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Lando Norris ganó el sprint de San Pablo y potenció su sueño de campeón

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Lando Norris ganó la sprint del GP de San Pablo (1:25)

Lideró las 24 vueltas sin problema alguno, Antonelli y Russell cruzaron la línea de meta detrás de él. Verstappen terminó cuarto, Gasly octavo y Colapinto abandonó luego de un choque. (1:25)

El inglés dominó de punta a punta la carrera corta y aprovechó el abandono de Oscar Piastri para aumentar su diferencia en la cima de F1.

Cuestiones del destino, tal vez. Un año atrás, Lando Norris perdía definitivamente su chance de lograr su primer título en el GP de San Pablo. El inglés venía de arremetida contra Max Verstappen y largaba desde la pole, con el neerlandés en el cajón 17. El diluvio del domingo hizo que el piloto de McLaren prácticamente no pudiera llevar el auto por lo gris y el tetracampeón selló un triunfo inolvidable. Una temporada después, Lando puede llegar a dar el golpe decisivo en la temporada 2025, especialmente después de haber ganado el sprint.

Es cierto, apenas son ocho puntos los que otorga ganar una carrera corta. Pero el valor estás más allá. Son los contextos y los momentos los que pueden determinar un final. Porque Norris está, probablemente, en el momento más alto de su temporada. Viene de apabullar en México, logró la pole para el sprint de Brasil y lo ganó de punta a punta. Su principal rival está en la casa propia: es su compañero Oscar Piastri. Y el australiano es la antítesis. Está en su etapa de peor rendimiento del año, con errores que no había cometido antes y su ilusión se esta derrumbando.

El australiano se pegó dos veces en Bakú, sufrió con el rendimiento en el GP de México y en Brasil terminó contra la pared en la sexta vuelta del sprint después de pisar el piano interno de la salida de la S de Senna. El agua que se había acumulado por la lluvia de la madrugada se esparció sobre la pintura y, al pisar la zona, perdió su MCL39 y terminó contra la pared. Un eslabón más de los yerros que últimamente cometió el de Melbourne, en el momento más caliente de la lucha por el título.

Norris es la antítesis. Sus reconocidos pasos en falso, sus yerros grandes y pequeños, esos que le costaron algunas posiciones en clasificaciones, parecen haber quedado guardados en el baúl de los recuerdos. Está firme y ni el agua de los pianos lo incomodó. El éxito le sirvió para estirar a nueve puntos la diferencia con Piastri, pequeña, es cierto, pero potente por el contexto y los momentos puertas adentro de Woking. Porque además, el cuco Verstappen, quien venía de remontada, se frenó. Su RB21 no respondió como esperaba, se quejó por el grip todo el fin de semana (calificó a su auto de inmanejable) y apenas fue quinto, para sumar cinco puntos. Se acercó al australiano, pero perdió terreno con Norris, quien en San Pablo puede terminar de dar un golpe en la mesa que será mucho fuerte que el que Piastri se dio contra la pared.

Detrás de Norris llegó Kimi Antonelli. El joven e impetuoso italiano presionó en el final de la carrera con su Mercedes, calzado con neumático medios, contra los cansados y avejentados blandos de Norris, quien optó por cambiar de compuesto en el período de bandera roja que siguió los accidentes de Piastri, Nico Hülkenberg y Franco Colapinto. Al boloñés le faltaron un par de vueltas más para poder atacar más firmemente. George Russell completó los tres primeros de la carrera. Este mismo sábado por la tarde será la clasificación. Norris querrá asestar otro fuerte impacto.