MÉXICO -- Santos no perdió por el arbitraje, sino por falta de madurez. El entrenador lagunero, Pedro Caixinha, aseguró que el partido contra el León, donde cayeron 1-3, fue un juego raro por las circunstancias que se presentaron, pero reconoció que sus tres jugadores (Marchesín, Tavares e Íbañez) fueron bien expulsados y no fue culpa del silbante su derrota.
“No fuimos lo suficientemente maduros para entender que no podíamos seguir jugando de la misma manera (tras la primera expulsión al minuto 10), teníamos que pararnos bien, no teníamos que dividir balones. El equipo hizo cosas que teníamos claro que no podíamos hacer ante este rival, sobre todo en el primer tiempo.
“Ya en el segundo tiempo hubo un gran trabajo defensivo del equipo, ha sido un gran entrenamiento de recorridos con el sacrificio que se hizo, pero repito, hicimos cosas que no podíamos hacer, debimos ser más compactos, lo hablé con ustedes (prensa) en el previo al partido, no podíamos jugarle abierto al León, no podíamos partir los bloques porque ellos tienen jugadores con capacidad de desdoble y facilidad de filtrar los pases”, detalló el entrenador portugués.
Con una derrota, dos lesionados (Aldrete y ‘Pulpo’ González) y tres expulsados (Marchesín, Tavares e Ibáñez) el campeón Santos inició el torneo. “Fue un juego raro”, afirmó Caixinha, quien además aplaudió el trabajo arbritral de Miguel Ángel Flores.
“Fue un gran arbitraje: Está claro que fue penal (a Boselli), las dos amarillias a Djaniny está bien y la entrada de César Ibáñez está clara, el árbitro no tiene nada que ver en esto, pero sí fue un partido raro, no común, incluso pasó lo de ‘Pulpo’ que fue al hospital, hoy nos tocó a nosotros. Hay que pensar que el torneo tiene 16 fechas y para nosotros empieza en la fecha dos”, finalizó.