El argentino fue noveno en la tercera práctica libre, mejoró mucho su registro con respecto al viernes y se ilusiona con una gran clasificación.
Crear una base sólida fue el primer objetivo de Williams con Franco Colapinto. El argentino llegó casi crudo y de apuro a la Fórmula 1 después de la decisión de los popes de cesantear a Logan Sargeant porque su rendimiento “había llegado a un límite”, según confesó James Vowles, director del team de Grove. El argentino, con cientos de horas de simulador y un puñado de giros en la realidad, llegó a Monza, se calzó el buzo y salió a girar en las dos tandas que abrieron el GP de Italia, 16ª fecha del Mundial. Cerró el primer día en el puesto 17º y a 192 milésimas de su experimentado compañero, Alex Albon. El día de trabajo de Franco se estiró hasta casi llegada la noche italiana, junto con sus ingenieros, tratando de recabar datos para tener un mejor sábado, en su escala de aprendizaje. Y en la segunda jornada, el bonaerense pegó un salto notable.
Colapinto cerró la tanda noveno en una sensacional actuación, que es la muestra cabal del salto de rendimiento que tuvo Williams con la actualización que estrenaron en Zandvoort y que no se pudo plasmar en pista por la exclusión de Alex Albon tras la clasificación (el piso estaba fuera del reglamento) y Sargeant destruyó su FW46. En la tercera práctica de Monza, una pista que le cae bien al equipo de Grove (el año pasado Albon se metió en Q3 y fue sexto), los autos ingleses quedaron octavo (con el tailandés) y noveno, con Franco.
Justamente ahí radicaba uno de los puntos que necesitaba Williams: tener paridad entre sus autos, que ambos estuvieran en condiciones de meterse en zona de puntos, algo que no lograban con Sargeant. Colapinto, en el amanecer de su campaña en F1, quedó cerca del tailandés. En la tercera tanda, el argentino mejoró mucho su tiempo (de 1m21s784 a 1m20s905), quedó a 309 milésimas de Albon y a 788 de Lewis Hamilton, el más veloz de la tanda.
El resultado del tercer ensayo y el andar de Williams en el tercer ensayo son buenos augurios para la clasificación, que ya se disputa.
Adelante, Hamilton encabezó el 1-2 de Mercedes (George Russell fue segundo a 93 milésimas del heptacampeón), seguido por la Ferrari de Charles Leclerc. Los que no la pasaron bien fueron los Red Bull. Max Verstappen se quejó de la falta de velocidad de curva de su RB20 y fue sexto, a 251 milésimas de Hamilton. El tricampeón realizó un intento en el final de la tanda, en el que logró el record en el tercer parcial, pero sin poder avanzar en la posición. El neerlandés, como siempre, pudo exprimir a su Red Bull en un nivel que no logró su compañero Checo Pérez, retrasado en un preocupando 18º lugar. Para el team austríaco queda el temor de poder perder la punta de la Copa de Constructores. Es que McLaren (está a 30 puntos) tiene a Oscar Pastri y Lando Norris delante de los dos coches de las bebidas energizantes. Pero, claro, la clasificación es la que dará un panorama real y ahí Verstappen siempre saca algo más.