El neerlandés fue lo mejor que le pasó a la rocambolesca 23ª fecha de Fórmula 1, llena de sanciones y errores de la dirección de carrera. Charles Leclerc y Oscar Piastri completaron el podio.
Que Max Verstappen haya ganado es, probablemente, lo mejor que le podía pasar al GP de Qatar de Fórmula 1, convertido en un cambalache, lleno de sanciones, problemas y decisiones de dirección de carrera que fueron, cuanto menos, cuestionables.
Primero, la excelencia del tetracampeón. Tomó la punta en la largada de la carrera, al superar a George Russell en la primera curva, con una maniobra digna del neerlandés. A partir de ahí, en medio de la rocambolesca carrera, el piloto de Red Bull supo sobrellevar cada momento para sellar su 63ª victoria, la novena del año y la segunda en las tres últimas citas.
Verstappen y Red Bull revivieron en un fin de semana que parecía perdido después del sprint. El trabajo de los ingenieros para dar vuelta la historia fue notable y el tetracampeón lo exprimió al máximo. Y ya lo había hecho en la clasificación del sábado, con la gran pole conseguida. Aunque tres horas después todo cambió, porque los comisarios lo sancionaron por haber tapado a George Russell. Ya ahí comenzaron las decisiones raras, porque la penalización deberían ser tres puestos, pero como no era lanzado el giro del inglés, le dieron uno… Max tapó todo con su gran carrera.
El resto, a revisar. La FIA está en medio de una convulsión interna, de múltiples despidos y en la última oleada cayó el director de carrera Niels Wittich, quien fue reemplazado por Rui Marques. Y su estreno fue cuanto menos flojo. Más allá de la sanción a medias de Verstappen del sábado, en carrera se dio de todo. Sanciones por doquier, justas en su mayoría. Pero el gran error fue no haber sacado un auto de seguridad (al menos virtual) cuando el espejo retrovisor del Williams de Alex Albon quedó tirado en medio de la recta principal. Se dio un juego de bandera amarilla y verte, amarilla y verde… Pero todo siguió. Claro, un rato después Valtteri Bottas pasó por arriba del espejito, lo destruyó, regó la pista de pedazos y le provocó pinchaduras a Lewis Hamilton y Carlos Sainz. Ahí sí, auto de seguridad. Tarde y carrera arruinada para varios, porque también tergiversó las estrategias.
Después sí, sanciones que debían ser. Aunque las decisiones tal vez fueron duras. Como la de Lando Norris, de stop an go de 10 segundos por pasar a Bottas bajo bandera amarilla. No debía, también es cierto que el finlandés de Sauber se había corrido y le había dado paso. Después hubo más penalizados como Hamilton (dos veces), Russell, Albon…
En cuanto a lo único que queda en juego en 2024, la sanción de Norris le dio esperanza a Ferrari en la chance de ganar el Mundial de Constructores. La Rossa, con el segundo puesto de Leclerc y el sexto de Sainz, quedó a 21 de los de Woking, con los 44 que quedarán en juego en Abu Dhabi.