Entre el 24 y 31 de enero de 2024, Muscat será la ciudad encargada de albergar la primera Copa del Mundo de Hockey 5 que contará con 16 naciones por rama que buscarán dejar su huella en el primer evento oficial.
Como antecedente, en junio de 2022, la Federación Internacional de Hockey hizo la prueba de fuego: organizó la Primera Copa de Hockey 5 para jugadores mayores. Fue con sede en Lousana, Suiza, la casa de la máxima entidad del hockey mundial. Allí Uruguay e India se coronaron, en damas y caballeros, respectivamente. Ese torneo representó el puntapié inicial de la FIH en la búsqueda de darle difusión a una modalidad a la que hoy en día solo se la conoce en competencias juveniles, como los Juegos Olímpicos de la Juventud, en los que Argentina dejó su sello: Las Leoncitas fueron bronce en Nanjing 2014 y oro en Buenos Aires 2018, misma competencia en que Los Leoncitos fueron de bronce.
Lo cierto es que más de una vez se especuló y habló de la intención de incorporar esta variante al programa de los Juegos Olímpicos de verano, pero todavía no se tomaron definiciones al respecto. Omán será entonces el escenario montado por la FIH que hará que los ojos del mundo del hockey se posicionen en este vistoso formato.
Luego de completarse el Campeonato Panamericano, Africano y Europeo, nueve países, sumado al local (Omán) son los confirmados para la gran cita, tanto en damas como en caballeros. La rama femenina ya cuenta con Namibia, Sudáfrica, Zambia, Estados Unidos, Uruguay y Paraguay, Países Bajos, Polonia, Ucrania y las locales. En la competencia masculina, sellaron su boleto Países Bajos, Polonia, Suiza, Egipto, Kenia, Nigeria, Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Jamaica y los dueños de casa.
Del 10 al 14 de julio se jugará el clasificatorio por Oceanía, donde se pondrán en juego tres lugares y pondrá cara a cara a Australia, Fiyi, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tonga y Vanuatu. Los representantes de Asia recién se conocerán recién a fin de año.
En el Hockey 5 participan cinco jugadores por equipo. La bocha no se va y rebota sobre tablas en las líneas laterales y de fondo, por lo cual adquiere otra dinámica y exigencia. El tiempo de juego es mucho más reducido al del hockey de 11: un partido dura dos tiempos de 10 minutos y el gol sólo es válido luego de cruzar mitad de cancha.