Remo y canotaje por la cercanía con el río Luján; también hockey, fútbol, básquetbol o voleibol para juntar a las amistades con la excusa deportiva; aunque las disciplinas individuales, como la gimnasia artística y el judo, también se hicieron su lugar. Y por supuesto, el tenis.
Estos son algunos de los deportes en los que el Club Náutico Hacoaj aportó en sus 90 años. Fue fundado el 24 de diciembre de 1935 por un grupo de jóvenes judíos argentinos con el objetivo de tener un espacio para la práctica de deportes náuticos, en especial el remo, y para disfrutar de la naturaleza.
Adoptó el nombre “Hacoaj”, cuyo significado en hebreo es “la fuerza”, en homenaje a un club homónimo de Viena, Austria, destruido por los nazis. Desde el inicio de su historia, el deporte fue una de las partes fundamentales del club, con gran fomento en el espíritu social y competitivo hasta el surgimiento de deportistas de élite que fueron protagonistas de hitos del deporte argentino.
Diego Schwartzman fue el gran abanderado del tenis del club desde las canchas de Hacoaj Tigre Maliar, dentro de la escuelita de tenis, en las que pasaba horas y horas golpeando en el frontón de polvo de ladrillo, donde hoy se encuentra la cancha central y hoy lleva su nombre.
El “Peque”, cuando tenía 7 años, recibió una beca del club reservada para jugadores juniors, pese a su corta edad, porque ya se percibía su talento y compromiso con el deporte. Esa beca lo acompañó hasta el comienzo de su carrera profesional. Desde las canchas de Hacoaj, Schwartzman llegó al top ten del ranking mundial, a ser semifinalista de Roland Garros, tenista olímpico y jugador de la Copa Davis, además de ser el estandarte de una generación de tenistas y el referente de la siguiente.
Su influencia llevó al crecimiento de la actividad en el club aumentando un 33% el número de socios tenistas. En 2022, Hacoaj fue sede por primera vez de un torneo internacional: ATP Challenger 50. Hoy, Sol Rabin y Romeo Arcuschin son los máximos exponentes del club en este deporte y quieren escribir su propia historia.
A su sede originaria, en Tigre, se sumaron otras cuatro en el mismo municipio: el Club de Campo Hacoaj, una Isla sobre el río Sarmiento y el barrio náutico Marinas H. También cuenta con la sede Ben Gurion en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En la actualidad, cuenta con más de 10.000 socios que disfrutan un programa de más de 200 actividades.