El piloto argentino habló tras quedar último en la clasificación del GP de Mónaco, octava fecha del Mundial, y explicó las falencias del Alpine que también sufrió Pierre Gasly.
Se lo nota tranquilo, acalorado. El sol de la tarde monegasca le da de frente en la zona de prensa en la que Franco Colapinto habla con los medios, entre los que se encuentra ESPN.com. En su mano derecha blande un termito, del que toma con una manguerita. Transpira, y no es para menos con la camiseta ignífuga negra que tiene puesta. Ya había cumplido con la requisitoria de los periodistas de TV y de habla inglesa, hasta que se para frente a los de habla hispana. No hay ni fastidio ni frustración. En las pantallas del fondo se ve que la Q2 se para con bandera roja porque George Russell acaba de dejar tirado su Mercedes en el túnel. El argentino se dará vuelta a cada rato para espiar el monitor. Lo primero que hace es explicar por qué el equipo se quedó con los dos autos afuera de la Q1.
“Generalmente nos costó mucho este fin de semana con la goma blanda. A mí en general se me hizo muy difícil de manejarla, se sobrecalienta mucho. Siempre me sentí más cómodo con la media, hice una vuelta no muy limpia con la media y fue casi tan rápida como con la blanda. Raro, cosas para analizar y entender”, cuenta Franco.
Claro, Alpine esperaba otro andar en el urbano monegasco. “No fue el fin de semana que esperábamos, imaginábamos un día mejor y más competitivo. Pero el auto no nos está dando la confianza para empujar. En la curva cinco patinamos mucho en la tracción, no salimos bien de las curvas lentas. No pusimos el auto en la ventana correcta, va bien, pero acá no encontramos el balance correcto. Nos está costando en general, a mí me costó sacar la vuelta. Con la goma media fue mucho más fácil y con la blanda no sale”.
Ya con el resultado de la qualy puesto, solo queda pensar en las 78 vueltas de carrera en una pista muy complicada para sobrepasar autos. “Hay mucho para trabajar. Esperemos que la carrera sea mejor que la clasificación, pero hay que trabajar. Hay muchas estrategias y una será mejor que otra. Pasar autos será imposible, por eso la estrategia tiene que ser buena”, cierra. Y se va, final del sábado para Colapinto. Todavía le quedará una larga reunión con los ingenieros antes de irse a su casa, porque Franco vive en Mónaco.