue noveno y podrá salir a festejar que, al fin, aunque sea una vez, quedó por delante del tetracampeón. ¿Y el neerlandés? Allá lejos y revoleando toallas. ¿Cómo? Sí, alguien se olvidó una toalla adentró del RB21 y Max la tiró en el medio de la pista. La posición: 14º, quejándose agriamente del balance (o desbalance) de su auto. Bien (como casi todo el año) Isack Hadjar (octavo) y muy mal Williams, con Carlos Sainz en el 16º lugar y Alex Albon, 18º.
Este sábado se disputará la tercera tanda de entrenamientos y, luego, la clasificación para la carrera del domingo, día para el que se anuncia lluvia por la mañana.
El piloto de Red Bull y un insólito incidente en plena práctica 2 en Hungría.