SURPRISE, Ariz. - El descaro de Yordano Ventura dio paso a la percepción pública de que él podía ser menos que halagador. Desde roces con la justicia de Grandes Ligas a enfrentamientos e intercambios combativos con Manny Machado, Mike Trout y otros, Ventura jugó el juego con una actitud que era demasiado robusta para su físico de 6 pies y 195 libras de peso.
Ese Ventura flamable estaba a un mundo de distancia del lado juguetón que solía mostrar en los confines del camerino de los Reales de Kansas City -- o del lado tierno y cariñoso que Ventura mostraba cuando acudía a reunirse con chicos en una sala de cáncer de un hospital.
La gente que llegó a conocer a Ventura durante sus ocho temporadas con la organización de los Reales recuerda que él pasaba mucho tiempo con chicos en hospitales locales, y que tenía un don para relacionarse con ellos. Sus esfuerzos en esta área se remontan a la pérdida de su amigo, compatriota y ex compañero de liga menor Carlos Fortuna, ante el cáncer a los 22 años en el 2013.
Una interacción particular con una chica enfermo sigue resonando hoy en día, tres semanas después del fallecimiento de Ventura en un accidente de auto en la República Dominicana.
El nombre de la chica era Amelia Meyer, y ella conoció a Ventura en la pasada primavera en unión a una sesión de fotografía para un calendario para una entidad caritativa que lucha contra el cáncer. El día antes que Amelia cumpliera 9 años, Ventura le regaló una pelota de béisbol con la frase "Cumpleaños Feliz'' escrita en ella y pasó tiempo con ella en el Kauffman Stadium de Kansas City jugando a las atrapadas, haciendo swing con el bate y compartiendo entre sonrisas.
"Él estaba callado y hablaba por lo bajo con ella y su familia, y le dejó a ella una impresión imborrable'', dijo Deliece Hofen, presidenta de Braden's Hope for Childhood Cancer, mediante correo electrónico. "No había manera de saber que algunas semanas más tarde, el tumor crecería y que en octubre Amelia se ganaría sus alitas de angel''.
Amelia falleció en octubre pero vivió junto a Ventura en una foto que sirvió como portada para el mes de enero en el calendario del 2017 llamado "A Year of Hope''. Antes que terminara el mes, Ventura se volcó en su camioneta en la Autopista Juan Adrián en San José de Ocoa y falleció a los 25 años. Y la alegría irrefrenable expresada en la foto que comparten ha quedado reemplazada por una tristeza indescriptible.
Esos pequeños toques personales son los primeros que vienen a la mente de los compañeros de equipo que saben que pasará mucho tiempo antes de que puedan conformarse con la magnitud de la tragedia.
A medida que los Reales comenzaban sus entrenamientos primaverales en el Surprise Stadium, el vacío causado por la ausencia de Ventura es más aguda en el otro extremo del camerino, donde los relevistas Kelvin Herrera y Joakim Soria se sientan en los extremos opuestos del casillero vacío con una placa que lee "ACE 30" en la parte superior. Soria estaba en su residencia en la temporada baja en Arizona preparándose para los entrenamientos primaverales el pasado 22 de enero cuando recibió la noticia que catalogó como "angustiosa''.
El dolor también es evidente en los callados recuerdos del lanzador Danny Duffy, uno de los compañeros de Ventura en la rotación de abridores de Kansas City. Ambos lanzadores tuvieron su cuota de problemas mientras se establecían en las mayores, y eventualmente lograron estrechar una gran amistad que trascendió las barreras culturales y de lenguaje. Duffy, nativo de California, recibió un bono de $365,000 como seleccionado en la tercera ronda del draft del 2007, y Ventura firmó por $28,000 como un adolescente enclenque de apenas 140 libras un año más tarde. Pero lograron desarrollar una relación especial que se manifestaba en su ritual de apretón de manos antes de los partidos y sus constantes bromas inocentes en el camerino.
"Yo siempre solía decir que él hablaba el español como un italiano'', dijo Duffy. "Por la forma en que decía las cosas y cómo hacía énfasis en cada palabra. Podía decir 1,000 palabras en 10 segundos en español. Yo no tenía idea de que rayos estaba diciendo, pero nos divertíamos con eso. Y él se mofaba de mí porque yo hablaba lento y monótono. Era algo divertido. Era un buen chico - un chico realmente bueno''.
Los Reales utilizarán un parche que dice "Ace 30'' en sus uniformes y tienen planes de homenajear a Ventura en esta temporadas, pero en muchas formas ellos estarán volando a ciegas en su duelo. El manager Ned Yost logró capear el temporal de la tragedia durante la temporada de campeonato de los Reales en el 2015, cuando Mike Moustakas, Chris Young y Edinson Volquez perdieron sus padres durante un doloroso periodo de 10 semanas. Pero se necesitaran un esfuerzo colectivo de parte de los jugadores para sobrellevar la ausencia de Ventura. Yost sigue encontrándose a sí mismo escribiendo su rotación de abridores y colocándo el nombre de Ventura como de costumbre.
"Esto pasa todos los días a muchísima gente en todo el país'', dijo Yost. "Ellos pierden seres queridos de su familia, y es muy, muy difícil recuperarse. El dolor por perder a alguien no prescribe. Cuando esto ocurrió, no creo que nadie haya pensado sobre sus contribuciones en el terreno. Lo que más vamos a extrañar son las relaciones logradas con él en los últimos tres o cuatro años. Ahí es donde está el hueco más grande''.
La temporada 2017 será igualmente retante para el asistente del gerente de los Reales Rene Francisco, el hombre que firmó a Ventura como adolescente, y la variedad de entrenadores que invirtieron tanto tiempo y paciencia en su desarrollo y que habían comenzado a ver señales de mayor madurez y compromiso.
Poco antes de la muerte de Ventura, el asistente del gerente J.J. Picollo habló con el coordinador del terreno en Dominicana Víctor Báez, quien le dijo a Picollo que Ventura estaba tan enfocado como nunca antes se había visto en los Reales. Ventura había pasado más tiempo que nunca entrenando en la academia del equipo en RD en la temporada baja, y estaba pautado para lanzar su primera sesión de bullpen en el invierno dos días después de su fatal accidente.
"Él siempre mantuvo su sonrisa, y sin importar lo enojado que estuvieras con él, él siempre te iba a hacer reir. La impresión que la gente en el juego tenía sobre él era muy diferente a la persona real." El asistente del gerente de los Reales J.J. Picollo sobre Yordano Ventura
La mente de Picollo se remonta a septiembre del 2013, cuando los Reales subieron a Ventura de su equipo Triple-A Omaha. Poco después de la llegada de Ventura, el equipo llevó a cabo un banquete para homenajear a sus mejores jugadores de liga menor, y Ventura le envió un mensaje de texto a Picollo para pedirle permiso para asistir. Media hora luego de comenzada la cena, Picollo notó que Ventura estaba prestando mucha atención a Miguel Almonte, otro cotizado lanzador prospecto de la República Dominicana.
"Él se sentó junto a Almonte'', dijo Picollo. "Él estaba ordenando la cena para él y hablando inglés por él. Le estaba ayudando. Había estado en Grandes Ligas por una semana, y allí estaba porque quería ayudar a cuidar a los chicos latinos más jóvenes. Era algo admirable''.
Esos momentos en los que Ventura mostraba una bondad inherente ayudan a explicar por qué los Reales mantuvieron siempre su fe en él - incluso cuando podía llegar a ser tan exasperante.
"Él siempre mantuvo su sonrisa, y sin importar lo enojado que estuvieras con él, él siempre te iba a hacer reir'', dijo Picollo. "La impresión que la gente en el juego tenía sobre él era muy diferente a la persona real''.
De todos los atributos que los Reales extrañarán de Ventura, su autenticidad está cerca de la cima. Era inmaduro y todavía estaba aprendiendo cómo lidiar con los retrocesos, pero cada emoción que sentía y mostraba era real.
"Hay un vacío en nuestros corazones'', dijo Duffy. "No lo vamos a ver más. No lo vamos a ver caminando desde el bullpen con el enfoque y la intensidad que mostraba, va a ser algo duro.
"Solo debemos recordar lo que tuvimos con él y tratar de mirar atrás con cariño a su vida y todo lo que logró en su corto tiempo aquí en la tierra. Y sabemos que él está ahora en un mejor lugar''.