Los pilotos de la escudería de Woking dirimirán el título de 2025 y la tensión irá en aumento. Zak Brown, el CEO, espera que no se reviva la pelea que resquebrajó todo entre el español y el inglés.
La historia de McLaren conoce bien de duelos internos entre sus pilotos. Ayrton Senna vs Alain Prost se lleva todos los laureles, con una batalla inolvidable que se vivió en las temporadas 1988 y 1989. No muy lejos en el nivel bélico quedó la fratricida lucha entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso de 2007. Entre ambos capítulos existe una diferencia gigantesca: en los tiempos del brasileño y el francés, los de Woking se quedaron con los títulos de pilotos y Constructores. En cambio, cuando el inglés y el español pelearon, el campeón fue Kimi Räikkönen y Ferrari se coronó en equipos tras la sanción a McLaren por aquel caso de espionaje a la Rossa por el cual fue despojado de todos sus puntos. La escudería inglesa está viviendo el tercer capítulo de contienda bajo su techo: Oscar Piastri y Lando Norris.
Nadie duda que el campeón del mundo será uno de los dos pilotos de McLaren. Una hecatombe debería ocurrir para que la definición no se dirimiera entre el australiano y el inglés. Los números así lo muestran: el campeonato entró en vacaciones y, con diez fechas para el final, Max Verstappen está tercero a 97 puntos del líder, Piastri. Y la brecha entre los chicos que manejan el poderoso MCL39 hay apenas nueve. Por ahora, parece reinar la paz en Woking, pero todo puede detonar en un instante. Más después del GP de Hungría, donde el equipo apostó por una estrategia distinta para sus muchachos y terminó favoreciendo claramente a Norris, quien venció en Hungaroring y acortó la distancia con Piastri. La cara del corredor de Melbourne al subir al podio era todo un síntoma de cómo se sentía. No tanto por esa victoria que se le escapó, sino por la lectura que rápidamente habrá hecho a futuro.
Zak Brown, CEO de McLaren, no quiere que se repita la situación de 2007. En aquel año, el novato Lewis Hamilton se plantó ante el reinante campeón Fernando Alonso y recibió apoyo del equipo. En aquel año, la explosión llegó en Hungría, cuando el inglés no acató una orden de equipo en la Q3. Hamilton debía ir detrás de Alonso en el primer intento, pero no lo dejó pasar. Cuando los dos autos fueron a boxes al mismo tiempo a cambiar neumáticos para el intento final, el asturiano se quedó parado durante más tiempo en el pit, antes de arrancar, mientras detrás Hamilton gritaba por radio que avanzara porque se quedaría sin tiempo para abrir vuelta. Y pasó. El cierre del año fue sin título con Alonso retornando a Renault.
“Tenemos nuestro sistema y nos atenemos a él. Nos sentimos cómodos con nuestra forma de competir. También sabemos que no siempre acertamos. Somos y siempre seremos, y creo que siempre lo hemos sido, un equipo de dos coches. Somos conscientes de que las consecuencias de eso podrían ser las de 2007", dijo Brown en declaraciones a The Race. "En ese año tuviste dos pilotos en McLaren que empataron en puntos y perdieron con Kimi Räikkönen por uno. Podríamos haber ganado ese campeonato de pilotos, pero ¿a quién eliges? Y entonces corres el riesgo de que el que no eliges se vaya. Nuestros pilotos reciben un trato igualitario. No hay nada en su contrato que dé prioridad a uno sobre el otro, ni ellos lo han pedido nunca. Solo quieren un trato justo y equitativo. Sabemos que eso beneficia al equipo. Lo aceptan, les parece bien, y sabemos que el riesgo de eso, si se quiere, desde el punto de vista del piloto, es 2007", agregó.
“Creo que la desventaja de favorecer a uno u otro es que luego uno quiere marcharse, que es exactamente lo que ocurrió a finales de 2007. Y pones en peligro el campeonato de Constructores. Ves que otros equipos favorecen a uno, y eso es beneficioso para el campeonato de pilotos, pero perjudicial para el de Constructores. Ambos campeonatos son igual de importantes para nosotros", comentó el pope estadounidense.
Ahora bien, está claro que a medida que las fechas pasen, si la luz entre los pilotos se mantiene tan estrecha como en el inicio de las vacaciones (nueve puntos), la temperatura aumentará. Este año, más allá del cambio de estrategia de Hungría, también estuvo el choque de Norris a Piastri en Canadá (el inglés abandonó) y el casi choque de la clasificación en Hungaroring… Y se irán sumando más capítulos, sin dudas. Brown fue tajante en declaraciones a la BBC: “Si surge algo, lo abordaremos. Nuestra forma de operar es abierta y transparente. Mirándolo desde fuera, parece que, al ver las batallas entre compañeros, se ve que se está gestando algo y uno se pregunta: '¿Se han aprovechado de eso o simplemente están dejando que se desarrolle?'. Sacaremos el aire del globo inmediatamente si sentimos que algo está burbujeando, pero no hemos visto nada. No creo que se peleen realmente debido a la comunicación, la confianza y el respeto que todos tenemos, y ellos se tienen entre sí. Somos muy afortunados de tener estas dos personalidades. Nos encantan los desafíos. Tengo muchas ganas de que compitan entre sí. Estoy seguro de que nunca se van a sacar de la pista el uno al otro, y ahí es donde empieza la mala sangre". Solo el tiempo dirá si Brown y su estrategia de trabajo frenan las ínfulas de sus pupilos que irán creciendo a medida que la definición se acerque.
