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Dragan Skočić, el entrenador de Irán en la Copa del Mundo 20222

Skočić ganó 15 de los 18 partidos que dirigió con las Selección de Irán Getty

Entre 2011 y 2019, Carlos Queiroz fue la cabeza visible de un proyecto de organización de las selecciones de Irán que trajo como resultado la clasificación a dos Copas del Mundo consecutivas por primera vez en la historia y un tercer lugar en la Copa Asia, la segunda mejor colocación histórica. El luso puso orden tras cinco años tumultuosos en los que se sucedieron siete directores técnicos en el seleccionado mayor iraní. Cuando dejó el cargo para dirigir a Colombia, el vacío fue difícil de llenar. Dragan Skočić está en esa tarea.

El elegido para reemplazar a Queiroz después de la Copa Asia 2019 fue el belga Marc Wilmots, quien había hecho una buena campaña en la Selección de su país entre 2012 y 2016 pero venía de una difícil experencia en Costa de Marfil. Pero la relación finalizó de forma escandalosa pocos meses después. Solo dirigió seis partidos y renunció tras acusar a la Federación de "violaciones contractuales graves". El caso llegó a la FIFA, que falló a favor del DT y obligó a la FFIRI a pagarle 6.500.000 euros a Wilmots.

Entonces, los directivos decidieron volver a las fuentes y contrataron a un entrenador croata, nacionalidad de los mundialistas Branko Ivanković (2006) y Tomislav Ivić (1998). A lo largo de su historia, Irán había tenido otros técnicos oriundos de los balcanes, como Zdravko Rajkov, y Stanko Poklepović. Skočić era, en definitiva, un nombre familiar.

Luego de una no muy luminosa carrera como mediocampista en los años noventa (aunque sí es recordado por ser el primer futbolista croata tras la independiencia en jugar en el exterior, en España), Skočić hizo su debut como director técnico en 2005 en Rijeka, el club de toda su vida. Enseguida demostró capacidad para desempeñarse en el cargo, ya que se coronó campeón de la Copa en sus dos primeras temporadas. En 2007 llegó a Interblock Ljubljana y lo llevó desde una situación complicada en la liga local hasta el título de Copa.

En 2009 tuvo su primera experiencia en el fútbol asiático, donde trabajó buena parte de su carrera. Primero dirigió a Al Arabi de Kuwait y luego a Al Nassr de Arabia Saudita. En 2013 se hizo cargo de Malavan y comenzó a ganarse un nombre en Irán. En el país tuvo pasos por Foolad, Khoone be Khoone (fue subcampeón de Copa) y Sanat Naft, hasta su llegada al combinado nacional.

Según menciona en su sitio web, "un entrenador requiere constante educación" y por eso menciona de manera especial sus logros académicos. Allí exhibe diversos diplomas y certificaciones de la Academia del fútbol croata, de la facultad de kinesiología de la Universidad de Zagreb y de la UEFA, entre otras entidades.

Su designación despertó críticas en los hinchas y la opinión pública, sin embargo sus números son muy buenos. Skočić ganó 15 de los 18 partidos que dirigió, empató 1 y solo perdió 2. Se clasificó con absoluta tranquilidad a la Copa del Mundo y logró mantener al Team Melli como el mejor clasificado de Asia en el ránking FIFA.

Ya afianzado en la cultura iraní después de casi una década en el país, afirmó en más de una ocasión su comodidad por vivir allí más allá de las dudas de sus coterráneos europeos: "Irán es diferente a lo que piensa la gente. Todos hablan sobre la política, pero jamás vi en otro lugar la hospitalidad que experimenté aquí".

La Federación iraní está atravesando un difícil momento institucional y eso puede perjudicar la preparación del seleccionado para el Mundial. Hay un presidente interino y se espera por la celebración de elecciones. Esos problemas repercutieron fuerte en la preparación del Mundial, ya que a comienzos de julio el DT fue despedido sin ningún tipo de explicación y días después readmitido. Así de compleja es la situación en la que trabaja el croata.

Skočić juega con línea de cuatro siempre, pero el resto de su esquema es flexible. A diferencia de Queiroz, intenta atacar un poco más y busca cuidar la posesión. Ha jugado con doble pivote y también con un 4-1-4-1 para sostener el manejo del balón. Su gran objetivo es clasificar a octavos de final en el grupo B que comparten con Inglaterra, Estados Unidos y Gales. Así lo ha expresado: "No hay razón para pensar que no podemos vencer a Inglaterra. Recuerden, soy croata, entonces puedo vencer a Inglaterra".