Luego de 17 semanas de subidas y bajadas y sobrerreacciones de todo tipo, los juegos de postemporada están definidos. De aquí en adelante no hay más especulaciones o proyecciones –solo pruebas. Ganas, sigues jugando. Pierdes, estás fuera.
Pero aún queda algo de misterio y más que algunas preguntas que esta postemporada de NFL nos ayudará a responder. Echemos un vistazo a cinco de esas:
¿Es la última postemporada para Tom Brady en NE?
Ha habido mucha especulación sobre si Brady, de 42 años de edad, dejará a los New England Patriots al final de esta temporada, ya sea porque se retire o termine su carrera en otro equipo –su contrato le permite dejar el equipo si así lo desea. Hay lugares potencialmente interesantes para ser un mariscal titular, como en Chicago Bears, Los Angeles Chargers, Tennessee Titans y Las Vegas Raiders, por nombrar algunos. La posibilidad de que el coordinador ofensivo de los Patriots, Josh McDaniesl, deje la organización para ser entrenador en jefe en otra parte, existe. Siempre ha estado el riesgo, aunque remoto, de que el entrenador de 67 años de edad, Bill Belichick deje a los Pats.
Tanta incertidumbre a largo plazo se cierne sobre New England y su carrera en los Playoffs, que podría ser de corto plazo sobre si la ofensiva tiene lo suficiente para impulsar a Brady y Belichick a un séptimo título de Super Bowl. Lo que sucedió el domingo, que dejó la derrota de los Pats contra los Miami Dolphins y los eliminó de ser sembrados segundos, complican más las cosas, ahora que deberán jugar la ronda de comodines por primera vez en 10 años. Ya sea que esta carrera termine con la presentación del Trofeo Lombardi en Miami a inicios de febrero o con una decepcionante temprana eliminación, una de las noticias más importantes para la siguiente temporada baja será lo que Tom Brady quiera hacer, y si quiere seguir haciéndolo en Foxborough.
¿Será finalmente el año de Andy Reid?
El segundo mejor entrenador de su era, Reid hace su 15ta aparición en postemporada en 21 años de carrera como entrenador en jefe. Pero aún debe ganar el Super Bowl y solo ha estado en uno. El año pasado sus Kansas City Chiefs estuvieron agonizantemente cerca, pues quedaron a un ‘tercer down’ de parar a los Patriots en Kansas en el juego de Campeonato de la AFC, que perdieron en tiempos extras.
Reid tiene al mariscal de campo en el reinante JMV Patrick Mahomes. Tiene a la ofensiva más rápida de la liga, profunda en cada posición y cargada de explosivos ‘playmakers’. Tiene una semana de descanso luego de la derrota dominical de los Pats combinada con su victoria. Por fin tiene la defensa. Antes de permitir 21 puntos en la victoria contra Chargers, la unidad de Steve Spagnuolo entró al juego permitiendo 9.6 puntos por juego en los previos seis, el que menos en la liga.
Si esa defensa puede seguir jugando de la manera que lo ha hecho en los dos meses finales, los Chiefs pueden derrotar a quien sea.
¿Podrán los Saints esquivar la bizarra calamidad que los dejó fuera en dos años seguidos?
No es descabellado preguntarlo, luego de la milagrosa atrapada ganadora de Stefon Diggs hace dos años y una mala decisión de los oficiales en una interferencia de pase el año pasado durante el Juego de Campeonato de la NFC, los Saints estarán tratando de llegar al Super Bowl por tercer año consecutivo. Así de buenos han sido en su actual persecución, y son uno de los favoritos para representar a la NFC en el Super Bowl esta campaña.
Pero si uno recuerda esas caricaturas en las que Charlie Brown intenta patear el balón y Lucy lo sigue alejando de él en el último segundo, entiendes lo que ha pasado en los Saint en los pasados dos eneros.
Como Brady, el quarterback de los Saints, Dre Brees, está en los 40’s, y hay cuestionamientos legítimos sobre qué tanto querrá seguir haciendo esto. Pero ha jugado al máximo nivel en los dos pasados fines de semana. Tiene una sorprendente conexión con Michael Thomas, quien es el mejor receptor de la liga en este momento. Tiene una emergente conexión con el ala cerrada Jared Cook, quien podría ser la amenazada dinámica que no sea Thomas de la que los Saints han carecido. El juego terrestre luce mejor con Alvin Kamara. Y la defensa se impone ante los mariscales rivales.
Los Saints terminaron 7-1 de visitantes en la temporada, así que salir en enero no debería molestarlos. Quizá la tercera será la vencida y este año Charlie Brown sí conecté el balón.
¿Se pueden detener a Lamar Jackson y los Baltimore Ravens?
Los Ravens dieron a su quarterback titular y a otros jugadores un merecido día de descanso el domingo, y no los veremos de nuevo hasta la ronda divisional. Baltimore ha asegurado la ventaja de jugar en casa a lo largo de los playoffs en la AFC, y la ofensiva de Jackson –líder en yardas por tierra- ha sido más o menos imparable todo el año. Los Ravens el domingo dejaron el récord de NFL en yardas por tierra en una campaña con 3,172, pasando a los Patriots de 1978.
Baltimore está 5-1 contra otros equipos de postemporada esta campaña, con victorias contra potenciales rivales en la AFC, New England, Houston y Buffalo así como contra San Francisco y Seattle en la NFC. Perdieron 33-28 en Kansas City en la Semana 3.
En los pasados Playoffs, se desmoronaron contra un equipo de Chargers que los enfrentaba por segunda ocasión. Permanece por ver si una segunda mirada a estos Ravens ayudaría a un equipo como los Patriots o los Texans. Pero también parece claro que lo que están haciendo es muy diferente y más sostenible que lo que hacían el año pasado.
¿Puede Carson Wentz mantener a sus Eagles en la pelea?
Wentz estará para siempre en la situación sin precedentes de tener que vivir a la sombra de su suplente. Fue Nick Foles quien le dio a los Eagles su primer título de Super Bowl hace dos temporadas, luego de que Carson se lastimara y no pudiese terminar el año, y si Wentz nunca gana uno, tendrá que pasar su carrera a la sombra de Foles, al menos en algún grado. Probó mucho en esta carrera de diciembre que los dejó en los playoffs, pero el estándar en Phily es más alto en este punto que solo un título divisional.
Estos Eagles no parecen ser el equipo, en parte debido a lo triturados que están en posiciones como receptores abiertos o esquineros, y en parte por lo duro que luce lo que resta del año en la NFC. Pero han mostrado, al entrar de último momento en la postemporada, que tienen mucha resistencia. Y como los Bears comprobaron el año pasado, no son un rival fácil de postemporada.