Victoria Azarenka (N° 16 del mundo) sorprendió con su reacción al retirarse del partido que estaba disputando ante Linda Fruhvirtova en el WTA 1000 de Miami. 6-2 y 3-0 abajo en el marcador, la bielorrusa agarró su bolso, saludó rápidamente a su rival y a la jueza, y se marchó de la cancha sin dar explicaciones. Se trata del séptimo retiro/baja de la dos veces campeona del Abierto de Australia en los últimos 14 meses de competencia.
La seguidilla comenzó en el WTA 500 de Melbourne en 2021. Allí, tras iniciar su campaña versus Putintseva, decidió no presentarse en los cuartos de final, ronda en la que se citaría con Anett Kontaveit. Poco tiempo después, la situación se repitió en el WTA 1000 de Doha. Tras vencer a la favorita al título, Elina Svitolina, la ex N° 1 no pudo salir a la cancha para enfrentar a Garbiñe Muguruza por un lugar en la definición del certamen.
En la temporada sobre polvo de ladrillo, específicamente en Madrid, Vika volvió a ausentarse tras jugar la primera ronda contra Ekaterina Alexandrova. Mecanismo que se replicó en el césped de Bad Homburg. Luego de hacerse con dos victorias en el cuadro como segunda favorita, no pudo saltar a la cancha a competir contra Sara Sorribes Tormo.
El arranque de la gira estadounidense tampoco se libró de los retiros de la bielorrusa. En Chicago, nuevamente con dos triunfos a cuestas, no salió a jugar frente a Garbiñe Muguruza.
Este año, comenzando la temporada de los torneos de categoría 1000 en Doha, la situación se repitió tal como había ocurrido en 2021: se estrenó ante Yulia Putintseva y, en la ronda siguiente, no salió a enfrentarse con Madison Brengle.
Semanas más tarde, en Miami, suma un retiro con la diferencia que aquí si salió a jugar pero en la mitad del partido decidió marcharse sin explicar los motivos.
