ARLINGTON – Ezekiel Elliott tenía lágrimas en los ojos, igual que la mayoría de sus compañeros al final del partido que los Dallas Cowboys ganaron a los New York Giants.
Era normal, la pérdida que los Cowboys sufrieron fue mucho más grande que su victoria 37-34, apenas el segundo triunfo de una muy accidentada temporada para ellos y para la gran mayoría de los equipos.
Los Cowboys sufrieron la pérdida por el resto de la temporada de su quarterback titular, Dak Prescott, en el tercer cuarto por fractura de tobillo derecho, del que tenía operación programada este mismo domingo.
“Es duro“, dijo Elliott. “Llegamos juntos a la NFL y se cuánto le importa esto a Dak. Todo lo que podemos hacer es apoyarlo y salir a ganar partidos de futbol para él“.
“Apesta ver caer a un guerrero como él“, añadió. “Sé que ganamos, pero perdimos a nuestro líder“.
Prescott era, sin duda, el mejor jugador de unos Cowboys que han competido hasta el final de todos los partidos casi gracias a sus jugadas como quarterback a la ofensiva, ante un ataque terrestre que había escaseado hasta este domingo, y de una defensiva inexistente por completo, como se reiteró frente a los Giants.
Dak llegó al partido como líder en yardas ganadas por pase en toda la NFL. Más importante, había logrado las jugadas grandes con sus receptores en momentos de coyuntura.
En cambio, la defensa ha sido incapaz de detener a alguien.
Por ejemplo, este domingo recibieron 34 puntos de un equipo que promediaba 11.7 puntos en sus primeros cuatro juegos de la temporada y que no había anotado touchdown en 144 jugadas ofensivas consecutivas hasta su primera serie del juego contra Dallas.
Los Giants estuvieron 14-3 arriba de los Cowboys en ese periodo inicial; la primera vez que tenían ventaja en un partido toda la temporada…
Para colmo, también perdieron por lesión en la pierna al tackle defensivo Trysten Hill en la segunda mitad.
“Ver a Trysten, bajar y luego ver a Dak caer, esas son lesiones que son una parte desafortunada de nuestro juego“, mencionó el entrenador en jefe de Dallas, Mike McCarthy. “Creo que el equipo hizo un excelente trabajo aguantando y realmente, como se ha visto en el transcurso de nuestros primeros cinco juegos, este es un equipo con una tremenda cantidad de pelea“.
Sin embargo, los Cowboys aceptaron 300 yardas totales de un equipo que llegó sin ataque, incluidas 89 por tierra, la mayor cifra para Nueva York en toda la temporada.
Dallas perdió en tiempo de posesión por casi cinco minutos, 32:22 minutos contra 27:38. Y de no ser por algunos castigos de los Giants en jugadas clave, que incluyeron dos touchdowns anulados, es poco probable que los Cowboys hubieran levantado el triunfo este domingo frente a 25 mil 407 aficionados con boleto pagado.
La defensa local también permitió siete primeros y 10 en tercera oportunidad, del equipo que peor promedio de efectividad tenían en esta situaciones al comenzar la Semana 5 de la temporada.
La ofensiva soltó dos balones, aunque sólo perdieron uno ante los Giants, que resultó en touchdown.
“Todavía estamos trabajando en algunas cosas, pero creo que hoy lo hicimos mejor“, agregó. “Tuvimos el error temprano, pero la defensa se recuperó con la pérdida de balón para touchdown. Y luego la ofensiva por fin pudo correr el balón y esa fue la clave“.
Los Cowboys corrieron 126 yardas; 91 de Zeke Elliott y 30 de Tony Pollard. Pero el que tuvo su mejor día de la temporada y ha mostrado progreso semana a semana es el receptor novato CeeDee Lamb, que no sólo logró 124 yardas, sino que aguantó el castigo físico que incluyó recibir dos golpes con el casco que fueron sancionados contra los neyorquinos.
“No puedo estar contento“, dijo Lamb. “Hoy Dak sufrió una terrible lesión. Apreció todo lo que ha hecho por mi. No puedo agradecerle suficiente. Le mandé un mensaje para decirle que vamos a esperar hasta verlo en el campo con nosotros de nuevo“.