Las caras de resignación y frustración se amontonaban en el box de Red Bull cuando promediaba la clasificación del GP de Arabia Saudita. Si bien la pole de Checo Pérez finalmente desató el festejo, en la escuadra de Milton Keynes ya se relamían con la primera fila completa de RB19 tras el dominio demostrado durante los entrenamientos. Sin embargo, el neerlandés vio la mitad de la Q2 y toda la Q3 desde boxes. ¿Por qué? Por un problema de transmisión. Así, deberá partir 15º y a remontar en la carrera que se verá por Star+.
"En la curva 10, el eje de transmisión se rompió. Así que eso es realmente desafortunado. Y también algo que no entiendo, porque en realidad nunca hemos tenido ningún problema con eso en lo que va de año. Pero sí, sucedió. Así que vamos a analizar todo. Y tratar de entender cómo sucedió", contó el bicampeón un rato después de finalizada la tanda.
Más allá del poderío que demostró Red Bull en los primeros compases de la temporada, Verstappen no dudó en tirar un dardo directo a los popes del team de las bebidas energizantes: "Creo que no debería importar si los coches son rápidos o no. Creo que siempre hay que estar igual de decepcionado o disgustado cuando las cosas van mal. Y tenemos que asegurarnos de que estas cosas no vuelvan a ocurrir. No importa si estás luchando adelante o último. Quiero un coche fiable”.
Con respecto a la carrera, Max se ilusiona con avanzar, pero no con llegar al escalón más alto del podio: “Creo que intentar ganar la carrera es un poco exagerado por la gestión que hay que hacer de los neumáticos y todo el mundo parece conducir a un ritmo determinado. Pero intentaremos recuperar todo lo que podamos”.