Virgil van Dijk es considerado por muchos como el mejor defensor del fútbol mundial y en la Copa del Mundo de Qatar 2022 saldará una cuenta pendiente. Con 31 años hará su debut en el máximo torneo, como capitán, líder y figura de Países Bajos.
Tras el fracaso de no poder clasificar a Rusia 2018, el defensor de Liverpool liderará a la selección neerlandesa en la búsqueda de lo que nunca pudieron lograr y tuvieron cerca varias veces: ser campeones del mundo.
La carrera de van Dijk está marcada por algunos puntos curiosos, donde fue hasta subestimado por sus primeros entrenadores. En 2010 fue liberado por el Willem II, su primer club, por ser considerado ‘lento y con limitaciones’, tras haber crecido 18 centímetros en muy poco tiempo.
Martin Koeman, padre de una gloria Naranja como es Ronald, lo llevó al Groningen en 2011, donde logró hacer su debut como profesional. Tras acumular varios partidos en esa campaña ocurrió un episodio que podría haberlo cambiado todo y marcó su vida.
A los 20 años fue hospitalizado con un cuadro de apendicitis, que derivó en un cuadro grave de peritonitis e infección renal que puso en riesgo su vida. El propio jugador reveló que su vida peligró y hasta firmó un testamento. Afortunadamente superó este complejo momento y retornó al primer equipo.
En 2013 llegó su primer salto a un equipo de buen nivel en Europa, al arribar al Celtic de Escocia. Aquí continuó su crecimiento como futbolista y logró un par de ligas locales, más un copa local, llamando la atención de varios clubes. Tras anotar 15 goles en un par de temporadas, pasó a la Premier League, más precisamente al Southampton, por más de 15 millones de euros.
Las luces de la mejor liga europea no solo no lo cegaron sino que lo hicieron brillar aún más. La Premier League lo hizo perfeccionarse y le valió la llegada su primera convocatoria a la Selección, debutando en octubre de 2015, por las clasificatorias a la Eurocopa 2016.
Su constante crecimiento hizo que los mejores clubes de la Premier se peleen por contratarlo y hasta provocó una polémica con Liverpool por haberse acercado primero al jugador antes que a Southampton. Esto retrasó unos meses su llegada a lo que es su segunda casa.
En diciembre de 2017 se convirtió en el fichaje más caro de la historia para un defensor, por 85 millones de euros, superado tiempo después por Harry Maguire. En Liverpool se encontró con uno de sus padres futbolísticos y quizás quién mejor explotó sus aptitudes: Jürgen Klopp.
Con la camiseta de Liverpool cimentó su condición de defensa impasable y líder natural de los Reds, quiénes alcanzaron la gloria en la UEFA Champions League en 2019 y la primera Premier en la historia del club en 2020, siendo el capitán y corazón del equipo, quedando apenas a 7 votos de ganar el Balón de Oro en 2019, considerado por muchos como una injusticia al perder ante Lionel Messi.
Su juego combina un físico imponente que utiliza para dominar el juego aéreo y mucha agilidad y velocidad para triunfar en el mano a mano ante delanteros más veloces y livianos. Pero su principal atributo es la inteligencia a la hora de leer a sus rivales y anticipar sus movimientos.
Su historial en la Selección acumula más tristezas que alegrías, pero la clasificación a Qatar 2022 y el buen andar en la UEFA Nations League abren las esperanzas para que el mejor defensor del mundo lleve a su equipo a lo más alto. Lo bueno muchas veces se hace esperar y la gran oportunidad mundialista le llega a los 31 años para su ansiado debut en una Copa del Mundo.