El australiano había perdido con el inglés en cada salida a pista, pero cuando llegó el primer punto importante, el líder del Mundial pegó un golpe en la mesa. Max Verstasppen, tercero.
Oscar Piastri estaba agazapado, tranquilo. El líder del Mundial quedó lejos de los flashes del primer día del GP de Gran Bretaña. El rostro iluminado por los destellos era el de su compañero Lando Norris, quien apabulló en cada salida a pista en los dos primeros entrenamientos. El inglés, quien llegó en alza al parón de vacaciones después de su triunfo en Hungría, había mostrado toda su velocidad y poderío. El australiano, tranquilo, expectante, trabajando.
El sábado arrancó como se había terminado el viernes, con Norris otra vez arriba y Piastri a su estela, a 292 milésimas. Con semejante andar, ¿quién era el máximo candidato a quedarse con la pole position para la 15ª fecha de F1? Y sí, don Lando pagaba dos pesos. Pero…
Ya en Q1, Oscar mandó un mensajito, chiquitito, porque era una instancia que los McLaren podría haber superado hasta girando en tres ruedas. La diferencia que tienen los autos de Woking con el resto es enorme. En Q2, Norris volvió a mandar. Y llegó Q3, la definitiva, el primer momento importante del fin de semana, apareció Piastri, el granítico líder del Mundial, el que nada le rompe los esquemas. El australiano clavó 1m08s662 para quedarse con su quinta pole position en F1, todas logradas este año. ¿Y Norris? Perdió por ¡12 milésimas! Nada, una baldosa, pero suficiente para que el líder del Mundial pique desde el primer cajón en la carrera de este domingo.
“Llegué al máximo en el momento justo, todo el fin de semana me sentí bastante bien, pero hubo un par de curvas en las que no podía ir más rápido. Realmente no fui más rápido en esas curvas, pero encontré algo más en otros lugares, así que estoy muy contento de haber conseguido este resultado. Obviamente, mañana todavía tenemos todos los puntos en juego, pero hasta ahora parecía que iba a ser un fin de semana complicado, así que estoy muy contento con esto", dijo Piastri después de su pole.
Consultado sobre cómo sobrellevó el trabajo hasta la qualy, estando detrás de Norris, fue claro: “Simplemente sigues mejorando, una de las cosas buenas de tener esta práctica es que tienes tiempo para trabajar en ello. Simplemente mejoré las partes en las que ya no estaba mal y compensé la diferencia. Aún quedan cosas por mejorar y en las que trabajar, pero en general estoy muy contento”.
Norris, en tanto, trató de bajarle el tono a la derrota de la clasificación. Tal vez para convencerse a sí mismo, porque se sabe, la fortaleza mental es el gran talón de Aquiles del inglés. “Fue reñido todo el fin de semana, así que fácilmente podría ir en una u otra dirección. Sí, podría estar un poco decepcionado por no conseguir la pole, pero tampoco es el fin del mundo. Con este viento, gran parte de la culpa es de la suerte. Hice una buena vuelta. Estoy en una buena posición y estamos en una buena pelea”, confesó Lando, quien llegó a Países Bajos a nueve puntos de Piastri en la tabla.
¿Quién reirá último? Todavía quedan 72 vueltas para cerrar el fin de semana neerlandés. En los papeles, no existen resquicios como para que el triunfo no sea de un McLaren. Tal vez la lluvia anunciada para este domingo en Zandvoort pueda cambiar el panorama, pero la pelea estará entre los chicos del equipo de Woking. Las reglas papaya marcan que tienen libertad para pelear y para elegir estrategias. Esta última parte la aclararon los popes del team después del extraño giro de Hungría que le dio en triunfo en bandeja a Norris. Solo algo está prohibido: no se pueden tocar. Todos en F1 saben perfectamente que ese momento llegará. En realidad ya ocurrió en Canadá, cuando Lando le pegó a Piastri. Pero los daños fueron menores. La curva Tarzán, la primera de la pista neerlandesa, recibirá a Piastri y Norris cuando los semáforos se apaguen. ¿Quién llegará en punta? ¿Pasarán los dos? ¿Quién reirá último? Preguntas que tendrán respuesta en la carrera.
