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El Maldito Jara noquea, desafía y ¡pide casamiento!

Se le cortó el aire y debe haber sentido, como una ráfaga de pensamiento, que aquello se terminaba. Sin respiración, con piernas rebeldes que lo abandonaban y aturdido por la gritería, debió haber escuchado la cuenta del referí, Lucas Katalinich, sabiendo que era inútil. Y lo fue.

De esa manera Andrés Ramón “Canelo” Tejada sintió que aunque iba ganando, todo había terminado. Corría el séptimo round y su trabajo se derrumbó por un golpe. Un gancho zurdo de Nicolás Ezequiel Jara, de corto recorrido y de impacto fulminante justo en el plexo, daba por terminada la lucha.

Jara, más conocido por “El Maldito”, consciente de que iba abajo en las tarjetas, estalló en el festejo, cuando la pelea ya se le escapaba de las manos en forma irremediable. Así es el boxeo. “Me iba ganando porque es muy bueno como boxeador, y yo no estaba suelto, no sé que me pasaba, porque odio las excusas. Solamente sabía que, si le acertaba la zurda al cuerpo, podía noquearlo y así fue lo que hice. Busqué esa esa mano toda la noche y, cuando logré meterla, me di cuenta de que se había terminado todo”.

“El Maldito” Jara sumó así su cuarto nocaut en 10 victorias, con 5 derrotas. Su rival, “El Canelo”, se quedó con 12 triunfos, 6 antes del limite, su tercera derrota por fuera de combate en 4 perdidas y 2 empates. Fue la fría noche del viernes 24 de mayo en el club El Porvenir de Quilmes, provincia de Buenos Aires. Al borde del ring, estuvo el equipo de ESPN KNOCKOUT : Renato Bermúdez, Cecilia Comunales y este periodista, más Andrés Bermúdez en el ring side.

Nacido el 24 de abril de 1990 en General Rodríguez, Buenos Aires, Jara aprovechó totalmente la noche. Sucede que cuando Rodney Acosta lo reporteó luego del combate, “El Maldito” aprovechó para pedirle casamiento a Camila Filippini, “La Cazadora”, su pareja desde hace cinco años. Todo empezó con ella de alumna -Camila es peleadora profesional del Renegado Team Dojo Serpiente- y se fue convirtiendo en romance.

“Y por suerte, me dijo que si”, afirma riendo.

Hombre del equipo Dojo Serpiente, Jara posee una marca de 72 combates, en diferentes especialidades con 68 victorias, 38 antes del limite, 3 derrotas y un empate. Sus títulos: Campeón Argentino y Sudamericano de Muay Thai WKN; Campeón Argentino de Muay Thai WKN, de Kick Boxing WKF y de K-1 Rules WKF. Campeón Bosch Tour del Super 8 Internacional de Full Contact, Campeón UIAMA de Muay Thai y Campeón NFC de Kick Boxing.

Su equipo está formado por Cristian “Serpiente” Bosh, campeón mundial WBC Muay Thai -todo un referente en el tema, de gran experiencia nacional e internacional-, Nicolás Vega, Nicolás Ruiperez, Edgardo Cuenca, Damián Alcaraz y el preparador físico Axel Ferraris.

-¿Y cómo empezaste en el boxeo?

“Fue por Acero Cali, cuando él tenía su gimnasio en Escobar. Le pidió a mi entrenador y profe y amigo Cristian Bosch a tres peleadores para hacer sparring con Fabián “TNT” Maidana, el hermano del Chino.Uno de ellos fui yo, y al final, fue el único que se prendió. Llegamos a hacer hasta diez rounds y cuando quise acordar, había firmado contrato con Acero”.

Se supone que, ahora, ya hizo su elección. “Yo había aprendido a boxear, porque como en artes marciales uno usa mucho las piernas, tiene que aprender también a tirar golpes. Pero ahora ya hace mucho que no pateo y, claro, es porque me quedé con el boxeo. Yo llegué a pelear con 70 kilos con Brian Arregui, cuando me ganó en 2022, pero en realidad mi peso es el actual, el welter, de 66,678 kilos, ahí estoy bien de verdad”.

Jara tiene temperamento, fuerza y grandes ambiciones de ser campeón. Sabe que nada es fácil, pero admite que se tiene una tremenda fe, sobre todo porque aun cuando le tocó perder, siempre dio trabajo. “Cuando perdí en Alemania (con Jamshid Nooristani, 2022) había ganado, eso me lo dijo la gente y yo quedé seguro de eso. Cuando peleé en México (con Eduardo Rodríguez, 2023) me saqué el hombro, pero igual a mi rival lo corrí por todo el ring. Esa noche me bajé recaliente porque no me gusta perder a nada, pero después se me pasó un poco porque nada más ni nada menos que Juan Manuel Márquez me vino a felicitar: “Tienes unos tremendos cojones hermano”, me dijo y hasta me regaló unos guantes. Esa noche me dí cuenta de que había mucho todavía por dar y en eso estoy”.

Alguna vez le tocó perder en artes marciales con Tomás “El Chacal” Rodríguez y sacó una gran enseñanza. “Esa noche aprendí que no hay que comerse el viaje, o sea que cuando venís con buena racha, ganando todas las peleas, sentís que sos el mejor, hasta que después te das la cabeza con la realidad. A “El Chacal” llegué a odiarlo, hasta que con el tiempo, aprendí también que esto es un deporte, un laburo. Y fundamentalmente, a no comerse el viaje...”

La recuperación del hombro, luego de aquella pelea en México, duró como un año y según sus palabras, “Gracias al doctor Juan Prodósimo estoy bien ahora,a tiene un equipo buenísimo y me siento como nunca, entreno tres veces por día y después de ganarle a Tejada volví enseguida el gimnasio, no hay tiempo que perder”, afirma. “Soy un tipo agradecido y por eso no puedo menos que mencionar a Mauro García, que es el Intendente de General Rodríguez, Lucero Promotion, Servisur, Bellas Piedras, Orinoco y Muller camiones y acoplados, que siempre están ayudando”

Confiesa, casi cándidamente, que ni siquiera sabe el nombre del actual campeón argentino de su categoría, la welter. (Cristian “Azteca” Javier Ayala, con un récord de 12 (4)-2-1). Cuenta que le gusta el estilo del Canelo Alvarez, pero “Ahora también me gusta mucho el zurdo ese que es tan bueno... ¿Cómo es que se llama? Ah, si, Lomachenko, ese es bueno de verdad, ¿eh?” Asegura que quiere pelear con quien sea, no piensa elegir rivales, porque está seguro de que, si va a ser campeón, hay que ganarles a todos sin esquivar a nadie.

“No quiero ser pedante, pero es lo que pienso. Soy así y se también que las peleas que perdí también tienen cada una su historia, pero ahora lo que quiero es ir para adelante, pelear con quien sea. Con Tejada me desconocí, no se que me pasó, pero estuve como atado y esa ventaja no se pude dar ante un buen boxeador como él, pero bueno... el boxeo es así, metí ese gancho y se terminó todo para él, al menos por esa noche. Yo estoy contento por la victoria, por haber peleado para ESPN KNOCK OUT como ya hice otras veces y siento que cuando me toque quien me toque, van a tener que hamacarse para poderme ganar, porque tengo sangre de guerrero, no me van a bajar del ring ni a palos, quiero ser campeón y todos los días pienso en eso, en ser campeón y demostrar lo que puedo”.

Y agrega que “ Hay gente que como Conurbano, o Golotón o El Lobo 24 también me ayudan y me dan ánimo para seguir con todo”.

A propósito de su apodo: “Mi gran hermano y amigo Nicolás Vega me apodó ”El Maldito” y así quedó, porque de pibe me agarraba siempre a piñas, era el peor del colegio. Pero ahora, gracias al boxeo, se que tengo muchas cosas buenas por delante y no las voy a dejar pasar. De ninguna manera”.

Y se ríe el Maldito, el guerrero que, tras terminar su pelea y ganar por nocaut, también tuvo tiempo para la ternura y hasta para pedir casamiento. ¿Quién dijo que los guerreros no tienen, también, su costado romántico?