ATLANTA -- "Si algo malo puede pasar, pasará”: Ley de Murphy.
Como si no fuera suficiente con empatar el récord de series perdidas en forma consecutiva, los Atlanta Braves alargaron su miseria de Postemporada con el peor partido en su historia en las eliminatorias de las Grandes Ligas.
Los St. Louis Cardinals anotaron 10 carreras en la primera entrada para derrotar 13-1 a los Braves en el quinto y decisivo encuentro de la Serie Divisional y avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional por undécima ocasión en su historia y primera desde 2014.
Durante un rally que duró 26 minutos, los visitantes fijaron una nueva marca de carreras para un primer inning y empataron la de más anotaciones en cualquier episodio en un duelo de Postemporada. Los otros equipos que han anotado 10 carreras en una entrada son Los Angeles Angels, en el séptimo inning del quinto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2002; Detroit Tigers, en el tercer inning del sexto juego de la Serie Mundial de 1968, y los Philadelphia Athletics, en el séptimo acto del Juego 4 de la Serie Mundial de 1929.
St. Louis mandó 14 bateadores al plato en el inning grande contra el abridor Mike Foltynewicz y el relevista Max Fried. Todos los miembros de la alineación anotaron al menos una vez, ninguno conectó dos hits y nadie sacó la bola del parque. Los Cardinals son el primer equipo que no batea cuadrangular en un rally de 10 carreras en la Postemporada.
Foltynewicz, quien permitió siete carreras, seis limpias, concedió tres bases por bolas y apenas sacó un out. Tenía marca de 7-1 con efectividad de 2.37 y 62 ponches en 64.2 entradas en sus últimas 11 aperturas desde el 6 de agosto, cuando regresó de una asignación a Triple A.
En el segundo juego de la serie, “Folty” colgó siete ceros, no regaló pasaportes y abanicó a siete bateadores de St. Louis.
Para muchos de los 43,122 aficionados que llenaron de esquina a esquina el SunTrust Park fue un shock emocional, pues no fueron pocos quienes aún bajaban de sus carros en los estacionamientos cuando el receptor puertorriqueño Yadier Molina bateó rodado en su segundo turno de la entrada para terminar el calvario de los Braves.
“Esa entrada le sacó el aire al rival. Nunca había estado en una entrada así”, dijo Molina, quien apareció en su partido número 94 de Playoffs, la mayor cantidad de la historia en la Liga Nacional.
A los bateadores de Atlanta tampoco les fue fácil. En total, pegaron seis hits y la única carrera fue por jonrón del antesalista Josh Donaldson en la cuarta entrada. El derecho Jack Flaherty le ponchó ocho en seis actos de una vuelta el miércoles y le ponchó 16 en dos salidas en la serie.
Hasta la tarde del miércoles, los Braves nunca habían perdido un encuentro de Playoffs por 10 o más carreras de diferencia. Atlanta había perdido tres veces por nueve carreras, la ocurrencia más reciente cuando cayó 12-3 ante Houston en el quinto y decisivo compromiso de las Series Divisionales de 2004.
Atlanta solamente ha permitido cifras dobles en carreras en siete ocasiones en Postemporada.
“Realmente no lo he procesado lo suficiente. No lo sé. No sé si he visto a tantos muchachos batear en la primera entrada tan rápido en toda mi vida. No lo sé”, dijo el manager de los Braves, Brian Snitker. “No fue como lo elaboramos, lo sé. Esa cosa siguió rodando y no pudimos detenerla.
“Fue muy decepcionante. Todos teníamos una gran expectativa al llegar hoy al estadio. Todos lo esperaban con ansias. Todos estaban listos y no puedes planear algo así”, agregó el piloto.
“Ese es un escenario tan diferente, la forma en que sucedió. Simplemente seguía aumentando y después de la primera entrada, tenemos que intentar salir y responder, pero fue muy grande”, apuntó Snitker, quien ha guiado a los Braves a ganar la División Este del Viejo Circuito en las últimas dos temporadas, sólo para ser eliminados en primera ronda.
Atlanta ha perdido la cifra récord de ocho Series Divisionales consecutivas y ha sido derrotado en 10 series en fila en Playoffs, lo que empata el récord histórico que establecieron los Chicago Cubs entre 1910 y 1998.
Además, los Braves han perdido cinco encuentros decisivos consecutivos, todos en su casa, incluyendo tres de Series Divisionales. La última vez que Atlanta salió airoso en un juego de vida o muerte fue en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de 1996, irónicamente, contra St. Louis.
En los 144 años de existencia de la franquicia, los Braves, que han llamado su casa a las ciudades de Boston, Milwaukee y Atlanta) ha conquistado 17 títulos de la Liga Nacional y tres de Serie Mundial. Atraparon el Trofeo del Comisionado por última vez en 1995, cuando vencieron a los Cleveland Indians en seis partidos en su último viaje al Clásico de Otoño.
Los Braves no ganan una serie de ningún tipo desde que vencieron a los Houston Astros en la primera ronda de Playoffs de 2001, cuando avanzaron a la Serie de Campeonato contra los Arizona Diamondbacks, quienes los vencieron en cinco encuentros. Desde entonces, Atlanta tiene marca de 13-29 en choques de Playoffs.
“Es dificil. Tuvimos un gran año, ganamos 99 juegos. Tuvimos un gran año, pero, ahora mismo, todos están sufriendo. Teníamos grandes expectativas para nosotros mismos y con razón”, lamentó Snitker, el Manager del Año de la Liga Nacional la temporada pasada. “Simplemente no hay mucho que decir. En un juego como el de hoy (miércoles), no hay mucho qué decir. Es bastante evidente lo que sucedió. No quita todo lo que esos muchachos lograron durante todo el año, ganando la división por segunda temporada consecutiva.
“Pero, aún duele. Si hubiéramos perdido 5-4, un juego de una carrera habría dolido. Este duele. Todos duelen, pero no sé si alguien quiere escucharme decir que tuvimos un gran año porque el resultado no fue lo que queríamos”, finalizó el piloto.