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El paso de Eduardo Vargas en Nacional: de la gran expectativa a la rápida frustración

Eduardo Vargas debutó en Nacional el 9 de febrero de 2025, enfrentando a Peñarol por la segunda fecha del Torneo Apertura en el Gran Parque Central. 1950foto

Eduardo Vargas no pudo tener continuidad ni buenos rendimientos durante sus seis meses en Nacional, club en el que se había generado una gran expectativa al incorporar al experimentado delantero de 35 años, segundo máximo goleador histórico de la Selección de Chile.

¿Cuántos jugadores tenían en su haber un gol mundialista de cara a la temporada 2025 del fútbol uruguayo? Uno solo. ¿Cuántos jugadores de la Primera división del Campeonato Uruguayo 2025 habían marcado un gol en una final de la CONMEBOL Libertadores? La misma única respuesta: Vargas.

El chileno, que marcó con La Roja un gol en el Mundial de Brasil 2014, había anotado el descuento de Atlético Mineiro ante Botafogo en la final de la Copa Libertadores 2024 jugada el 30 de noviembre; el 22 de enero, él mismo confirmaba su incorporación a Nacional y destacaba sobre el nuevo equipo en su carrera: “Todos saben que es el más grande de Uruguay”.

Los hinchas tricolores se ilusionaron de forma inmediata. “Yo quería traer un nombre que pegara en el mercado y creo que Eduardo Vargas cumplía con ese rubro”, explicaba Flavio Perchman, vicepresidente del club uruguayo, en cuanto a la preferencia de Turboman por sobre el brasileño Diego Costa o el argentino Federico Girotti. Cabe recordar que el primer delantero apuntado por la dirigencia tricolor fue Lucas Alario, quien finalmente se incorporó a Estudiantes de La Plata.

Tras confirmarse la incorporación, el cuerpo técnico encabezado por Martín Lasarte apuntó a que el debut de Vargas se pudiera producir en el clásico del nueve de febrero ante Peñarol, e incluso los fanáticos tricolores destacaban que otros extranjeros habían podido convertirle al Manya en los últimos partidos (el paraguayo Federico Santander por el Clausura 2024 y el colombiano Diego Herazo por la Serie Río de la Plata 2025), por lo que se imaginaban un debut con gol del chileno.

La ilusión que nunca fue correspondida

Con el partido 1 a 1 (el marcador no se modificó), Vargas tuvo su estreno con Nacional en el Gran Parque Central al ingresar por Herazo al minuto 70 del choque ante Peñarol por la segunda fecha del Apertura 2025.

Ese día se vivió una extraña sensación en el Parque. Los hinchas tricolores rápidamente detectaron algo raro, fuera de lugar, en los minutos de Vargas, aunque tal vez de forma lógica hasta no quisieron aceptar esa primera sensación. El chileno no sólo denotaba estar falto de fútbol (algo que ya se sabía), sino que parecía estar en otra sintonía futbolística, porque no era una, ni dos, todas las pelotas le quedaban largas, todos los pases hacia él parecían no ser los adecuados, y entonces, ¿eran sus compañeros o era él?

Luego fueron quince minutos ante Progreso, y en su tercer partido llegó su primer gol, de penal, para darle el triunfo a Nacional por 3 a 2 ante Boston River.

Vargas marcó un gol en el amistoso ante la Selección de Soriano, y sumó minutos ante River Plate y Racing, partidos donde hubo un mal funcionamiento colectivo, por lo que se volvió a cuestionar la labor del entrenador Lasarte.

La salida de Lasarte y la pérdida de paciencia con Vargas

Tras el parate por la doble fecha de Eliminatorias (donde curiosamente Vargas tuvo más minutos en su Selección que en Nacional), el Bolso perdió el 30 de marzo con Juventud por la novena fecha del Apertura y el DT fue cesado. Días más tarde y con el entrenador interino Martín Ligüera, Vargas tuvo su primer partido oficial como titular, jugando 60 minutos en la derrota ante Atlético Nacional por la primera fecha del Grupo F de la CONMEBOL Libertadores.

Una semana más tarde, y con el estreno de Pablo Peirano al frente del Tricolor ante Bahía, Vargas recibió la reprobación de los hinchas tricolores que confirmaron aquella mala primera sensación.

Pese a que ha sido respaldado públicamente por los entrenadores y sus compañeros, más allá de que se le ha destacado su profesionalismo, el chileno no logró conectar con su contexto ni encontrarse en el equipo, aún cuando por ejemplo Lasarte haya destacado su entendimiento con Mauricio Pereyra. Pero Vargas no funcionaba.

Días más tarde se repitieron los silbidos ante Danubio, y cuatro semanas más tarde volvió al gol, marcando ante Cerro y recibiendo el abrazo de todos sus compañeros, incluido del golero panameño Luis Mejía, quien afirmó: “Uno convive día a día con él y sabemos la clase de jugador que es, un clase A. No se le venía dando el gol, pero también tenemos que entender que viene a un fútbol totalmente diferente. La adaptación es complicada”.

Nacional mejoró su rendimiento y, a nivel local, comenzó a encadenar victorias. Pero Vargas no terminaba de engancharse; tal vez su última oportunidad haya sido aquel buen disparo contra Internacional de Porto Alegre: en el Beira-Rio, Nacional ganaba 3 a 1 y Gabriel Báez hizo una gran jugada por izquierda, se la pasó al chileno y la definición se fue apenas desviada. Nacional terminó empatando 3 a 3 por la tercera fecha, esos dos puntos perdidos serían claves luego en su eliminación de toda competencia internacional, y en ese remate desviado del chileno pareció confirmarse que todo lo proyectado e imaginado no iba a ocurrir.

La aceptación de la realidad, el fin de ciclo y el resumen estadístico

En sus últimas semanas como jugador del Bolso, Vargas y Nacional terminaron aceptando lo que no pudo ser, con los hinchas confirmando lo que no les cerró en aquellos primeros minutos ante Peñarol, con los dirigentes negociando la rescisión del contrato y con el jugador pidiendo no ser tenido en cuenta.

En total y a nivel oficial, fueron 16 partidos de Vargas en el Bolso (10 victorias, tres empates y tres derrotas), en los que pudo marcar dos goles (contra Boston River y ante Cerro). Además, Turboman jugó 45 minutos y anotó un gol en el amistoso ante la Selección de Soriano (victoria por 5 a 1).

En esos 16 encuentros (cuatro por Libertadores y 12 por el Campeonato Uruguayo), acumuló 609 minutos. Fue titular en ocho oportunidades, debutó frente a Peñarol el nueve de febrero y su último partido fue el primero de junio ante Montevideo City Torque (fue sustituido en el entretiempo por Gonzalo Petit).

Aún jugando preferentemente como centrodelantero, el chileno nunca pudo encontrarse ni brindarle soluciones al equipo, y los hinchas tricolores no hallaron en el atacante una respuesta afirmativa a la ilusión que había despertado su llegada. Su paso por Nacional aumentó la lista de historias de jugadores chilenos por el fútbol uruguayo que parecen estar destinadas a quedarse en un no-lugar, salvo las excepciones de Nacho Prieto y Elías Ricardo Figueroa.