El argentino analizó su tarea en las dos tandas de entrenamientos del GP de Italia, en el que debutó como piloto titular del equipo Williams de Fórmula 1.
Franco Colapinto puede irse a dormir tranquilo después de su primer día como piloto titular del equipo Williams de Fórmula 1. La empresa no era sencilla: desembarcar en la máxima categoría del automovilismo bien pasada la mitad de la temporada (fecha 16 de 24), reemplazar a un piloto que fue cesanteado (Logan Sargeant), meterse en la discusión con pilotos que en todos los casos ya cuentan con la experiencia de haber corrido varios fines de semana en el Mundial, ser una de las 20 personas que se suben a un F1 en un planeta habitado por 8.000 mil millones de personas… Ante semejante contexto, el argentino mostró su aplomo para cerrar el día en el 17º lugar y a tan solo 192 milésimas de su compañero Alex Albon, quien está en su 97º Gran Premio.
Visiblemente acalorado y muy transpirado, Colapinto se acercó al corralito para hablar con los medios ya analizó su trabajo: “Me falta un poco de confianza. En el sector uno y dos fui más rápido que Alex y en el tercero perdí casi tres. Está todo en esas curvas rápidas, que la ventana de la cubierta es muy chiquita y a veces metés un poco más de velocidad y la goma es muy sensible. Eso me está costando un poquito. El resto bien, positivo. Quedé a dos décimas de Alex que es muy bueno”, dijo Franco.
El equipo, según contó su mánager, le pidió formar bases en los entrenamientos de este viernes, crear confianza en el auto y avanzar en cada salida. Y lo hizo. Más allá del despiste con el que cerró la primera sesión, en la segunda mejoró notablemente su tiempo (de 1m22s880 de la primera pasó a 1m21s784), mostrando el avance. Albon, en tanto, no pudo cerrar una buena vuelta con cubiertas blandas y no pudo probar otra por falta de tiempo, ante la roja que causó Kevin Magnussen. “Estoy contento que en la segunda práctica pegamos un saltito. En la primera traté de girar mucho con el auto. Me están costando las tandas rápidas, la goma es muy sensible a la temperatura y, como me pasó en F2 al principio, me costó la degradación. Estoy feliz de mi primer día como piloto oficial de F1. Por suerte lo disfruté mucho, voy por mañana para seguir avanzando”.
Una gran duda podía pasar por el físico. Si bien Colapinto realiza un trabajo similar al resto de los pilotos, pasar de un F2 a un F1 es un salto grande en la exigencia, sumado a que las carreras de la categoría principal tienen el doble de duración. Sin embargo, no sufrió problemas. “Estoy bien de físico, pero Monza es de las más fáciles en eso. Las que vienen, especialmente Qatar y Singapur, serán bastante más duras. Hizo mucho calor en el auto y transpiré bastante y no me acostumbré a tomar. Tengo el agua, pero no me acostumbré. Veremos si el domingo encuentro el agua. Pero más allá, es el sueño de chico de cumplir mi primer día como piloto de F1. Hay que entender más con el equipo algunas cosas, así que me voy a quedar hasta tarde”.