Los Arizona Cardinals arrancarán el 2018 en medio de incertidumbre luego de múltiples cambios en la organización durante la temporada baja.
Primero, el entrenador en jefe Bruce Arians y el mariscal de campo titular Carson Palmer anunciaron sus retiros de la NFL, lo que obligó a Arizona a reforzar ambas posiciones, dando la oportunidad de debutar como coach a Steve Wilks --quien ha sido asistente defensivo desde el 2006-- y reclutando al pasador Josh Rosen con la décima selección global del pasado draft.
Por si fuera poco, el gerente general Steve Keim fue suspendido cinco semanas y multado con 200,000 dólares tras declararse culpable de conducir intoxicado luego de ser arrestado el 4 de julio. Sin duda, son eventos que tendrán impacto inmediato en la campaña de Arizona.
A continuación, te presentamos las cinco interrogantes que deben responder los Cardinals en la temporada regular del 2018:
¿Será el último rodeo de Larry Fitzgerald?
El receptor abierto estelar ha coqueteado con el retiro en los últimos años así que la posibilidad que esta sea su última campaña es latente, sin embargo, a pesar de tener 35 años de edad su producción ha estado lejos de ir en declive.
Del 2012 al 2014, Fitzgerald no rebasó la barrera de las 1,000 yardas recibidas e incluso tuvo una temporada de dos recepciones de touchdown, la cifra más baja de toda su carrera. Sin embargo, desde el 2015 esa barrera ha sido superada por Fitzgerald, quien acumula 21 recepciones de touchdown en ese periodo además ha jugado los 16 partidos en cada uno de los últimos tres años luego de perderse dos juegos en el 2014.
No es un secreto que Fitzgerald quiere ganar un anillo de Super Bowl antes de retirarse y si Rosen muestra suficiente talento como para darle una oportunidad de alcanzar los playoffs a Arizona, el veterano receptor podría replantearse sus planes a futuro y mantenerse activo, en caso contrario entonces el 2018 será el último año de Fitzgerald en la NFL.
¿Iniciará algún partido Josh Rosen esta temporada?
La respuesta corta es sí. No obstante, Rosen ha tenido una pretemporada discreta a pesar que muchos lo siguen considerando el mariscal de campo mejor preparado para la NFL en esta generación del draft. Hasta el momento sus números no son espectaculares, 16 pases completos en 29 intentos para 148 yardas y un touchdown, sin intercepciones.
Para ser titular, Rosen debe superar al veterano Sam Bradford, quien viene de perderse la mayor parte del 2017 con los Minnesota Vikings por una lesión de rodilla.
Las lesiones han sido una constante en la carrera de Bradford así que es muy probable que se pierda algunos juegos esta campaña, lo que abrirá la puerta para Rosen. Pero, suponiendo que se mantenga sano todo el año, otro factor a considerar con Bradford es su inconsistencia y para muestra tenemos su participación esta pretemporada en la que tuvo dos juegos sin fallar un solo pase y en su salida más reciente sólo completó uno de cuatro intentos frente a los Dallas Cowboys, partido en el que no vimos a Rosen.
¿Extrañará la defensiva a Tyrann Mathieu?
Luego de su tormentosa carrera colegial en LSU --de donde fue echado-- los Cardinals ignoraron todas las banderas rojas alrededor de Mathieu y lo reclutaron en la tercera ronda del draft en el 2013 y tras cinco temporadas en general positivas, el club lo dejó en libertad tras negarse a aceptar una reducción salarial, lo que dejó el camino libre para que firmara con los Houston Texans.
En cinco campañas, Mathieu se perdió 14 de de 80 partidos con Arizona, pero produjo 281 tacleadas, cuatro capturas, cuatro balones sueltos forzados, un balón suelto recuperado, 11 intercepciones y un touchdown defensivo, formando una dupla peligrosa con el esquinero estelar Patrick Peterson. Sin Mathieu, Budda Baker y Rudy Ford son los favoritos para hacer pareja con Antoine Bethea, incluso Tre Boston podría ser parte de la competencia.
No obstante, aunque Arizona no tiene problemas de profundidad para reemplazar a Mathieu, es poco probable que encuentren su producción en alguno de ellos.
¿En qué nivel regresará David Johnson?
Posiblemente esta sea la pregunta que más interese a todos aquellos que gustan del Fantasy Football.
Tras un primer año prometedor en el 2015 con 581 yardas y ocho touchdowns, Johnson se destapó en el 2016 con 293 acarreos para 1,239 yardas además de 80 recepciones para 879 yardas y cuatro anotaciones. Sin embargo, en el primer partido de la campaña pasada contra los Detroit Lions, Johnson sufrió una lesión en la muñeca que no le permitió volver el resto del 2017.
Esto podría ser una señal positiva para Johnson, quien ha expresado que su meta para esta temporada es superar las 1,000 yardas por tierra y por aire. Recordemos que tras una devastadora lesión de rodilla en el 2011, Adrian Peterson volvió para tener la mejor campaña de su carrera al año siguiente con 2,097 yardas terrestres.
Así que esperen una gran temporada de Johnson. Este prolongado descanso le permitirá enfrentar el 2018 con piernas frescas y con hambre de demostrar que es el mejor corredor de la liga --por encima de Le'Veon Bell-- y buscar un jugoso contrato con los Cardinals antes de convertirse en agente libre al final de la campaña.
¿Qué debemos esperar de Steve Wilks en su primer año como entrenador en jefe?
Wilks es un entrenador en jefe novato de corte defensivo --entrenador de backs defensivos del 2006 al 2016 con los Chicago Bears, Chargers y Carolina Panthers y coordinador defensivo en el 2017 en Carolina-- llega a un equipo de Arizona cuya mayor necesidad está en la ofensiva.
La temporada pasada, los Cardinals tuvieron la sexta mejor defensiva de la liga en yardas permitidas con 4,975 --un lugar arriba de Carolina que aceptó 5,074 yardas con Wilks al frente-- aunque en puntos aceptados se ubicó en el puesto N° 19 con 22.6 por partido; mientras que a la ofensiva de Arizona no le fue nada bien al terminar en el puesto N° 22 con 5,026 yardas producidas y N° 25 en puntos anotados al promediar 18.4 por partido lo que se reflejó en su récord 8-8.
Wilks debe enfocarse en reducir la cantidad de puntos que permite la defensiva de Arizona --lo que es de esperarse-- y dejará la ofensiva en manos del coordinador Mike McCoy y esta es la parte preocupante para muchos. El año pasado en el mismo puesto con los Denver Broncos, McCoy dirigió una unidad que apenas superó a Arizona en yardas producidas (5,185) y que terminó por debajo de los Cardinals en puntos anotados por partido (18.1) y esto no es nada alentador.
Dicho lo anterior, el impacto de Wilks será en el lado defensivo y es muy probable que Arizona termine de nuevo entre lo mejor de la liga, sin embargo, su ataque se mantendrá en la parte baja y eso cobrará factura al final de la temporada.
Pronóstico
Los Cardinals tienen el octavo calendario más complicado de la liga al enfrentar rivales que se combinaron para un récord ganador de .520 la temporada pasada, incluyendo cruces poco favorables contra la NFC Norte y AFC Oeste, además tampoco son candidatos a mucho dentro de su división, la NFC Oeste (Los Angeles Rams, San Francisco 49ers y Seattle Seahawks), así que sinceramente un campaña con récord superior al 4-12 la consideraría una sorpresa.