Después de dominar el primer día en el Hermanos Rodríguez, el neerlandés dijo que no se ve candidato por cómo anda su Red Bull. El inglés de McLaren avisó que están detrás. ¿Batalla psicológica?
Cuando el premio de la batalla es un título del mundo, todas las estrategias son válidas mientras no se pasen de la raya que marca la normativa. Con cinco Grandes Premios para terminar la 76ª temporada de Fórmula 1, el campeonato arde desde que Red Bull resucitó a su RB21 y Max Verstappen se convirtió en un voraz vencedor. La remontada del equipo austríaco y el tetracampeón fue directamente proporcional a la caída en el rendimiento de McLaren. Así, los 104 puntos que separaban a Max de Oscar Piastri tras el GP de Países Bajos, 15ª cita, pasó a 40 tras la competencia de Estados Unidos, 19ª carrera. Así llegaron al GP de la Ciudad de México: Piastri, líder con 346 puntos, Lando Norris como escolta con 332 y Max, al acecho, con 306.
Así salieron el viernes al primer día de entrenamientos, inusual por los nueve novatos que formaron parte del primer ensayo. De hecho, Verstappen y Norris lo vivieron desde boxes. Ya en la segunda salida, con todos los titulares sobre sus autos, el neerlandés fue el más veloz. Entre los contendientes a la corona, el inglés de McLaren fue cuarto, a 251 milésimas y Piastri, 12º, a 840. La arremetida de Max esbozó así un nuevo capítulo, pero…
Red Bull sigue metiendo mano en su RB21. Mientras en McLaren, ya campeones de Constructores, frenaron el desarrollo del MCL39 para poner todo el esfuerzo en el auto de 2026, en Milton Keynes no terminan de apagar el horno y siguen cocinando actualizaciones. Las necesitan para dar un zarpazo que quedaría en la historia. Al Hermanos Rodríguez llegaron con cuatro retoques: esquina delantera para la refrigeración de frenos, cubierta de motor, carga local en el suelo y borde del piso. Y Max dominó el ensayo, sin embargo, aseguró que, así como está, no es candidato para el fin de semana mexicano. ¡Cómo!
“A una sola vuelta estuvo bien, pero el resto fue horrible... cero agarre", dijo Verstappen después de dominar el viernes. "No había equilibrio, no había agarre... y ésa es la mayor preocupación. En cuanto consigues hacer un giro estable, los neumáticos se sobrecalientan. Estábamos dispersos. Así no se gana la carrera. Se puede ser rápido en la vuelta rápida, pero si el ritmo es pésimo, las cosas se complican. Así que prefiero ser rápido en carrera y no en la vuelta rápida”, agregó.
Helmut Marko, asesor deportivo en el team de las bebidas energizantes, apoyó la moción. “Todos los problemas que vimos hoy estaban relacionados con problemas de equilibrio y agarre. No tienen nada que ver con las temperaturas. Max iba claramente detrás de Norris. Hay problemas evidentes, pero es sólo viernes, quizás podamos salir de esto”.
¿Guerra psicológica? ¿Estrategia? ¿Juegan a las escondidas? En el otro rincón, Norris también tiró la pelota al tejado ajeno. “Vamos un poco por detrás, así que definitivamente tenemos trabajo por hacer. El balance está un poco desequilibrado, igual que las últimas semanas. A una vuelta estamos teniendo algunas dificultades ahora mismo”, avisó Lando.
El que peor la está pasando últimamente es el que más puntos tiene: Piastri. Pero todo lo que pasó el viernes puede quedar rápidamente en el olvido en la clasificación. Ahí se terminará el misterio y todos pondrán lo mejor, sin esconder. Verstappen parece estar mejor para la qualy y peor para la carrera. Norris, lo inverso. Y Piastri, en otro mundo. El domingo llegará la carrera y cuando suenen los himnos en le podio habrá que ver a quién le crecerá la nariz como a Pinocho o si estaban diciendo la verdad.
