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Rognoni y García: el día en que dos argentinas fueron las mejores del mundo en hockey

El 2002 fue sin dudas un año muy especial para Las Leonas que se embarcaron hacia la Copa del Mundo de Perth (Australia) con toda la ilusión. Ese torneo, con un desenlace soñado, tuvo un condimento especial: dos argentinas fueron distinguidas como las mejores jugadoras del mundo, en mayores y sub 23. Fue la primera vez que dos jugadoras de la misma nacionalidad se erigieron con el premio máximo otorgado por la Federación Internacional de Hockey (FIH): Cecilia Rognoni y Soledad García fueron las protagonistas.

La cuarta edición de la entrega de premios a los mejores del mundo por parte de la FIH se dio en un marco muy particular como lo fue un Mundial. Argentina venía de finalizar la fase de grupos con puntaje ideal, invicta. Aguardaba en semifinales para dar el primer batacazo, frente a las locales.

En la ceremonia, Cecilia Rognoni fue proclamada la mejor jugadora del mundo, en una nominación que tuvo a 12 candidatas, entre ellas a Luciana Aymar (ganadora en 2001), la coreana Eun Young Lee, las neerlandesas Minke Booij y Mijntje Donners, la japonesa Schimi Iwao, las australianas Julie Towers y Louise Dobson, la alemana Natascha Keller, las chinas Baorong Fu y Yali Nie y la española Mar Feito. "Haberlo ganado en el contexto del Mundial fue muy lindo porque nos estaba yendo bien. Fue un envión y un reconocimiento espectacular, pero por otro lado también recuerdo que no le di la importancia que le doy ahora. Para mí era más importante ganar el Mundial y concentrarme en lo que estábamos haciendo que el premio en sí, sin sacarle mérito", recordó Rognoni en diálogo con ESPN.com.

"Obviamente que en lo personal fue una inyección que levantó mi autoestima porque vino después de años muy difíciles", aseguró quien fuera suspendida por un año en el ámbito internacional por arrojar una pelota a un árbitro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg (Canadá), en 1999. "El día antes de la final llevé el premio a la habitación donde nos juntábamos y les dije a las chicas que era buenísimo, pero que estaba dispuesta a fundirlo y darles un pedacito a cada una y que ganáramos el Mundial", reveló.

"Con los años entendí que fue algo muy importante para mi carrera personal y lo valoro mucho. Hoy puedo decir que era la mejor del mundo; estaba en un excelente nivel físico, jugando muy bien y ante contrincantes de jerarquía", reconoció la defensora argentina, convertida en la primera jugadora en adjudicarse el premio desenvolviéndose en esa posición del campo de juego.

Quien subió previamente al escenario fue Soledad García, con 21 años. La jugadora formada en Universitario de Córdoba, que había hecho su aparición explosiva en Sídney 2000, compartió la nómina con su compañera Claudia Burkart y ganó el premio entre las diez nominadas. "En el momento no me di cuenta de lo que estaba pasando. Era mi primer Mundial y toda la atención estaba puesta en el equipo; habíamos empezado el torneo con la lesión de Vanina (Oneto) y entré a jugar tomando un rol distinto", contó la cordobesa. 

"Significó mucho porque estábamos bien como equipo y fue la frutilla del postre. Lo recuerdo con alegría, pero lo tomé con inocencia, no me daba cuenta de que era la mejor jugadora del mundo; hoy sin dudas me parece enorme haber logrado eso", expresó quien también fuera elegida la mejor del mundo Sub 23 en 2004, premio que compartió con Luciana Aymar, que se quedó con el reconocimiento mayor.

Los premios dieron cuenta del crecimiento sostenido por aquellos años, luego del nacimiento de Las Leonas en Sídney 2000 con la medalla de plata y la conquista del Trofeo de Campeones en Amstelveen 2001. Tres días después, las dos mejores jugadoras del mundo del año se subieron a lo más alto del podio porque en ese momento, también, se convirtieron en campeonas del mundo.