El 5 de junio de 2022 Rafael Nadal escribió una página más en la historia viva del tenis. Se consagró campeón de Roland Garros por decimocuarta vez tras vencer a Casper Ruud en la final por 6-3,6-3 y 6-0. No sabía que esa sería su última final... hasta hoy.
En Paris se lo hizo sentir al noruego desde el minuto uno. En el primer set, desplegó un tenis muy sólido y casi no le dio chances a Ruud. 11 winners, 88% de puntos ganados con su primer servicio, 100 % de efectividad en la red y dos quiebres dos veces el servicio al noruego para cerrar un gran parcial.
El segundo no comenzó de la misma manera. El 8° del mundo (para esa fecha) arrancó quiebre arriba y el partido parecía tomar nuevas riendas. Sin embargo, apareció lo mejor de la Fiera. Cinco juegos consecutivos y un tenis de altísimo vuelo para poner todo en orden. 6-3 cerró el segundo set y la gloria estaba a la vuelta de la esquina.
El protagonista del capítulo final fue uno solo y se llama Rafael Nadal. Voló a través de la pista y dio catedra con todos sus golpes. Ruud poco pudo hacer y el desenlace fue digno de la carrera de Rafa. 6-0 y un nuevo trofeo a la vitrina.
El camino hacía el título no fue fácil. Jordan Thompson, Corentin Moutet, Botic Van de Zandschulp, Felix Auger-Aliassime, Novak Djokovic, Alexander Zverev y, por supuesto, Ruud fueron las víctimas del dueño de casa.
Ese año Nadal comenzó la temporada con más dudas que certezas. Su lesión crónica en el pie lo había alejado de las canchas durante cinco meses el año pasado. No obstante, volvió y mejor que nunca: campeón en el Australian Open, Acapulco y Melbourne. En París llegó la frutilla del postre.
Dos años después, Rafa está de vuelta en una definición y... ¿Quién dice que el cuento está terminado?