Los dos pilotos de la Scuderia abandonaron el GP de San Pablo y complicaron las chances de ser subcampeones de Constructores. El monegasco estaba mejor, pero recibió un golpe de carambola. El inglés tuvo una carrera olvidable.
A las 17.40, el último grupo de la troup de Ferrari baja las escaleras que conducen del paddock al estacionamiento. Charlan poco entre ellos. Una de las mujeres del contingente habla del viento fresco que soplaba en el atardecer paulista, raro para la habitual calurosa ciudad. De a apoco se van acercando a las combis que los trasladarán. Ninguno huele a champán, es que ni cerca estuvieron de llegar al podio. La Rossa vivió un domingo muy magro en Interlagos, 21ª fecha de Fórmula 1. Por tercera vez en el siglo XXI se fueron de Brasil sin anotar en la competencia principal del domingo (2003 y 2019 habían sido las anteriores).
Charles Leclerc y Lewis Hamilton debieron abandonar en la carrera. Por diferentes motivos, ciertamente. El monegasco se vio involucrado en una carambola en la que, sin comerla ni beberla, le destruyó la suspensión delantera de su SF-25. Fue en el relanzamiento tras el auto de seguridad de la primera vuelta, cuando Oscar Piastri se tiró por adentro a pasar a Kimi Antonelli y Leclerc buscaba la maniobra por afuera. Llegaron los tres juntos a la primera curva, el australiano le pegó al italiano y, de rebote, el de Mónaco recibió el topetazo del de Mercedes.
Leclerc largaba tercero y tenía opciones para luchar, al menos, por un lugar en el podio. No mucho más con el rendimiento de Ferrari en 2025. Pero sumar puntos era casi una fija. "Oscar era optimista en la maniobra, pero creo que Kimi sabía que Oscar estaba por dentro y tomó la curva como si Oscar nunca hubiera estado allí. Para mí, la culpa no recae toda en Oscar; fue optimista, pero esto podría haberse evitado. Estoy frustrado. Al fin y al cabo, no estoy enojado con ninguno de ellos, estas cosas pasan. No llegaría a decir que todo es culpa de Oscar, no creo que lo sea", fue el resumen de Leclerc.
Hamilton no la pasó para nada mejor. En la primera vuelta estuvo envuelto en una ajustada maniobra con Carlos Sainz, en la que no hubo sanción, y después se llevó puesto a Franco Colapinto en plena recta. Insólito e ilógico lo que ocurrió. El alerón delantero de la Ferrari del heptacampeón se destruyó y debió entrar a cambiarlo. Con el par de roces, algo quedó mal en al SF-25 y finalmente Lews (fue sancionado con cinco segundo por el choque al argentino) guardó su auto.
El monegasco se encontró con Antonelli que previamente tuvo un toque con Piastri debido a una bloqueda del australiano.
“Llevo tiempo viviendo esta pesadilla”, dijo Hamilton, quien es local en Brasil. Durante el desfile de pilotos se mostró con una bandera brasileña y cada vez que aparecía en las pantallas gigantes era ovacionado por el público. “Estoy en un vaivén entre el sueño de correr para este increíble equipo y la pesadilla de los resultados que hemos obtenido", dijo, tajante, en declaraciones a Sky Sports.
“Mañana me levantaré, seguiré entrenando y trabajando con el equipo. Tenía muchas ganas de conseguir buenos puntos para ellos este fin de semana, pero volveré con todas mis fuerzas en la próxima carrera e intentaré recuperarme", cerró Lewis.
El doble abandono condicionó las chances de subcampeonato de Ferrari en el Mundial de Constructores. Se fue de Brasil a 36 puntos de Mercedes, que celebró el segundo lugar de Kimi Antonelli y el cuarto de George Russell.