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Ben Roethlisberger y Cam Newton recorren sendas similares en el 2020

La reciente llegada de Cam Newton a la plantilla de los New England Patriots mediante un contrato por una temporada y el salario mínimo garantizado ha convertido al equipo de Bill Belichick en uno de los temas de conversación alrededor de la liga en días recientes.

Ya se ha discutido en otras piezas lo que Newton podría aportar a los Pats, el reto que enfrenta en la competencia por el puesto titular contra Jarrett Stidham, y el detalle de las lesiones que ha tenido que superar en el último par de años.

Lo cierto es que, aunque los Patriots son el primer equipo en la historia de la liga en perder a un Jugador Más Valioso de la NFL en la posición de quarterback como agente libre que firma a otro Jugador Más Valioso de la NFL en la posición de quarterback como agente libre en el mismo receso de temporada, llama la atención que se puede hacer con otro pasador de Super Bowl cuya situación actual se parece, en algunos aspectos, a la de Newton. Me refiero a Ben Roethlisberger de los Pittsburgh Steelers. También, hay que señalar, hay un número de rubros donde la situación de los mariscales de campo resulta diametralmente opuesta.

Veamos algunos de estos rubros:

Cultura del equipo

Tanto New England como Pittsburgh poseen una cultura de equipo extremadamente bien definida. En ambos casos, los jugadores saben qué se espera de ellos en la organización, y se trata de franquicias con una estabilidad notable, comenzando desde los niveles ejecutivos más altos.

La gran diferencia aquí es que Newton se integrará a una cultura conformada, mientras que en Pittsburgh, Roethlisberger ya es una pieza fundamental que ayuda a permear la cultura de los Steelers a todos los niveles.

Roethlisberger es un dos veces ganador del Super Bowl en tres apariciones, cuya trayectoria apunta hacia el Salón de la Fama en Canton. Newton es un quarterback con una aparición de Super Bowl con un premio como Jugador Más Valioso de la liga, que está lejos de considerarse como futuro residente en el recinto de los inmortales, pero cuya trayectoria había sido ascendente antes de las lesiones más recientes.

"[Roethlisberger es] el estadista mayor y ganador del Super Bowl", declaró sobre el quarterback en febrero del 2019 el gerente general de los Steelers, Kevin Colbert, a un grupo de reporteros durante la telenovela del equipo con el receptor abierto Antonio Brown. "Si nuestros jugadores fueran inteligentes, ellos le escucharían, porque él ha estado allí. Lo ha hecho. Les puede decir, 'No chicos, lo que están haciendo es o no es suficiente para lograr esto'".

Colbert también señaló en su momento que se trataba del "líder incuestionable" en el vestidor, y que "tiene a 52 niños debajo suyo, honestamente".

Newton tenía un papel similar de liderazgo para los Carolina Panthers, aunque con alcances menores.

"Cuando estuve en Carolina, yo era nuevo, canjeado a media temporada, y mis mañanas comenzaban muy temprano, tratando de aprender a marchas forzadas el libro de jugadas", relató el liniero ofensivo Marshall Newhouse en el programa "Late Hits" de Sirius XM. "Oh sorpresa, Cam estaba allí, horas antes de que yo llegara, sobre la caminadora, estudiando su libro de jugadas. Lo mismo por las tardes, con Luke Kuechly, estudiando, realizando el trabajo adicional con video. Así que la parte del trabajo no está en duda. Se le puede llamar extravagante, pero simplemente tiene una personalidad fuerte. Es un líder".

Sistema ofensivo

La última temporada completa de Ben Roethlisberger fue la del 2018, cuando lideró a la NFL en intentos de pase (675), pases completos (452), yardas por pase (5,129) e intercepciones (16). ese fue el primer año de Randy Fichtner como coordinador ofensivo, después de trabajar las ocho campañas previas como coach de quarterbacks, así que Roethlisberger tendrá una idea bastante clara de lo que se espera de él en términos de sistema una vez que inicien las prácticas del campamento de entrenamiento.

El único cambio más o menos significativo, será que Matt Canada, en su primer año con la organización, será ahora su coach de quarterbacks. Canada no tiene experiencia de NFL, y no estuvo ligado a ninguna institución profesional o universitaria de manera formal el año pasado, pero su trabajo necesariamente estará supeditado a Fichtner.

En el caso de New England, Josh McDaniels será coordinador ofensivo por noveno año consecutivo y decimotercer año total. Como Fichtner, McDaniels perdió para el 2020 el título adicional de coach de quarterbacks, cayendo ahora esa responsabilidad en Jedd Fisch, ex coordinador ofensivo de los Jacksonville Jaguars que pasó el último par de campañas trabajando como asistente con Los Angeles Rams y el venerado Sean McVay.

Aquí reside la mayor diferencia entre los pasadores para el año entrante. Newton no regresa a sacudirse el óxido en un sistema ofensivo que, sí, recibirá sus actualizaciones, pero que ya conoce. Lo más probable es que Newton deba aprender una terminología diferente, incluso para conceptos que ya le resulten familiares, como parte de un sistema que nunca ha ejecutado. Newton no estará solo. New England es más que conocido por su capacidad de reinventarse año con año, luego de un éxodo anual importante de agentes libres, y este año no será diferente con la salida de Tom Brady. El sistema que los Pats preparan para el 2020 no será idéntico a lo que hemos visto en el pasado, ni para Stidham --que no es el mismo jugador que Brady--, ni para Newton. Stidham lleva ventaja en cuanto a conocer la terminología y el trabajo de receso de temporada virtual, pero tampoco creo que sea una ventaja definitiva en este punto.

Arsenal ofensivo

Roethlisberger ha visto, sin lugar a dudas, plantillas más talentosas a su alrededor. Lejos parecen ya los días en que Brown quemaba a las defensivas secundarias, mientras Le'Veon Bell castigaba por tierra. JuJu Smith-Schuster y James Conner, ahora en los roles ofensivos estelares, buscan simultáneamente una temporada de rebote en el 2020 luego de lidiar con lesiones y un pésimo nivel de quarterback el año pasado en ausencia de Big Ben. En cuanto a línea ofensiva, el retiro de Ramon Foster no debe descartarse como detalle menor, al tiempo que la llegada de Eric Ebron --sin ser un jugador de élite-- mejora notablemente las oportunidades por aire del equipo en situaciones de corto yardaje y zona roja. Ebron también viene, como parece ser la temática predominante, de lesiones en el 2019.

En Carolina, Newton siempre tuvo backfield ofensivo, pero --sobre todo en años recientes-- sufrió grandes carencias en las posiciones de receptor abierto y tackle ofensivo. En New England, tendrá un backfield extremadamente balanceado con opciones numerosas, y su grupo de receptores abiertos y linieros ofensivos deben poder ofrecer un nivel de juego con menos inconsistencias que lo vivido con los Panthers. Acá, la cuestión es cuán rápido puede hacer click con sus compañeros nuevos.

Lesiones

Aquí radica, para ambos clubes, la mayor preocupación de cara a la temporada entrante, en términos de la producción que se espera de los pasadores.

Roethlisberger viene de una lesión en el codo que le limitó a apenas dos salidas el año pasado, ambas derrotas. Newton viene de una lesión en el pie que le limitó a dos salidas el año pasado, ambas derrotas. Los dos mariscales de campo requirieron cirugía, con el añadido, además, de que Newton se perdió el final de la temporada del 2018 por otro problema físico, en el hombro de lanzar, que también requirió intervención quirúrgica, en su momento.

Ambos pasadores, mucho más Newton que Roethlisberger, comprensiblemente, han empleado sus redes sociales para informar sobre el estado de su rehabilitación. Pittsburgh ha manifestado satisfacción por el progreso de 'Big Ben'.

"Está cómodo y satisfecho donde está", señaló el head coach Tomlin en una llamada por Zoom a finales de junio. "Algunas de las personas que han tenido la oportunidad de entrenar con él han quedado impresionados y satisfechos por el lugar donde se halla. Los expertos médicos están cómodos por el lugar donde se encuentra en su proceso de rehabilitación y su preparación general para el 2020. Habiendo dicho todas esas cosas, estoy cómodo por el lugar donde se encuentra".

Por su lado, Newton se sometió en Atlanta, antes de ser liberado por los Panthers, a una prueba física organizada por Carolina y los representantes del jugador, según información de Adam Schefter, de ESPN. Newton aprobó la prueba, y se ha mantenido activo en redes sociales con numerosos videos de su trabajo de receso de temporada, incluido un video muy reciente con su nuevo compañero de equipo, el receptor abierto Mohamed Sanu Sr.

Estamos ante dos de los quarterbacks que más castigo han recibido en temporadas recientes. De acuerdo a números de Pro Football Reference, en sus nueve temporadas como profesional, Newton fue capturado en el 6.8 por ciento de sus intentos de pase. Para Roethlisberger, su porcentaje de capturas por intentos de pase es de 6.5 a lo largo de sus 16 campañas de NFL.

Claro que el castigo no se reduce solamente a capturas. Newton está acostumbrado a correr como parte de su juego, y ha superado los 100 acarreos por temporada siete veces en su carrera, descontando únicamente la temporada del 2016 cuando sumó 90 acarreos, y la campaña recortada del 2018. Roethlisberger no lleva el balón por tierra con la misma frecuencia, pero es conocido por ser un mariscal de campo que por momentos sostiene demasiado tiempo el balón antes de desprenderse de él, lo que lleva a golpes fuertes en el momento del pase. Según Pro Football Reference, Big Ben se llevó 37 golpes mientras lanzaba el ovoide en el '18, contra 22 de Newton.

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Este castigo acumulado --y recordemos que para Roethlisberger son siete temporadas más de contactos que Newton-- han influido en que no haya una certeza absoluta sobre el estado físico de los pasadores para el inicio de campaña, por más optimismo que se maneje en torno a ello en el mes de julio. De acuerdo al portal especializado, Sports Injury Predictor, Roethlisberger tendría una probabilidad de lesionarse con suficiente gravedad como para perderse dos cuartos de partido, al menos, del 41.5 por ciento en el 2020. Para Newton, esa cifra es del 45 por ciento. El mismo portal predice que Roethlisberger se perdería 0.6 partidos por lesión en el 2020, y Newton un 0.7 partidos. Finalmente, el sitio asigna una calificación de durabilidad, que intenta cuantificar la capacidad de un jugador de ser productivo pese a lesiones menores. Aquí, siendo el 5 el mejor número posible, Newton está listado con un 7, pero Roethlisberger tiene un 18.

Si hablamos de los suplentes, qué se prefiere, ¿malo conocido o bueno por conocer? Pittsburgh demostró tener no a uno, sino a dos opciones muy malas detrás de Roethlisberger en Mason Rudolph y Devlin Hodges en el 2019, y el desempeño combinado de estos pasadores fue lo que carga con mayor responsabilidad por haber quedado fuera de playoffs el año pasado. New England solo permitió a Stidham lanzar cuatro pases en toda su temporada de novato, completando dos de ellos para 14 yardas y siendo interceptado en una ocasión. Quizás los Patriots tengan fe en Stidham a futuro, pero me niego que se trate de una fe ciega, a la luz del fichaje de Newton. Al día de hoy, Newton no tiene un nombramiento como titular seguro, pero sí termina iniciando para los Patriots la temporada regular --y en Las Vegas, el cambio en las líneas de apuestas para la temporada de New England con su firma favorecen esta proyección--, será porque se habrá confirmado como opción superior a Stidham.

Panorama para el 2020

El paralelismo de los Steelers y Patriots se traslada, también, a sus respectivas divisiones. Pittsburgh no es favorito para ganar el Norte de la Americana, donde los Baltimore Ravens apuntan a revalidar su corona del 2019, mientras que en el Este, los Buffalo Bills --con menor distancia-- aparecen por primera vez en muchos, muchos años con mejores probabilidades que New England.

Para Pittsburgh, los Cincinnati Bengals y Cleveland Browns no parecen estar, todavía, listos para competir de manera seria por un boleto a postemporada. Se puede decir exactamente lo mismo de los Miami Dolphins y New York Jets. Si echamos un vistazo muy amplio y superficial a toda la Conferencia Americana, Steelers y Patriots tendrían que ser los primeros dos equipos que vienen a la mente en la charla por pasajes de comodín. Como destacamos de inicio, la estabilidad organizacional juega un papel importante aquí, y son franquicias que, más allá de los cambios que sufren anualmente, se espera que compitan.

La última vez que Roethlisberger lideró a un equipo a la postemporada fue en el 2017. La última vez que Newton lideró a un equipo a la postemporada fue en el 2017. En ambos casos, fueron eliminados de inmediato. En los dos casos, estamos ante quarterbacks que son talentos trascendentales en la posición, aunque de generaciones distintas. Los Steelers están invertidos al 100 por ciento en Roethlisberger, y en este momento, ni siquiera parece existir un plan firme de sucesión para cuando se decida ir. Con Newton, es otro boleto. Los Pats pueden cortar lazos cuando sea con él, producto de un acuerdo de una temporada por el sueldo mínimo para veteranos que constituye una apuesta de poco riesgo con el potencial de enormes ganancias.

Newton alguna vez tuvo lo que tiene Roethlisberger, en el sentido de seguridad en su franquicia, pero las cosas cambian rápidamente. El cambio de propietario de los Panthers --situación que no sucede muy a menudo en la NFL--, junto con las lesiones, llevaron al equipo a decidirse por una limpia que fue más allá del quarterback, e incluyó head coach. Vale la pena preguntarse si Ron Rivera seguiría al frente en Carolina y Kuechly no se hubiera retirado, sin las lesiones recientes a Newton.

Pero Roethlisberger y Newton parecen navegar, pese a las obvias diferencias en el mismo barco. El destino es la postemporada, cada uno liderando a una tripulación de la que se espera un nivel competitivo. Pero ambos vienen de lesiones que no son menores, y que tienen la capacidad de incidir directamente en su nivel respectivo. Para ambos, el 2020 se tratará de demostrar que, si se mantiene saludables, todavía deben estar considerados entre los quarterbacks de primera línea en una liga donde los Patrick Mahomes, Lamar Jackson y Deshaun Watson de este mundo han acaparado los reflectores.

Información de Brooke Pryor, Jeremy Fowler y Mike Reiss fue utilizada en la redacción de esta nota.