Desde que Grandes Ligas (MLB) y la Asociación de Peloteros (MLBPA) comenzaron a contemplar la posibilidad de realizar una temporada con un calendario más corto que el regular de 162 juegos, debido al coronavirus, una de las mayores incógnitas de la industria giró alrededor del efecto que eso produciría en el valor de mercado de los principales próximos agentes libres.
Como sabemos, el pelotero, al igual que el resto de los humanos, es un animal de costumbre. Jugar una temporada de 60 encuentros, como finalmente decidió unilateralmente el comisionado Rob Manfred, suponía un gran reto, especialmente en el aspecto psicológico, para muchos jugadores, sobretodo para los que entraron al 2020 para un último año de contrato.
El jardinero Mookie Betts, "la crème de la crème" de la próxima promoción de agentes libres, evitó la incertidumbre, firmando una extensión de $365 millones de dólares, el segundo mayor contrato garantizado de la historia del deporte profesional de Estados Unidos, antes de que los Los Angeles Dodgers saltaran al terreno por primera vez en la temporada.
Betts, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2018 y un cuatro veces Todos Estrellas y Guante de Oro, fue adquirido por los Dodgers desde los Boston Red Sox en febrero, tras (de acuerdo a reportes) haber rechazado una oferta de $300 millones para quedarse por su carrera completa con el conjunto de Nueva Inglaterra.
Mientras Betts se comprometió con Dodgers por los próximos 12 años (hasta el 2032), el lanzador Marcus Stroman invocó su derecho de temor al coronavirus y optó por no jugar su último año de contrato con los New York Mets. Días antes, el jardinero cubano Yoenis Céspedes había tomado misma decisión después de un arranque lento con el bate y un historial conflictivo con los Mets.
En total, una veintena de jugadores, incluyendo latinos sin puestos asegurados en rosters de sus clubes como los lanzadores Félix Hernández y Francisco Liriano y el receptor Welington Castillo, decidieron ejercer su derecho a no jugar en medio de la pandemia.
De la larga lista de jugadores que serán desempleados luego de la Serie Mundial (sin incluir los que tienen opciones mutuas o condicionadas para el 2021 en sus actuales acuerdos), entre los más importantes han tenido pésimas actuaciones en la primera mitad de la temporada se encuentran el jardinero George Springer (.200 en 18 juegos), de los Houston Astros; el torpedero Marcus Semien (.223 y 27 ponches en 103 turnos), de los Oakland Athletics, y los lanzadores Robbie Ray (1-2, 8.59), de los Arizona Diamondbacks, y Mike Minor (0-6, 6.94), de los Texas Rangers.
Pero otros de los que estaban llamados a liderar el mercado desde antes que se jugara el primer juego de la temporada el 24 de julio han mantenido o elevado notablemente sus bonos jugando en medio de la pandemia. Veamos:
1. J.T. Realmuto
Realmuto, de los Philadelphia Phillies, es el mejor receptor de las Grandes Ligas y su valor se incrementa con cada día que transcurre. El máscara de 29 años batea .288 con ocho jonrones, 20 carreras impulsadas y tiene un 50% de corredores atrapados en intento de robo en 17 partidos. Realmuto, quien viene de ganar el Guante de Oro y el Bate de Plata de la Liga Nacional en el 2019, ha discutido varias veces con los Phillies la posibilidad de extender su contrato, pero las negociaciones no produjeron un acuerdo.
2. Trevor Bauer
El talentoso y polémico lanzador derecho de 29 años está armando un tremendo expediente para "pedir por su boca" cuando aterrice en la agencia libre en noviembre. Bauer tiene foja de 2-0, efectividad de 0.93, una blanqueada y 32 ponches en 19.1 entradas (14.9 por 9 IP) en sus primeras tres salidas del año con los Cincinnati Reds. En su carrera de nueve años con tres equipos, Bauer promedia 200 entradas y 214 ponches por cada 162 partidos.
3. DJ LeMahieu
El infielder ganador de tres premios Guante de Oro firmó un contrato de dos años y $24 millones de dólares con los New York Yankees antes de la temporada pasada y los resultados han sido extraordinarios para ambas partes. Luego de pelear el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2019, LeMahieu bateó .411 en los primeros 19 juegos del año antes de ir a la lista de lesionados, jugando en diferentes posiciones. Es verdad que tiene 32 años de edad, pero está claro que los bonos de LeMahieu están más altos que nunca antes en su carrera de una década en Grandes Ligas.
4. Nelson Cruz
El bateador designado dominicano de 40 años es el segundo jugador más viejo de ambas ligas mayores en el 2020. Con el bate al hombro, sin embargo, Cruz ha sido uno de los más productivos del béisbol en los últimos 12 años y nada de eso ha cambiado esta temporada. El seis veces Todos Estrellas batea .337 con ocho jonrones, cuatro dobles, 23 carreras impulsadas y 18 anotadas en los primeros 24 partidos de los Minnesota Twins, que lo firmó por dos años y $26 millones de dólares antes del 2019. A los 40 años, las expectativas de un jugador de Grandes Ligas son mínimas y básicamente se limitan a tratar de sobrevivir un año más. Cruz no es un jugador rogando por una oportunidad. En los 144 partidos que ha jugado con Minnesota desde 2019, batea .315 con 49 jonrones, 30 dobles y 131 impulsadas.
5. Didi Gregorius
Después de ser limitado a 82 partidos por una operación del codo derecho en su última temporada con los Yankees, Sir Didi firmó un contrato de un año y $14 millónes con los Phillies para tratar de mejorar su posición en el mercado abierto. Gregorius, de 30 años, batea .308 con seis extrabases y 13 impulsadas en 18 juegos.