Lo que está en juego el sábado en Arabia Saudita entre Andy Ruiz Jr. y Anthony Joshua va más allá de fajas de campeón. El poder en la división de los pesos pesados también está en juego.
Si Ruiz (Premier Boxing Champions, transmitido primordialmente por FOX) sale aioroso por segunda ocasión sobre Joshua (Matchroom, por DAZN), signficaría que los cuatro títulos grandes de la división de los pesos pesados estarían bajo la sombrilla de PBC, con Deontay Wilder en posesión del título del CMB.
Eso le daría control a PBC de casi todas las peleas potenciales más grandes en la división más glamorosa del boxeo por el futuro previsible, siempre y cuando Wilder supere al campeón lineal Tyson Fury en su revancha el 22 de febrero.
Para FOX, con el estado incierto del campeón wélter Errol Spence tras su accidente automovilístico, un activo como tener todos los títulos de peso completo es de suma importancia para generar interés de PPV. En Ruiz tienen al primer campeón de peso completo de origen mexicano, y en Wilder al mejor conocido entre los pesos pesados estadounidenses. Una pelea entre ambos -asumiendo que ganen sus respectivas peleas- sería un éxito financiero para todos los involucrados.
Mientras Ruiz busca sorprender otra vez, Joshua entra en una situación única que debe ganar. Joshua no solo logra llenos totales en estadios de fútbol, sino que logra ventas significativas de PPV, y aunque una derrota ante Ruiz podría ser considerada una en un millón, un segundo revés le causaría daño irreparable a su reputación como un peleador de elite. Fuera de eso, su comerciabilidad para Matchroom Sports sufriría un golpe permanente.
Una derrota este fin de semana sería su segunda consecutiva en un lapso de seis meses, y muchos se preguntarían si solo era una entidad bien promocionada y sobrevalorada que pudo capturar la emoción y lealtad de un país que venera a sus boxeadores más que la mayoría por cuestión de timing y emparejamiento estratégico. Pero si gana, Joshua todavía puede ser Lennox Lewis. Con una derrota, podría ser Frank Bruno, otro monarca inglés que vio su título, y en última instancia su carrera, desparecer ante Mike Tyson.
Claro está, Ruiz también se encuentra en una situación comparable con otros boxeadores del pasado. ¿Será una versión moderna de Hasim Rahman, quien sorprendió a Lennox Lewis, tropezó, pero se recuperó para eventualmente ganar otra faja? ¿O será Buster Douglas, quien se convirtió en la maravilla más notable de un golpe en el boxeo tras derrotar a Mike Tyson en el 1990 y luego se desvaneció en la oscuridad tras sus 15 minutos de fama?
De cualquier forma, el que gane el sábado probablemente tenga que dejar vacante uno o dos de sus títulos, ya que la realidad de ser un campeón indisputado es que hay retadores mandatorios para cada correa. Y solo hay tanto tiempo e interés en aplacar a peleadores como Kubrat Pulev (clasificado número por la FIB), Trevor Bryan (AMB), Dillian Whyte (CMB) o Oleksandr Usyk (OMB).
Esta pelea no será Ruiz-Joshua II, pero PBC contra Matchroom y Fox contra DAZN. Y aunque la fanaticada está ansiosa por ver la tan anticipada pelea, lo que suceda el sábado probablemente determine qué otras peleas de ensueño en la división de los pesados se materializarán en los próximos años.
El Campeón Mundial nos revela que le dijo a Anthony Joshua en el Frente a Frente.