La vieja frase de Jack Dempsey, “Nunca se vuelve”, sigue vigente en boxeo, tan vigente como quienes se niegan a escucharla. Es parte del folclore: pasa el tiempo y, en algún momento –llámense Ray Leonard, Mike Tyson, George Foreman o Muhammad Alí- seguirán desoyendo aquello de que “Nadie le gana al Padre Tiempo”.
Mencionamos a Foreman porque fue uno de los pocos grandes que lo logró. De la misma manera en que, por carácter inverso, Muhammad Ali más que regresar, no supo retirarse a tiempo.
Ahora se trata de Sergio Maravilla Martínez, que fue campeón mundial de los medianos del CMB. La aciaga noche del 7 de junio de 2014, frente a Miguel Cotto y en el mágico Madison de Nueva York, el argentino perdió cuando lo retiró su esquina. Gastado por la lesiones, sobre todo en las rodillas, Martínez decidió que así tampoco se podía seguir en el boxeo y colgó los guantes. Por lo visto, nunca del todo…
Ensayó y lo sigue haciendo, con presentaciones en Stand Up, charlas motivacionales y hasta participando de algunas películas, pero el boxeo puede más.
Lo anunció hace tiempo y no todos le creímos. Pero aquí están los hechos: el viernes 21 de agosto, en el Malecón de Torrelavega, España y como promotor del espectáculo, Martínez subirá otra vez a un ring.
El rival elegido es José Miguel “El Traumatólogo” Fandiño, de 36 años, 15 peleas ganadas, 8 por nocaut, 6 perdidas (3 antes del límite). Irónicamente, hizo su debut profesional en 2014, el mismo año que fue –hasta ahora- el último de Martínez como boxeador.
¿Necesidad económica? Tratándose de Maravilla es poco probable, puesto que antes de retirarse ya estaba incursionando en varias empresas.
¿Necesidad de satisfacer el Ego? Casi seguro, porque a los boxeadores les cuesta mucho retirarse perdedores, como le ocurrió a él.
La última pelea de Fandiño data del 8 de noviembre del año pasado, en Oviedo, cuando le ganó por nocaut técnico a Sergio Fernández. Todo indica que ha sido elegido como un partenaire del ex campeón mundial, pero en estos casos, hay muchos factores en contra. Desde la edad hasta –especialmente en el caso de Maravilla- las diversas lesiones.
Maravilla está en todo su derecho a buscar su propio Destino, y aunque nada indique que podrá igualar lo que consiguió en sus mejores años, se dará el gusto.
Ojalá que lo logre y lo festeje, y no que tenga que lamentarlo.