El argentino habló tras los entrenamientos del GP de la Ciudad de México, se sintió conforme con su trabajo, pero sigue sufriendo con el Alpine.
Pasó el primer día del GP de la Ciudad de México, 20ª fecha de Fórmula 1, y Franco Colapinto volvió a sufrir con los crónicos inconvenientes de su Alpine. El argentino había sido noveno en la primera tanda, con nueve novatos en pista, pero cuando llegó la segunda sesión y aparecieron todos los titulares, el bonaerense cayó a 18º.
“La FP1 me costaba encontrar el ritmo, el auto es súper duro, con los pianos es inmanejable. Mejoramos un poco, pero seguimos teniendo los mismos problemas y por eso estamos tan atrás”, analizó Colapinto en declaraciones a ESPN.
La dureza en la suspensión del A525 es un problema sin solución. Lo vivieron en el bacheado Singapur y Austin. El problema es que, si se ablanda la suspensión, se pierde carga aerodinámica. Ese combo genera pérdida de velocidad y rendimiento.
“En lo personal fue un día bueno. Uno de mis mejores viernes. Vamos a intentar estar mejor para el resto del fin de semana”, dijo para cerrar el piloto argentino. El margen de mejora para el A525 no es muy grande. El objetivo máximo al que pueden aspirar es tratar de cruzar la barrera de Q1 para llegar a Q2, un listón elevado para estos días de vacas escuálidas en Enstone.
