MÉXICO -- Los Tampa Bay Buccaneers buscan cambiar su historia reciente, cambiando los constantes fracasos en la NFC Sur en un boleto a la postemporada, sin embargo, enfrentan demasiados obstáculos para conseguirlo.
Los Bucs han terminado en el último lugar de su división en seis de las últimas siete campañas y su último título en la NFC Sur fue en el 2007, el último año que calificaron a los playoffs.
Esta temporada, Tampa Bay busca cambiar esa tendencia pero antes deben superar la suspensión de tres partidos del mariscal de campo Jameis Winston que se conjuga con un complicado inicio de campaña que podría descarrilar sus esperanzas muy pronto.
A continuación, te presentamos las cinco interrogantes que deben responder los Buccaneers en la temporada regular del 2018:
¿Cómo afecta al equipo la suspensión de Jameis Winston?
El panorama es desalentador para las primeras tres semanas de la temporada regular en las que enfrentan posiblemente sus tres partidos más complicados de la temporada, contra los New Orleans Saints, Philadelphia Eagles y Pittsburgh Steelers en los que el veterano Ryan Fitzpatrick se perfila como mariscal de campo titular y el inexperto Ryan Griffin como su reserva.
Las malas noticias no terminan ahí para los Buccaners, que enfrentan el cuarto calendario más complicado de la NFL esta temporada al enfrentar a rivales que se combinaron para un récord ganador de .531 en el 2017.
Es sensato decir que Winston recuperará la titularidad a su regreso pero, ¿cuánto tiempo le tomará ponerse en forma de temporada tras tres semanas de ausencia? La buena noticia para Tampa Bay es que en Winston enfrentará a rivales relativamente sencillos en los Bears y Browns tras su regreso, pero aún así no le será nada sencillo acumular victorias, así que no descarten un inicio de temporada 1-5 --o peor-- para los Bucs, lo que representaría un adiós prematuro a sus esperanzas de playoffs.
¿Cómo luce el ataque terrestre de Tampa Bay?
Esta es una gran incógnita. Los Buccaneers decidieron seguir adelante sin Doug Martin, que la temporada pasada terminó con un famélico promedio de 2.9 yardas por acarreos y tres touchdowns dejando en la plantilla a Peyton Barber y Jacquizz Rodgers, quienes se combinaron apenas para 667 yardas y cuatro touchdowns, contribuyendo para que los Buccaneers terminaran en con el ataque terrestre N° 27 de la NFL en el 2017 con apenas 1,450 yardas.
Por si fuera poco, su cuarto mejor corredor de la campaña pasada Charles Sims aterrizó en la lista de reservas lesionados tras lesionarse la rodilla en la pretemporada.
Las esperanzas de los Buccaneers ahora recaen en las piernas del novato Ronald Jones, reclutado en la segunda ronda del draft procedente de USC, que terminó su carrera colegial con 3,618 yardas terrestres y 39 touchdowns --19 de ellos en su último año-- además de promediar 6.1 yardas por acarreo.
¿Cuánta gasolina le queda en el tanque a DeSean Jackson?
La producción de Jackson ha disminuido en las últimas temporadas, el año pasado --su primero en Tampa Bay-- terminó con apenas 50 recepciones para 668 yardas y tres touchdowns, atrapando apenas el 55.6 por ciento de los balones en su dirección, además redujo notablemente su capacidad de realizar jugadas grandes, bajando de 19 recepciones de 20 yardas o más en el 2016 a apenas 10 en el 2017 y sólo tuvo una recepción de 40 yardas o más en relación a las cinco que tuvo la campaña previa.
Jackson se mantendrá como receptor N° 2 en el lado opuesto a Mike Evans pero esto se deberá más a la falta de talento en la posición que a su capacidad para aprovechar sus duelos contra un esquinero la mayor parte del tiempo.
El futuro de Jackson está bastante nublado no sólo en los Buccaneers sino en la NFL y otro año por debajo de las expectativas podría enseñarle el camino hacia la puerta de salida en Tampa Bay.
¿Qué impacto tendrá Vita Vea en la defensiva?
La defensiva de los Buccaneers terminó como la peor de la NFL la temporada pasada al admitir 6,049 yardas totales y en puntos terminó como la N° 22 al admitir 23.9 por partido, mientras su defensiva terrestre terminó como la N° 23 de la liga con 1,880 yardas recibidas.
No es un secreto que la defensiva debe dar un paso al frente este año para dar oportunidad de competir a los Buccaneers por un lugar en los playoffs, sobre todo con la ausencia por suspensión de Winston y la pobre producción del ataque terrestre, lo que obliga al coordinador Mike Smith a encontrar respuestas rápidas para apuntalar la unidad y Vea parece encajar en esa necesidad.
En su carrera universitaria en Washington, Vea acumuló 99 tacleadas totales, 65 de ellas en solitario y 15 detrás de la línea de golpeo, 9.5 capturas, cinco pases desviados y dos balones sueltos forzados.
Vea compartirá el centro del campo con el estelar Gerald McCoy y sin duda recibirá gran ayuda por fuera con la llegada de los cazamariscales Jason Pierre-Paul y Vinny Curry, estas cuatro piezas podrían darle una oportunidad de competir a la defensiva.
¿Cuál es el estado de la defensiva secundaria?
La temporada pasada la unidad fue un desastre al aceptar 4,169 yardas --la mayor cantidad de la NFL-- a pesar de contar con esquineros de renombre como Brent Grimes y Vernon Hargreaves III y el profundo Chris Conte.
No extrañó, por tanto, que los Buccaneers invirtieran dos selecciones de segunda ronda del draft en los esquineros M.J. Stewart (North Carolina) y Carlton Davis (Auburn), además de adquirir en la cuarta vuelta al profundo Jordan Whitehead (Pittsburgh).
Estos movimientos, junto con los refuerzos en la línea ofensiva mejoran significativamente la unidad que debe mejorar las 13 intercepciones que la ubicaron en la posición N° 15 de la NFL la temporada pasada.
Pronóstico
Desafortunadamente no es nada alentador. Como mencioné anteriormente, los Buccaneers enfrentan uno de los calendarios más duros de la NFL y su inicio es más que complicado al enfrentarlo sin Winston en los controles que puede condenarlos a un inicio 0-3, lo que sin duda afectará la moral del equipo que me parece terminará con un pobre récord 5-11, quedando fuera de los playoffs.