El inglés se golpeó fuerte el viernes y durante la qualy avisó por radio que no se tenía confianza; sin embargo, sacó una vuelta memorable y logró la pole position. Max Verstappen largará segundo.
Batacazo. Alto, ¿acaso George Russsell no está capacitado para hacer una pole position? Por supuesto que sí, es uno de los pilotos top de la Fórmula 1 y está en uno de los equipos más poderosos, aunque de capa caída en los últimos años, pero siguen siendo las Flechas de Plata.En la baraja previa a la clasificación del GP de Singapur, 18ª fecha de la temporada, la carta del inglés estaba muy por debajo. Los favoritos estaban por otro lado, muy lejos de las huestes de la escudería de Brackley. Tanto, que hasta alguno se animaba a poner a Fernando Alonso en el tapiz del juego después de su buen viernes.
Max Verstappen, Lando Norris, Oscar Piastri… La nómina de aspirantes no salía de la lógica del Mundial 2025. Especialmente por un detalle para nada menor: Russell mismo no se tenía fe. El viernes del inglés se terminó antes de tiempo, después del golpazo que le pegó a la pared en el segundo entrenamiento, dejando su W16 muy dañado en la trompa. El ex-Williams tenía tarea extra para el sábado: reconstruir su confianza para volver a desafiar los muros en el tortuoso trazado urbano de Marina Bay.
En la tercera práctica fue tercero, justo por delante de su compañero Kimi Antonelli. La señal era buena para los muchachos dirigidos por Toto Wolff: el auto respondió bien en la pista. Pero de ahí a pensar en la pole position había un trecho enorme.
En el arranque de la qualy, Russell fue segundo en Q1. En el medio de la tanda avisó por radio que no sentía confianza en esa misma fatídica curva del viernes. Pero quedó primero en la Q2. Y al llegar el momento decisivo de Q3, el piloto de Mercedes metió una vuelta memorable. En medio de una jornada en el que las diferencias de contaban de a pequeños puchitos de décimas, el británico clavó 1m29s158. Bestial. Verstappen metió su Red Bull a 182 milésimas. Ya nadie podría bajar ese registro de Russell, quien firmó su séptima pole position y la segunda del año tras la conseguida en Canadá.
“Es increíble estar en la pole position. Ayer (por el viernes) fue un día muy desafiante por muchas razones diferentes, pero es bueno volver y obtener un buen resultado. La carrera será larga y sudorosa, pero sabía que el coche tenía potencial. Kimi (por Antonelli, su joven compañero) estuvo haciendo un trabajo increíble todo el fin de semana y, de hecho, he cambiado mucho desde que lo vi ayer por la tarde. Estoy muy contento de estar en la pole”, dijo Russell, quien buscará su quinto triunfo en la máxima categoría. Su chance es grande, porque en diez de las 15 ediciones del GP singapurense, el ganador largó desde el primer cajón.
“No me voy a dejar llevar por esta pole position, es el mejor lugar para empezar y hay una buena ventaja en la pole aquí, así que me gustaría pensar que puedo mantener el liderato en la curva uno. Singapur no ha sido muy amable conmigo en el pasado y eso ha sido por mi propia culpa la mayor parte del tiempo”, cerró Russell, con el fresco recuerdo de su error del primer día.
En la largada le tocará bailar con uno de los más complicados: Verstappen. El neerlandés largará segundo y tiene dos motivos para ir por todo: para seguir en su envión para pelear un título que hasta hace dos carreras parecía utópico y para ganar en la única pista del calendario en la que jamás ganó. Para eso deberá superar el dueño de la pole, uno que no estaba en los planes de nadie y que apenas 24 horas antes estaba juntando pedacitos de su Mercedes en la pista.
