El receptor abierto estelar de los Cardinals, Larry Fitzgerald, admitió que lo peor de haber sufrido COVID-19 fue no tener respuestas claras a lo que vivía
TEMPE -- El receptor abierto de los Arizona Cardinals, Larry Fitzgerald, dijo que su mente se aventuró a lugares oscuros y empezó a prepararse para el peor escenario posible durante su cuarentena de 13 días en casa a causa del coronavirus.
Fitzgerald, de 37 años de edad, fue colocado en la lista de reservas/COVID-19 en el Día de Acción de Gracias. Empezó a sentir síntomas dos días más tarde, y continuaron a lo largo del fin de semana y hasta el lunes.
"Creo que la parte más atemorizante, y creo que cualquiera que lo haya tenido, es que nadie realmente te puede dar respuestas", dijo Fitzgerald. "Aprendes nueva información todos los días. Sientes síntomas y preguntas, y nadie realmente te puede decir, 'Va a mejorar', o 'Usualmente dura tanto'.
"Digo, no hay una respuesta real, así que tu mente se empieza a aventurar y estás sentado en casa, y estás mirando la TV y ves los casos y ves las muertes a lo largo de la nación, y todas estas cosas corren por tu mente y, obviamente, te preocupas. Pero, afortunadamente, fue capaz de soportarlo y me siento mucho mejor".
Agregó: "Realmente, como que reevalúas las cosas, y te apreciar la salud que tienes y hablando con hijos todos los días y ves su preocupación".
Fitzgerald, quien fue activado desde la lista el martes, dijo que todavía le cuesta probar o oler, y que perdió 9 libras durante la cuarentena. Mientras estuvo en casa, Fitzgerald dijo que revisó su testamento y planeación de herencia, junto con otros proyectos que dijo que había estado dejando a un lado. También, leyó mucho.
"No fue nada de lo ordinario", dijo Fitzgerald. "Fui productivo con el tiempo en mi casa. Cuando tienes esa clase de tiempo para literalmente no hacer nada y sin obligaciones, tiendes a intentar ocuparlo con cosas que necesitas hacer, así que supongo que fui tan productivo como se puede ser en ese tiempo".
Mientras estuvo haciendo cosas en casa, Fitzgerald dijo que no ponderó su futuro en el fútbol americano. Tenía algo más urgente, primero.
"Fue más algo respecto al futuro inmediato, como, ustedes, saben, mantenerme vivo y cosas de esa naturaleza", dijo Fitzgerald. "El fútbol americano, y cuánto juegue al fútbol americano, realmente no cruzó por mi mente".
Fitzgerald dijo que recibía entre 200 y 400 mensajes de texto y llamadas al día.
"Así que, esas cosas realmente ponen tu vida en perspectiva, y realmente aprecias las cosas que tienes en la vida", dijo.
Fitzgerald no está seguro si, o cuánto, podría jugar en contra de los New York Giants el domingo, pero intentó mantenerse en forma en casa mediante "muchas" sesiones de Peloton. Pero, con una interrupción de casi dos semanas a mitad de la temporada, Fitzgerald retornó a la práctica el miércoles sintiéndose "lo mejor que me haya sentido", con el descanso ayudando a que algunas lesiones sanaran.
Mirar el fútbol americano en la televisión mientras estuvo fuera también ayudó a Fitzgerald a ver el juego desde una perspectiva diferente.
"Cuando están jugando en el partido, realmente estás preocupado por tu trabajo y cómo puedes ser efectivo ayudando a tu equipo", admitió Fitzgerald. "Cuando de hecho estás tomando un paso hacia atrás, vista de pájaro, ves mucho más.
"... Ves cosas que normalmente no verías cuando estás jugando, y de hecho ayudó bastante poder observar desde la distancia".