El argentino llega al GP de Azerbaiyán, 17ª fecha de F1, con su futuro en Alpine en duda y envuelto en rumores que quiere mantener lejos.
Las calles de Bakú son especiales para Franco Colapinto. Fue allí donde llegó por primera vez a una Q3 en F1 y el lugar en el tuvo su bautismo en la zona de puntos. Todo ocurrió en el GP de Azerbaiyán de 2024, su segunda competencia en el Mundial con Williams. El tiempo pasó y el argentino está de vuelta en la pista, pero en otro contexto. Sufriendo con el A525 de Alpine, el auto más débil de la categoría, y envuelto en rumores sobre su incierto futuro. Flavio Briatore, el hombre fuerte del equipo de Enstone, lo criticó duramente en Zandvoort, durante el GP de Países Bajos y una semana después lo mimó en Monza. Hay algo que el italiano dejó claro: a fin de octubre se anunciará al compañero de Pierre Gasly para 2026.
Mientras tanto, Colapinto convive con el ruido generado a su alrededor. Es que, más allá del flojísimo rendimiento del auto, el bonaerense tuvo un comienzo muy difícil, sin confianza en el coche y con un andar sin consistencia, más allá de algunos chispazos. La mejora personal llegó a partir de Hungría. En las tres últimas competencias, Franco tuvo actuaciones convincentes, dentro del contexto de lo que permite el enclenque andar de la escudería. Pero encontró confianza en el coche, consistencia y paridad con Gasly.
Ya en Bakú, el argentino habló con ESPN sobre ese runrún que hay sobre su futuro: “No se puede controlar lo que pasa alrededor. Ese ruido externo no me está influyendo mucho. Hay que saber controlarlo. Hay muchas expectativas y gente que quiera que me vaya bien y cuando no sale, hay críticas. Estamos intentando hacer lo máximo para mejorar. No estamos en la posición que queremos, no sumamos puntos y estamos últimos, no es un buen año. Pero en lo personal lo importante es seguir mejoran do con el auto y ser más consistente y lo estoy encontrando de a poco. Vendrán mejores circuitos, con esta recta larga costará este fin de semana”, contó.
El argentino sumó sus primeros puntos en F1 en el callejero de Bakú, aunque sabe que este año todo será más difícil con el Alpine.
El desafío de Azerbaiyán aparece como una empresa difícil para Alpine. El trazado urbano diseñado por Hermann Tilke está ubicado en el corazón de la ciudad y tiene 20 curvas (12 hacia a la izquierda y ocho, a la derecha). La recta principal tiene 2.200 metros de extensión y se alcanzan velocidades que rozan los 350 km/h. Justo el talón de Aquiles del Alpine: la velocidad por la falta de potencia del motor y la tardanza en la recarga de baterías para el impulsor eléctrico. El trazado de 6.003 metros se completa con una zona técnica y angosta que tiene como punto más estrecho la octava curva, la del castillo, con 7,60 metros de ancho (se transita a 86 km/h).
“Fue muy positivo andar tan bien el año pasado en un circuito como Bakú, de los más complicados del calendario, fue muy bueno para mi futuro. Contento de estar de vuelta acá, hay que ver qué pasa este fin de semana. Será más difícil que el año pasado en cuanto a performance por la larga recta. Nuestro auto no es el mejor y en un callejero con muchos baches, el coche es muy duro y no los copia bien. Trataremos de encontrar los detalles y maximizar las oportunidades que aparezcan”, cerró Colapinto.
El argentino habló con ESPN en la previa al GP de Azerbaiyán, 17ª fecha de la temporada 2025 de F1.
