MÉXICO -- Los Miami Dolphins parecen perfilarse a una campaña con récord negativo luego de perder talento considerable durante la temporada baja, sin embargo, en caso de fracasar todas las flechas apuntarán hacia dos nombres en específico: el entrenador en jefe Adam Gase y sobre todo el mariscal de campo Ryan Tannehill.
La labor de Tannehill no será nada sencilla, deberá retomar el nivel que mostró en el 2016 cuando guió a los Dolphins a una sorpresiva aparición en los playoffs, en los que no pudo participar tras lastimarse la rodilla, y lo tiene que conseguir luego de perderse todo el 2017 por lesión.
Por su parte, Gase --conocido como un gurú ofensivo-- ha tenido el ataque de Miami en los lugares N° 17 y 28 en puntos anotados y N° 24 y N° 25 en yardas producidas en sus dos temporadas al frente de Miami, así que tienen una enorme presión por producir mejores estadísticas si quiere prolongar su estadía al sur de la Florida.
A continuación, te presentamos las cinco interrogantes que deben responder los Dolphins en la temporada regular del 2018:
¿Cuánta paciencia más habrá para Ryan Tannehill?
Tannehill llegó a Miami en el 2012 con una enorme presión en los hombres tras convertirse en tercer el mariscal de campo reclutado en la primera ronda del draft en la historia de la franquicia, uniéndose a Bob Griese y Dan Marino, quienes son miembros del Salón de la Fama y sus números han sido retirados por la franquicia.
Las expectativas sobre Tannehill inevitablemente eran altas y hasta la fecha acumula una marca 37-40 completando el 62.7 por ciento de sus pases (1,653 de 2,637) para 18,455 yardas con 106 touchdowns y 66 intercepciones, sin ninguna selección al Pro Bowl y mucho menos al primer equipo All-Pro.
Es cierto que Tannehill mejoró bajo la dirección de Gase, estableciendo una marca personal en el 2016 al completar el 67.1 por ciento de sus pases, no obstante, terminó con la segunda menor cantidad de pases de touchdown de su carrera con 19.
Los Dolphins serán el equipo de Tannehill en el 2018 ya que tampoco hay demasiado en la posición, con Brock Osweiler, David Fales y Bryce Petty; pero Tannehill tampoco debe sentir que tiene demasiado margen de maniobra, Miami puede apostar nuevamente por un mariscal de campo en el próximo draft y poner fin a sus días como titular en el 2019.
¿Quién será el corredor principal en el ataque terrestre?
De alguna manera el backfield de los Dolphins parece haber mejorado, Kenyan Drake, líder corredor de la temporada pasada regresa, además sumaron a los veteranos Frank Gore y Jeremy Langford para apuntalar una posición que la temporada pasada se ubicó en la posición N° 29 de la liga con apenas 1,388 yardas.
Miami podría utilizar un sistema de corredor por comité con Drake como el N° 1 y Gore sumando una cantidad importante de acarreos a pesar de su veteranía, mientras Langford y el novato Kalen Ballage competirán por tener toques de balón detrás de ellos.
Si bien es cierto que Gore estadísticamente tuvo mejores números el año pasado que Drake, con 261 acarreos para 961 yardas por 133 para 644 yardas --ambos con tres touchdowns--, el número que podría marcar la diferencia es el de yardas por acarreo que favorece a Drake con 4.8 a 3.7.
¿Cómo colmarán los Dolphins el vacío que deja Ndamukong Suh en la defensiva?
De alguna manera los Dolphins confían en su línea defensiva luego de no reclutar ningún refuerzo durante el draft. Esta temporada baja sumaron a los veteranos Robert Quinn y Akeem Spence, quienes se unen a una unidad encabezada por Cameron Wake y que incluye a Andre Branch, William Hayes, Davon Godchaux, Jordan Phillips, Charles Harris.
El año pasado, Miami se ubicó en la posición N° 14 en yardas terrestres permitidas con 1,768 y N° 16 contra el pase al admitir 3,603 yardas, cifras nada envidiables a pesar de tener a Suh en la plantilla así que es factible pensar que el coordinador Matt Burke diseñó una rotación entre sus tackles para mantener fresca la posición a lo largo de los partidos para sellar el centro de la defensiva.
¿Cuánto extrañará la ofensiva a Jarvis Landry?
Los Dolphins enviaron a Jarvis Landry a los Cleveland Browns a cambio de una selección de cuarta ronda del draft --con la que reclutaron al ala cerrada novato Durham Smythe-- y una séptima ronda del 2017, un precio demasiado bajo por un receptor que tuvo 987 yardas recibidas y ocho touchdowns la temporada pasada y que se perfila para convertirse en uno de los mejores en su posición.
Sin embargo, la ausencia de Landry podría no ser tan dolorosa para Miami después de todo el mismo receptor reconoció recientemente que no tenía una buena relación con Tannehill con quien se combinó para 11 recepciones de touchdown en tres temporadas, mientras que en poco más de una campaña, en ausencia de Tannehill por lesión, Landry sumó 11 touchdowns jugando junto a Matt Moore y Jay Cutler.
Sin Landry, los Dolphins confiarán en DeVante Parker y Kenny Stills para llevar la carga ofensiva del equipo junto al veterano recién adquirido Danny Amendola.
¿Cuánto crédito le resta a Adam Gase como entrenador en jefe de los Dolphins?
Gase ha sido luz y sombra para Miami en sus dos temporadas con el equipo, acumulando un récord 16-16 y una aparición en playoffs tras siete años de ausencia.
La ofensiva de los Dolphins no ha logrado explotar bajo la dirección de Gase, pero en su defensa podemos argumentar que no tuvo a su mariscal de campo titular la temporada pasada y tuvo que improvisar previo al inicio de la temporada regular con Cutler.
Es cierto que la tercera temporada será crucial para Gase pero no veo bajo ninguna circunstancia que terminé su estancia en Miami después del 2018 a menos que veamos una catástrofe 0-16 o algo por el estilo, salvo una eventualidad, creo que seguirá cómodo con los Dolphins al menos un par de campañas más.