El joven italiano de 18 años se quedó con la pole para la carrera sprint de la sexta fecha del Mundial al dominar con su Mercedes. Oscar Piastri quedó segundo.
Mercedes quedó tambaleante en febrero de 2024. Su máxima estrella, el piloto más laureado de la historia, el que más éxitos le dio a las Flechas de Plata anunciaba su desvinculación con el team para mudarse a Ferrari. Reemplazar a Lewis Hamilton no era una tarea sencilla para Toto Wolff, el director del equipo alemán. En las inferiores estaba la gema, esa que con apenas 12 años se metió en el programa de desarrollo de talentos. Esa que después de romperla en el karting, llegó al automovilismo y ganó en cada categoría por la que pasó y que fue campeón: un tal Kimi Antonelli. El nombre, ya desde pequeño, lo ubicaba en un futuro metido en el automovilismo. Es que su papá era fanático de Kimi Räikkönen. Wolff sopesó todas las alternativas que tenía a mano: Carlos Sainz fue opción y hasta soñó con Max Verstappen. Finalmente, el austríaco se jugó un pleno y eligió al italiano, de tan solo 18 años. Y la apuesta comenzó a pagar rápido: se quedó con la pole para el sprint del GP de Miami, sexta fecha del año.
Kimi se preparó para el gran desafío. Mercedes le armó un extenso programa de pruebas con autos antiguos (de al menos dos años) durante todo 2024. El italiano giró con autos de F1 al mismo tiempo que disputaba el torneo de Fórmula 2. Justamente su paso por la telonera fue lo más flojo que tuvo Antonelli en su paso previo hasta el Mundial. De todas formas, ganó dos veces. Con su cara de niño, pero con gran madurez, afrontó el salto a la F1 con una entereza poco habitual para niños de 18 años. Con el apoyo permanente de su familia, si hasta recibió la noticia de su salto a F1 al lado de su abuela en la casa de Bolgona.
Fue, por lejos, el mejor novato en las primeras cinco fechas del año. Es cierto que está en uno de los equipos de punta, pero su trabajo, más allá del auto, fue excelente. Antonelli, lejos de fanfarronear, aprovechó la imponente experiencia de Valtteri Bottas, el piloto reserva de Mercedes, para sacarse dudas y aprender. “Nunca rechazaría un consejo ni dejaría de escuchar a alguien con tanta experiencia. Soy un joven que se incorpora al mundo de la F1. Tengo mucho que aprender. Él tiene mucha experiencia, así que no hay razón para no escuchar lo que tiene que decir”, confesó Kimi antes de Miami. En Suzuka, por ejemplo, el boloñés estaba perdido, no encontraba la pista ni la puesta a punto. El viernes fue un sufrimiento total. ¿Qué hizo a la noche? Se sentó con el finlandés y se convirtió en una esponja para absorber conocimientos. Resultado: sexto. Kimi fue cuarto en su debut en Australia y apenas no anotó en Baréin. Es, sin dudas, una gema.
Y así llegó al trazado de Miami, donde las distracciones están a al alcance de la mano. Ciudad cosmopolita si las hay, color, calor, farándula, eventos… Pero Kimi es distinto, con una mentalidad firme, hasta lejana a su origen latino. En la única tanda de entrenamientos completó 28 vueltas para conocer el trazado. Se quedó con las ganas de probar la goma roja por el accidente de Oliver Bearman que hizo terminar antes el entrenamiento. Así, totalmente pelado de experiencia de usar neumáticos blandos, llegó a la Q3 de la clasificación para el sprint. Mercedes apostó por estrategias distintas. En la primera mitad mandaron a pista a George Russell, el número 1 del equipo, quien marcó 1m26s791. Para el final, fue el pequeño gran Kimi y rompió todo: 1m26s482. Faltaban los poderosos McLaren, quienes se inclinaron ante Antonelli, con Oscar Piastri segundo y venciendo (otra vez y van…) a Lando Norris, tercero.
Antonelli empieza a hacerse un lugar en un mundo en el que comparte la pista con un tal Fernando Alonso, quien estaba a punto de lograr su bicampeonato cuando el italiano apenas nacía. En 2019, con timidez, se acercó a Hamilton para saludarlo en Monza. Este viernes, fue el inglés el que fue a saludarlo a él. Porque el más gurrumín de la parrilla se quedó con la pole para el sprint y se vistió de candidato a ganar la carrera corta de este sábado. “Fue una clasificación muy intensa. Me sentí muy bien desde esta mañana y con confianza para la clasificación. La última vuelta fue fantástica. Lo llevé todo a la perfección y me alegró mucho que todo saliera tan bien. Estoy muy contento de haber conseguido la primera pole”, dijo. Un dato: no se contabiliza como pole position porque es para la carrear corta.
“Mañana (por este sábado) será un placer empezar en la primera fila. La sensación será un poco diferente, pero tengo muchas ganas de que llegue el momento y de ver qué tal lo hacemos en el sprint y también en la clasificación”, cerró el Kimi. Solo dos italianos ganaron el título de F1: Nino Farina (1950) y Alberto Ascari (1952 y 1953). Un país que tiene al equipo más importante de la historia (Ferrari), pero que no logra una corona con un piloto. Que no gana un GP desde Malasia 2006 con Giancarlo Fisichella. Por ahora, son listones altos, pero Antonelli está en camino. Toto, el director de Mercedes, lo sabe. Por eso la cara de satisfacción tras la qualy del sprint. Su apuesta empezó a rendir y es toda de él.
