Pese a un presupuesto para la nómina que casi siempre está entre los más austeros en las Grandes Ligas, los Rays de Tampa Bay mantienen intactas sus esperanzas de avanzar a la postemporada.
Tampa Bay cuenta con el cuarto mejor récord en las mayores desde 2008, el año en el que inesperadamente alcanzaron la Serie Mundial. Su total de victorias es de 707, solo por detrás de los Yankees de Nueva York, los Cardenales de San Luis y los Angelinos de Los Angeles.
Pero mientras que los Yankees comenzaron la pasada campaña con una inversión de 209 millones de dólares en jugadores y los otros superaron la barrera de los 100 millones, los Rays suelen oscilar entre los 60 y 80 millones. La proyección para este año debe andar en los 70 millones, cifra irrisoria al considerar que todos sus demás rivales en la división Este de la Liga Americana superan los 120 millones.
"Desde 2008, hemos mantenido la expectativa de que podemos clasificarnos a los playoffs", dijo el presidente de operaciones de béisbol de los Rays Matt Silverman. "El objetivo es estar en la pelea en septiembre y que esos juegos en septiembre nos catapulten a los playoffs".
"La situación de nuestra nómina es conocida. Para nuestra suerte, el gasto de nómina no determina el orden en la tabla de posiciones. Las computadores no determinan las posiciones, aunque a veces quisiera que así fuera", añadió Silverman. "Pero nuestros jugadores tienen la convicción, confianza y talento para ser contendores en el Este".
Aunque vienen de una campaña con foja de 80-82, para quedar cuartos en la división, los Rays no renuncian a su fórmula: pitcheo abridor eficaz, defensa infranqueable y exprimir el máximo posible a cada uno de los jugadores.
Y lo que alimenta la sensación de que son candidatos es que durante el invierno adquirieron a varios bateadores con el fin de reforzar una ofensiva que el año pasado quedó penúltima en la Americana en carreras anotadas, con 644.
Corey Dickerson, Steve Pearce, Logan Morrison, Brad Miller y Hank Conger son las nuevas piezas a disposición del manager Kevin Cash al emprender su segunda temporada al mando del club.
Otros clubes se podrían complicar la existencia teniendo pujas en una posición, pero los Rays están felices con variantes para los jardines, la primera base, el bateador designado y la receptoría.
"Le damos uso a una nuestra banca y bullpen como nadie en Grandes Ligas. Eso es lo que provoca que los jugadores quieran venir aquí", destacó Cash, quien con 38 años es el piloto más joven en las mayores.
—EVAN LONGORIA DEBE REPUNTAR
El tercera base impulsó 73 carreras la pasada temporada para liderar al equipo, pero otros 13 jugadores en la división le superaron.
Mientras compañeros como David Price, James Shields y Ben Zobrist eran transferidos al acercárseles la agencia libre, los Rays hicieron la gran apuesta en Longoria, atándolo con una extensión a largo plazo. Le quedan siete años de contrato, con un monto de 110.5 millones. Pero Longoria no ha sido seleccionado al Juego de Estrellas desde 2010 y registra un magro OPS de .744 en las últimas dos campañas.
Los Rays confían recuperar la mejor versión de Longoria para que encaje con el jardinero/designado Corey Dickerson en la parte medular del orden al bate.
—NUEVAS PIEZAS
Adquirido en el canje con Colorado por el relevista Jake McGee, Dickerson se destacó en la altura de Denver, con una campaña de 24 jonrones hace dos años. Bateó para .395 en casa, pero para .257 de visita. ¿Podrán tener números similares en el Tropicana Field?
Miller reemplaza a Asdrubal Cabrera en el campocorto. Morrison y Pearce pueden actuar en los jardines y también en la inicial, donde cuentan con James Loney. Conger añade otra opción en el plato, donde René Rivera y Curt Casali forman parte del roster.
—EL AS ARCHER
No se engañe por el récord de ganados y perdidos, Chris Archer es un as. Su marca fue de 12-13, pero figuró segundo en la Americana en ponches (252) y sexto en efectividad (3.23). Su rendimiento en cuanto a otras mediciones, como FIP, sigue mejorando.
El resto de los integrantes de la rotación también es talentoso, con el potencial de ser uno de los mejores de la liga, pese a que el derecho Alex Cobb comenzará en la lista de lesionados tras una cirugía Tommy John que le costó todo la campaña de 2015. Jake Odorizzi, Matt Moore, Drew Smyly y el nicaragüense Erasmo Ramírez completan el grupo.
Brad Boxberger, cuyos 41 rescates encabezaron la Americana, se mantiene, pero el bullpen podría resentir la salida del preparador Jake McGee, transferido a los Rockies por Dickerson. Alex Colomé y Steve Geltz asoman para trabajar en los últimos innings.
—CONCLUSIÓN
Un poco más de ofensiva podría marcar la diferencia en partidos parejos. Los Rays tuvieron marca de 46-48 en juegos definidos por dos o menos carreras el año pasado y fueron los peores en extra innings con 2-13. Si Longoria y Dickerson se encargan de producir las carreras, Tampa Bay podría dar un salto importante en el Este.