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Louis van Gaal, el entrenador de Países Bajos en la Copa del Mundo 2022

Louis Van Gaal, el entrenador de Países Bajos cree que la 3ra es la vencida EFE

A sus 71 años, Louis van Gaal está ante un desafío singular en su vida. Después de 50 años en el fútbol internacional, primero como futbolista y luego como entrenador, el cargo desde el cual se se convirtió en uno de los personajes más emblemáticos del siglo, el DT de la Selección de Países Bajos irá en busca de un logró histórico en la Copa del Mundo de Qatar 2022.

Hace pocos meses, el hombre de su perfil duro y polémico, dueño de declaraciones que siempre generan debate y discusiones, sorprendió al mundo del fútbol al revelar que padece una forma agresiva de cáncer de próstata y viene sometiéndose a numerosas sesiones de radioterapia, incluso a escondidas de sus propios futbolistas. En medio de esa lucha, afontará el Mundial y luego dejará el cargo en manos de Ronald Koeman.

Van Gaal se siente preparado y con fuerzas para liderar a la Naranja en la búsqueda de su primer título del mundo.

Su carrera como entrenador inició hace más de 30 años en Ajax, donde consiguió muy rápidamente éxito . Ganó tres veces la Eredivisie, además de tres Supercopas locales y una Copa de los Países Bajos. Además, su dominio se extendió por todo el continente, ya que todo lo que se puede ganar a nivel europeo: la antigua Copa de la UEFA en 1991/92, la UEFA Champions League 1994/95 ante el poderoso Milan de Fabio Capello y la Copa Intercontinental frente al Gremio de Felipe Scolari del mismo año, sumado la Supercopa de la UEFA.

Esto llamó la atención de un gigante europeo como es Barcelona, siempre asociado al fútbol neerlandés, desde los tiempos del mítico Johan Cruyff. Apenas arribó fichó a varios de sus dirigidos en Ajax y los sumó a enormes jugadores como Rivaldo, Luis Figo, Pep Guardiola y otros compatriotas como Patrick Kluivert, Cocu y los hermanos de Boer.

Los logros no se hicieron esperar y consiguió dos Ligas en sus primeras temporadas, además de una Copa del Rey y una Supercopa de la UEFA. A mediados de 2000 perdió el título liguero frente a Deportivo de La Coruña y abandonó el banco culé.

Entonces, llegó su primer ciclo al mando de la Selección de Países Bajos, que debía afrontar las Eliminatorias del Mundial de Corea-Japón 2002. El desenlace estuvo muy lejos de ser el esperado. Culminó tercero en el Grupo 2, detrás de Portugal e Irlanda y no consiguió la clasificación. La Naranja se perdió una Copa por primera vez desde México 1986.

Para la temporada 2002/03 retornó a Barcelona, aunque sin el éxito anterior y pasó sin pena ni gloria, a pesar de una buena racha de triunfos en la Champions. Fue reemplazado antes del final de esa temporada.

Su próximo paso en los banquillos fue al mando del modesto AZ Alkmaar, club donde se retiró como futbolista en los años 80. De inmediato se vio su mano en el equipo y consiguió un segundo puesto en su primera temporada y para la 2008/09 obtuvo el título de la Eredivisie, apenas el segundo para la institución. Esa inesperada conquista provocó el interés de un coloso europeo: Bayern Munich, donde tuvo una gran primera temporada, en la que ganó la Bundesliga y cayó en la final de la UEFA Champions League frente al Inter de un viejo conocido suyo, José Mourinho, quién fue asistente y traductor suyo en su primera etapa en Barcelona.

Tras una fallida Champions en la siguiente temporada, el neerlandés dejó el cuadro alemán y retornó a la Selección para una segunda etapa. Esta vez sí pudo conseguir el objetivo de clasificar a Países Bajos, que venía de ser subcampeón mundial en Sudáfrica 2010. Hizo unas Eliminatorias casi perfectas, con rendimientos aplastantes, y llegó al Mundial de Brasil 2014.

En la Copa del Mundo dio el golpe muy rápido al golear a la España defensora del título y vengando la final de Sudáfrica 2010, con un abultado 5-1 en el primer encuentro. Luego, derrotó a Australia y Chile en la primera fase, a México en octavos y a Costa Rica por penales en cuarto, para avanzar con autoridad a las semifinales, donde cayó por penales ante Argentina. Finalmente culminó tercero tras golear al anfitrión Brasil y cerró una gran campaña mundialista.

Por tercera vez fue contratado por un gigante del continente, en este caso Manchester United, club que venía de capa caída como tantas veces desde la salida de Alex Ferguson y necesitaba remontar. Bajo el mando de van Gaal, los Red Devils no pudieron torcer su presente y luego de dos temporadas con rendimientos irregulares y solo una FA Cup como logro, Louis dejó el club.

Además, tomó la drástica decisión de abandonar la profesión luego de una tragedia familiar, lo que daba a entender que su relación con el fútbol había acabado. Pero en 2021 sorprendió al mundo al retornar del retiro luego de 5 años para un tercer ciclo al mando de su amada Selección.

El camino a Qatar 2022 fue relativamente tranquilo y definió el boleto en la última jornada, pero con grandes resultados en su zona. Fue un logro importante, ya que Países Bajos venía de quedar eliminado de Rusia 2018.

Las bases de su filosofía de trabajo son claras: la disciplina, la comunicación continua y la retroalimentación en la construcción del equipo, como el mismo lo ha declarado en el pasado. Su estilo posicional y ofensivo, muy de la escuela de Rinus Michels y Cruyff entre otros, lo llevó al éxito en muchos lugares y también a algunas decepciones, pero siempre manteniendo su forma de trabajar de manera inflexible, algo que le ha costado roces con dirigentes, futbolistas, periodistas e hinchas.

Sus esquemas de juego predilectos son el 3-4-3 principalmente, aunque algunas veces adaptado al 3-5-2, por necesidad como por ejemplo en el Mundial 2014, poniendo el orden táctico por encima de los nombres.

Louis van Gaal es un entrenador que ha ganado mucho amor y odio a lo largo de una extensa y prolífica trayectoria, siempre marcada por su fuerte personalidad, que lo ha hecho chocar muchas veces con propios y extraños, pero que nunca renunció a sus creencias futbolísticas.

En Qatar 2022 tendrá, quizás, la última opción de darle a su país el ansiado primer Mundial y cerrar con broche de oro una carrera ilustre, al mismo tiempo que da una lucha incansable contra una enfermedad. Sin importar los resultados, el impacto de van Gaal es innegable e imborrable en la historia del fútbol neerlandés y europeo.