Después de dejar las filas de Red Bull tras 19 temporadas, el gurú inglés pisó otra vez un circuito, ahora vestido con los colores de Aston Martin, y marcó una debilidad de su nuevo equipo.
Con andar tranquilo, Adrian Newey llegó al paddock del GP de Mónaco cada mañana para vivir la octava fecha de Fórmula 1. Hasta ahí, nada de especial para el gurú que llevó a Red Bull a lo más alto con sus diseños. Claro, la novedad inmensa fue que se trató de su retorno a una carrera tras su salida del equipo austríaco y ya no viste de azul: su pantalón y remera son verdes, los colores de Aston Martin.
Con un maletín marrón un tanto gastado, sin custodios ni acompañantes, el ingeniero inglés optó por la entrada trasera del hospitality de Aston Martin para cada jornada. Los fotógrafos lo apuntaron mucho porque la gran novedad es su cambio de vestimenta, después de 19 temporadas portando el emblema de los de Milton Keynes.
Newey comenzó su tarea en Aston Martin el 3 de marzo, después de terminar con el período de dique seco impuesto para los que dejan un equipo antes de llegar a otro. Su trabajo es claro: diseñar, de una vez por todas, un auto ganador para el equipo del millonario Lawrence Stroll. La meta es 2026, cuando lleguen las nuevas reglas y los autos se modifiquen por completo.
En la base de Silverstone, donde está el team, el ingeniero de 66 años continúa con su forma de trabajo: lápiz y papel. Seguramente ese maletín medio gastado lleve algunos de esos dibujos. Más allá de que el objetivo es el próximo año, en Aston Martin esperan que su intervención pueda darle un mejor andar al AMR25 de Fernando Alonso y Lance Stroll.
En Mónaco, Newey habló sobre una debilidad que tiene el equipo, que sorprende por la inversión gigante que se hizo. “Creo que es justo decir que algunas de nuestras herramientas son débiles, en particular el simulador. Necesita mucho trabajo porque no se correlaciona en absoluto en este momento, que es una herramienta de investigación fundamental. No tenerlo es una limitación. Pero mientras tanto, tenemos que solucionarlo y luego elaborar un plan para que esté donde debe estar. Probablemente sea un proyecto de dos años", dijo.
Con respecto a la chance de poder meter mano en el auto actual, señaló: “Es comprensible que Lawrence quiera que el equipo lo haga lo mejor posible en 2025, así que hay un pequeño grupo que sigue trabajando en el coche de este año desde el punto de vista aerodinámico. Tuve algunas conversaciones con ese pequeño grupo, hablando del coche y de lo que podemos hacer al respecto". Claramente, el objetivo es 2026.
