CLEVELAND -- Los Cleveland Browns no tenían por qué tomar una decisión sobre el futuro inmediato de Myles Garrett. Pero ahora pueden empezar a trabajar para conservar a su ala defensiva estelar por mucho más tiempo.
Cleveland ejerció el lunes la opción por el quinto año de contrato de Garrett y del ala cerrada David Njoku, cuya permanencia en el equipo parecía incierta después de las adquisiciones que hizo el equipo de cara a la próxima campaña.
La decisión en torno a Garrett no fue sorpresiva después de que la primera selección global del draft de 2017 se ha convertido en uno de los mejores de la liga en presionar al quarterback.
El egresado de Texas A&M acumuló siete capturas como novato, 13.5 en 2018 y se enfilaba a otra gran temporada en 2019 antes de ser suspendido indefinidamente por golpear al quarterback de los Pittsburgh Steelers, Mason Rudolph, en la cabeza con su casco durante un altercado en el encuentro del 14 de noviembre.
Garrett acusó a Rudolph de proferir un insulto racial, lo que provocó su exabrupto. Rudolph negó la acusación y Garrett se perdió los últimos seis juegos de Cleveland. En febrero, el comisionado de la NFL Roger Goodell le levantó la suspensión.
Ahora que los Browns lo tienen bajo contrato hasta 2021 --Garrett tendrá un salario base de 4.6 millones para 2020 y de 15.1 millones para el quinto año de su contrato en 2021-- posiblemente el equipo intente firmarlo a un contrato a largo plazo. Garrett y el corredor Nick Chubb son considerados como la base de la franquicia.
Mientras que la decisión en torno a Garrett parecía lógica, los días en Njoku en Cleveland parecían contados.
Selección de primera ronda en 2017, se ausentó 10 juegos la temporada pasada tras sufrir una fractura en la muñeca en la segunda semana, y había dudas sobre si encajaría en los planes del nuevo entrenador en jefe Kevin Stefanski después de que el equipo firmó al agente libre Austin Hooper y posteriormente seleccionó a Harrison Bryant en el draft.