El hombre que generó el desembarco de Flavio Briatore y que más firmemente apoyaba el proyecto F1, renunció a su cargo. Seguirá en funciones hasta el 15 de julio.
La inesperada noticia cayó como un baldazo de agua fría: Luca de Meo presentó su renuncia al cargo de CEO mundial de Renault, marca propietaria de Alpine, que tiene representación oficial en la Fórmula 1 con el equipo en el que corre Franco Colapinto. La noticia llegó un rato después del final de las 24 Horas de Le Mans y mientras se ultimaban los detalles para el comienzo del GP de Canadá de F1. De hecho, el pope italiano hizo una aparición pública en el circuito de la Sarthe, donde Alpine finalizó décimo en la mítica competencia endurance que pertence al WEC ganada por la Ferrari del AF Corse.
"Después de cinco años al frente del Grupo Renault, Luca de Meo ha anunciado su decisión de dejar el cargo para emprender nuevos retos fuera del sector del automóvil. El Consejo de Administración, presidido por Jean-Dominique Senard, ha agradecido a Luca de Meo el giro y la transformación del Grupo Renault, y ha acordado que su marcha se haga efectiva el 15 de julio de 2025. Luca de Meo seguirá desempeñando sus funciones hasta esa fecha. El Consejo de Administración ha puesto en marcha el proceso de nombramiento de un nuevo Director General sobre la base del plan de sucesión ya definido. El Consejo de Administración ha expresado su confianza en la calidad y la experiencia del equipo directivo para proseguir y acelerar la estrategia de transformación del Grupo Renault en esta nueva etapa", rezó el comunicado difundido por el Rombo.
De Meo asumió el cargo en julio de 2020 (en plena pandemia) y en el plano deportivo, fue el hombre que más fuerza hizo dentro del grupo para mantener la representación oficial en la Fórmula 1, más allá de los malos resultados. Fue bajo su mandato que se decidió el cambio de nombre de la escudería para que pasara de Renault a Alpine en 2021 (directiva para todos los equipos de competición de la marca en el mundo) y en 2022 habló de un proyecto a largo plazo. En 2024 debió salir a aplacar el rumor que señalaba una posible venta de la escudería con base en Enstone. “No es mi estilo. No venderemos ni una parte de esto. No necesitamos el dinero. Me han hecho ofertas a diestra y siniestra y luego han hablado de ello en la prensa. Pero no nos interesa. Sería estúpido, y no lo haré", dijo De Meo entonces.
Desde 2016, cuando el Rombo volvió como equipo integral a la F1, pasaron siete directores de equipo. El último de la lista es Flavio Briatore, el hombre fuerte que retornó a la F1 precisamente de la mano de De Meo en 2024. Los italianos tienen una gran relación y el CEO de Renault le pidió ayuda para sacar adelante el proyecto Alpine. El piamontés aceptó se sumó al team como asesor ejecutivo. De hecho, ese sigue siendo su cargo formal, porque la dirección la tomó de manera provisoria hasta que se sume alguien definitivo al cargo. ¿Cómo puede influir la salida de De Meo en el futuro de Briatore? Más aún, ¿una posible venta del equipo podría tomar otro camino sin De Meo?
Flavio responde únicamente a De Meo y su posición estará supeditada a la determinación que tome el nuevo CEO. En cuanto al futuro del equipo, el cierre del programa de motores que impulsó Briatore para convertir a Alpine en un equipo cliente de Mercedes a partir de 2026 fue, para muchos analistas, el paso más grande dado para terminar con la venta de la estructura. La desmentida a ese ruido llegó nuevamente desde De Meo. Ahora habrá que esperar qué opina el Consejo de Administración y la persona que ocupe el cargo del milanés.
En el medio está Franco Colapinto. El argentino llegó al equipo con el apoyo fundamental de la dupla De Meo y Briatore, quienes apostaron fuerte para llevárselo de Williams. El bonaerense fue ungido como titular de Alpine en reemplazo de Jack Doohan después del GP de Miami y, según el comunicado oficial de entonces, por cinco carreras, plazo que vence en Austria, la próxima cita. De Meo estuvo en las tres primeras carreras de Franco en los circuitos (Imola, Mónaco y Barcelona) y faltó a Canadá porque se fue a Le Mans. El presente del equipo Alpine, último en el Mundial de Constructores, sin director de equipo y, ahora, con la renuncia del CEO de la marca, pinta un panorama complicado.