Oleksandr Usyk y Daniel Dubois pelearán el 26 de agosto en Polonia por los títulos de peso pesado FIB, OMB y AMB de Usyk. Timothy Bradley explica cómo tras esta pelea entenderás la decisión de Tyson Fury, campeón pesado del CMB, de evitar al monarca unificado ucraniano.
La fuerza impulsora detrás de la carrera de un peleador va más allá de su habilidad y talento: proviene de lo más profundo de su corazón. Ya sean valientes o tímidos, los peleadores todavía sienten miedo y se calzan de la misma manera. Pero lo que distingue a los mejores de los mejores es cómo enfrentan las adversidades que les depara la vida. Se enfrentan a sus miedos de frente, sin retroceder nunca, manteniéndose erguidos y contraatacando. Por otro lado, los tímidos ceden a la presión, ceden a la ansiedad y se debilitan, evitando conflictos intensos.
Si bien a menudo juzgamos a los boxeadores por sus logros y habilidades físicas, como fuerza, velocidad y potencia, su historia es mucho más profunda de lo que parece.
Sorprendentemente, incluso los peleadores que parecen confiados y robustos pueden tener inseguridades ocultas bajo su barniz de invencibilidad. Cuando su escudo aparentemente impenetrable se rompe, su vulnerabilidad y sus luchas internas salen a la luz. La presión y el peso sobre los hombros de un boxeador cuando sube al ring de boxeo no tienen paralelo. A diferencia de otros deportes, el boxeo ofrece sólo un descanso de un minuto entre asaltos. No hay descansos de entretiempo, unidades intravenosas ni oxígeno disponible si se deshidratan, se cansan o se agotan durante una batalla intensa. No existen soluciones rápidas para reparar un corte.
El boxeo es un deporte brutal que encarna el espíritu de los gladiadores. Celebra la valentía mostrada a través de la sangre que gotea de la nariz o la cara de un peleador, derribos y nocauts. Sin embargo, la gente suele pasar por alto el profundo impacto que el costo físico del boxeo tiene en la mentalidad de un pugilista. Va más allá de la superficie, atraviesa su ego y despoja su confianza condicionada, especialmente después de una derrota.
Y dicho todo esto, esto es lo que tenemos en la defensa del título de peso pesado de tres cinturones de Oleksandr Usyk contra el retador obligatorio Daniel Dubois. Usyk es decidido, concentrado y de élite en el deporte, tanto mental como físicamente. Dubois busca el aire de invencibilidad que alguna vez tuvo. Un sentimiento que se desvaneció en 2020. Desafortunadamente, a veces la persecución parece estar fuera de lo posible.