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SDC: Cardenales de Lara van cargados de perseverancia

Las dificultades por la crisis social y política que atraviesa Venezuela y las restricciones impuestas por MLB y el Departamento de Estado de los Estados Unidos hacia la Liga Venezolana de Béisbol fueron puestas a un lado por el equipo Cardenales de Lara, quienes se enfocaron en una batalla campal con Caribes de Anzoátegui en una final que se extendió a siete juegos y que culminó con la sexta corona para los pájaros rojos en su historia. Un título con un sabor especial. Un back-to-back, revalidando su condición de monarca.

"Dijeron que este era un campeonato mocho, malo, con peloteros de segunda, sin categoría de grandeliga, pero ha sido todo lo contrario porque la final Cardenales-Caribes fue de lujo que llenó de bote en bote el Estadio Barquisimeto" declaró a la televisión local un emocionado Luis Jiménez, el veterano de 19 temporadas en el béisbol de Venezuela con experiencia de Grandes Ligas y las Ligas de Japón y Corea. Para Jiménez, ícono de esta franquicia, este fue el más especial de sus tres títulos en Venezuela pues es el primero que consigue con el club con el cual militó durante 14 años antes de ser cambiado en la temporada 2014-15 a Bravos de Margarita y posteriormente a Caribes de Anzoátegui.

Desde el pasado mes de agosto, la operación deportiva de los ocho equipos que conforman la LVBP se vio afectada tras el apego de Major League Baseball al embargo comercial del gobierno de los Estados Unidos hacia la administración de Nicolás Maduro y sus instituciones. Esta medida fue tomada por la abierta conexión comercial entre los equipos del circuito y su patrocinante principal, la empresa estatal Petróleos de Venezuela. El principal impacto fue la prohibición del uso de jugadores y técnicos bajo contrato activo con algún equipo afiliado a MLB, por lo que los equipos debieron armar sus nóminas con jugadores no afiliados, lo que se traduce en el mundo del béisbol a jugadores que fueron despedidos, que aún no hayan firmado contrato con alguna organización y muchos en casi que condición de retiro.

Además, por motivos logísticos, el calendario se recortó de su tradicional formato de 62 juegos a 43, iniciando actividades por primera vez en la historia en la primera semana de noviembre.

Ante este panorama, el nivel de juego se vio obviamente afectado. Las gerencias tuvieron que ser creativas y buscar completar sus nóminas con jugadores que quizás en condiciones normales no tendrían cabida en los rosters que regularmente priorizan en prospectos y jugadores afiliados a MLB por su proyección hacia las Grandes Ligas o su actuación comprobada en el circuito invernal. La crítica y escarnio público en Venezuela hizo que la percepción hacia el béisbol tomara un tono negativo, mostrándose como industria que se negaba a cesar sus actividades, doblegando ante amenazas de voceros del gobierno y sus solicitudes y exigencias públicas de continuar la actividad con tono de normalidad. Para el gobierno de Venezuela, mantener el béisbol profesional activo y andante sugiere una sensación de normalidad pública en un país con condiciones sociales deplorables.

Pero deportivamente, Cardenales de Lara tiene un mérito de perseverancia. Este fue el mismo equipo que en diciembre de 2018 perdió a dos de sus jugadores Luis Valbuena y José Castillo en un accidente automovilístico que conmocionó al país y al mundo del deporte. Ante este panorama adverso para su actividad, poder enfocarse en el terreno y ganar por segundo año consecutivo definitivamente tiene su mérito. Estamos hablando también del club que se ha preparado para la organización de la Serie del Caribe en su casa desde la edición de 2018 y que por las mismas condiciones fue movida a Guadalajara y pospuesta un año. Ante la persistencia de las condiciones adversas, el certamen del 2019 fue mudado a la Ciudad de Panamá.

Alfonso Saér, narrador e ícono del club desde 1965 expresó en su peculiar estilo en su columna en la prensa local: "¡Qué manera de transformar unos estadios semivacíos, alimento para los agoreros, en escenarios rebosantes de jolgorio, hambrientos de buena pelota! Nada menos que unas 35 mil personas (más las que no pagaron) coparon el parque "Antonio Herrera G" para rodear el triunfo decisivo con un ambiente único, indeleble en las memorias".

Para la temporada 2019-20 Lara anunció de nuevo al manager campeón José Moreno, un hombre que demostró liderazgo y carácter al frente del club, pero que por su afiliación a los Marineros de Seattle tuvo que ser reemplazado a última hora por el ex-infielder de 40 años Luis Ugueto, quien llegó sin experiencia alguna como dirigente. El club comenzó a tomar su ritmo con el gran regreso de Luis Jiménez a Cardenales el 20 de noviembre en un cambio con Caribes de Anzoátegui por el lanzador Alex Torres.

La gerencia comenzó a buscar piezas que prácticamente estaban fuera del béisbol. Unos lo llaman buscar jugadores que ya no dan la talla, para otros son "segundas oportunidades". Entre ellos destaca el utility Josmar Cordero quien bateó para .333 con 2 HR y 10 CI en 22 juegos de la temporada regular. Tras tres años fuera de la pelota organizada experimentó el béisbol en Austria y Chile, donde trabajaba como mesero antes de ser convocado por los pájaros rojos.

Destacaron los dominicanos Wellington Dotel quien bateó para .316 en 40 juegos en la temporada y Jonathan Gálvez quien lideró con 4 HR al club en la ronda eliminatoria. Se hicieron también de los servicios de Osman Marval, un utility que no jugaba en Venezuela desde 2012 y se mantenía activo en la Liga Italiana, mientras resultó como el Jugador Más Valioso de la Liga Colombiana la pasada temporada. Este trío ofensivo acompañará al club a la Serie del Caribe.

Y desde el montículo la gran figura de este club fue Néstor Molina, conocido en los ámbitos digitales como "Superman Sin Capa" y proveniente de los Rieleros de Aguascalientes. Molina es un lanzador de actitud y garra que se alzó con la mejor temporada de su carrera dejando marca de 6-0 con PCL de 3.09 y ganó en su única presentación en la Serie Final. Sin embargo, no acompañará al club a la capital boricua.

Molina es sólo uno de los afectados por la barrera de las visas, pues el club no sólo puede contar con jugadores que tengan un permiso vigente de entrada a los Estados Unidos. Esta restricción dejó además fuera del róster a Raúl Rivero, Luis Jiménez, Josmar Cordero, Yonathan Mendoza y Williams Pérez entre otros. La respuesta de la gerencia fue la gestión de 14 refuerzos entre ellos los ya conocidos en la fiesta caribeña René Reyes, Alí Castillo, Gorkys Hernández, el cubano Adonis García y su compatriota el lanzador Francisley Bueno quien sería uno de los abridores en el certamen junto a los también probables abridores Wilfredo Ledezma, Mayckol Guaipe y el estadounidense Logan Darnell.

Cardenales nunca ha ganado la Serie del Caribe, pero regresa a San Juan tras haber jugado la serie de 1999 en el Hiram Bithorn. El año pasado en la Ciudad de Panamá terminó con marca de 2-2 en su grupo. En la edición del 2001 en Culiacán culminaron con marca de 3-3 con Nick Leyva al mando. En 1998 y 1999 asistieron en años consecutivos en Puerto La Cruz y San Juan bajo la tutela de Omar Malavé y salieron con marca de 1-5 y 2-4 respectivamente. Su mejor actuación fue en su debut en el torneo en 1991 en el antiguo Estadio Bobby Maduro en Miami cuando dejaron marca de 3-4 con Domingo Carrasquel como dirigente.