Manny Machado se transformó en el líder que necesitaban los Padres

El antesalista dominicano está en medio de la que puede ser su mejor temporada junto al equipo, misma en que ha dado un paso adelante para convertirse en el líder del conjunto.

Cuando Manny Machado llegó a San Diego Padres en el 2019 con 26 años, a pesar de demostrar que era un jugador capaz y uno de los mejores antesalistas de MLB, no era uno de los peloteros más estimados. Un rastro de incidentes durante su paso por Baltimore Orioles, así como una situación con Jesús Aguilar cuando fue miembro de Los Angeles Dodgers, hicieron que el dominicano se ganará una reputación de “jugador sucio” en la liga.

A pesar de ello, los Padres tomaron el riesgo y con todo en contra, decidieron darle el gran contrato y ocuparse de los problemas de actitud más adelante. El equipo le otorgó 300 millones de dólares por 10 años y las expectativas, inmediatamente, se fueron a las nubes con el jugador dominicano.

En su primer año con el equipo (2019), tuvo números más que aceptables, pero estuvieron lejos de los que colocó en sus mejores temporadas con los Orioles. Ese año extendió a cinco temporadas consecutivas su racha con al menos 30 cuadrangulares y superó las 80 remolcadas, pero definitivamente esos no fueron números de la superestrella que había mostrado ser.

A eso le siguió la temporada recortada de 2020, en la que tuvo buenos números en términos generales, ayudó a los Padres a llegar a la postemporada y quedó tercer en el premio Jugador Más Valioso de la Liga Nacional y luego, en 2021 volvió a tener una campaña productiva, pero nuevamente, no la de un jugador con un contrato de 300 millones de dólares.

2022 ha sido un año diferente para Machado. Ante la ausencia de Fernando Tatis Jr. y luego de que el equipo decidiera cambiar de mánager por la falta de liderazgo que se sentía en el grupo, “El Ministro” decidió dar un paso adelante como jugador y está en lo que aparenta es su mejor inicio de campaña desde la llegada a los Padres.

Cuenta con un promedio de bateo de .315 con un OPS de .906, 10 cuadrangulares y 38 remolcadas, ha logrado colocarse en una posición beneficiosa para alcanzar los 1,500 hits y superó los 260 jonrones antes de los 30 años, pero lo más importante, se ha transformado en el líder de los jugadores de San Diego.

Cuando un equipo pierde a su superestrella, es cuando se prueba la madurez de este. Eso no quiere decir que Machado no sea una superestrella bajo sus propios méritos, pero con un pasado en el que se le consideró como un jugador sucio e inmaduro, la nueva forma en la que se comporta complementa el talento demostrado por años en el terreno de juego.

“No quiero que se trate de mí. Todo lo que quiero hacer es jugar béisbol y dejar que eso sea lo que hable por mí. Solo béisbol”, dijo Machado recientemente en una entrevista para Sports Illustrated.

Jugadores como Eric Hosmer hablan de la transformación y de la importancia de contar con alguien como Machado entre sus filas.

“Lo más impresionante sobre Manny (Machado) es que él aparece todos los días. Creo que no se aprecia lo suficiente a tipos que juegan en medio de cosas y verlo a jugar en medio de esas situaciones que le han estado molestando por años es algo que los compañeros de equipo aprecian, pero que mucha gente puede que no sepa”, señaló Hosmer a Sports Illustrated.