Las decisiones tomadas por el propietario del equipo, especialmente mudarlo de ciudad, han sido duros golpes para los fanáticos de Oakland.
Durante décadas, Oakland Athletics o como se les conocerá por los próximos tres años, mientras dure su estancia en Sacramento, “Athletics”, fue una de las franquicias tradicionales de las Grandes Ligas, recibiendo atención por parte del público estadounidense, especialmente durante la década de 1970, donde el equipo logró ganar tres Series Mundiales.
Jugadores como Mark McGwire, Reggie Jackson, Rickey Henderson, así como el propio José Canseco dejaron su marca indeleble en la historia de la franquicia, sin embargo, desde el 2005 en adelante, la aparición de John Fisher, actual propietario del conjunto cambió el rumbo de la organización.
Bajo el mandato de Fisher, los A’s han llegado a la postemporada en siete ocasiones distintas, siendo eliminados tres veces durante la etapa de Wild Cards, tres veces en Serie Divisional y una vez en la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Sin embargo, durante todo el tramo, los Athletics se han convertido en una franquicia que invierte poco dinero, que deja ir a sus mejores jugadores y que tomando en cuenta las decisiones más recientes tomadas por el propietario del conjunto, no está interesado en sus fanáticos.
La decisión más impopular que ha tomado Fisher es la de mudar el equipo a Las Vegas, presentado un plan que, hasta el momento, no se sabe si podrá llevarse a cabo, mientras pasa los próximos tres (o cuatro) años en un estadio de ligas menores en Sacramento, en lo que ha sido considerado como una decisión que arrancó a la ciudad de Oakland una de sus partes más importantes.
Ciertamente, no es la primera vez que un equipo profesional deja una ciudad, especialmente Oakland, que vio partir a Golden State Warriors y a Oakland Raiders (hoy Las Vegas Raiders), pero lo que significaban los Athletics para la comunidad y la forma en que salieron de ahí, dejó mucho que desear, especialmente porque se trató de una decisión motivada únicamente por dinero.
Lo peor es que la decisión de Fisher de sacar a los A’s del Oakland Coliseum ha tenido un inesperado y muy doloroso efecto secundario. Ante el trágico fallecimiento de Rickey Henderson, hoy los fanáticos del equipo no tienen dónde llorar a la leyenda. Quienes por años llenaron las butacas del Coliseo, no tienen a dónde llevar flores, no tienen un equipo que les respalde en un momento difícil de su historia, Fisher dejó a sus fanáticos sin la posibilidad de presentar sus respetos y en el proceso, les robó la navidad a miles de personas, al más puro estilo del Grinch en los libros de Dr. Seuss.
Jeff Passan de ESPN, una vez culminada la temporada regular, lo resumió mejor que nadie: “Los Oakland Athletics fueron asesinados por la codicia. No permitamos que los responsables de esto lo expresen de otra manera. John Fisher no tenía por qué trasladar este equipo. Grandes Ligas y sus propietarios no tenían por qué ser cómplices de ello. Esta fue una elección. Una elección equivocada. La historia los despreciará”.
The Oakland A's were killed by greed. Do not allow the people responsible for this to spin it any other way. John Fisher did not have to move this team. Major League Baseball and its owners did not need to be complicit in it. This was a choice. A wrong one. History will sneer.
— Jeff Passan (@JeffPassan) September 26, 2024
Nadie sabe qué depara el futuro para los A’s ahora que se irán a Sacramento, o si llegarán a Las Vegas como tienen planeado, lo único que es cierto y que sabemos completamente es que, en 2024, John Fisher le robó la navidad a Oakland y nadie dijo o hizo nada para impedirlo, dejando a una ciudad sin expectativas ni emoción por la eventual llegada de una nueva temporada de MLB.